/ miércoles 1 de junio de 2022

Morena contra la niñez

El pasado 25 de mayo, padres de familia de niñas y niños con cáncer agrupados en diversas organizaciones, que se encuentran en distintos hospitales del país, emitieron un comunicado en el que mencionaban haber presentado un amparo indirecto contra el Hospital para el Niño, en Toluca, respecto a que la clínica en mención había estado cobrando grandes cantidades de dinero a los padres y madres negándoles la salida del nosocomio a los menores en caso de no pagar la cantidad que les solicitaban.

Es la salud un derecho humano, pero a Morena y al Presidente no les importó extinguir el Seguro Popular, presentando como argumento que había corrupción, deficiente servicio y malos manejos, sin embargo, no hubo consecuencias. Lo que sí hubo fue la creación del Insabi, que a la fecha sólo ha cobrado en el país grandes cantidades de dinero, negando servicios y sin solución en el abasto de medicamentos.

Este desdén del Gobierno de la República a los niños y adolescentes no acaba aquí; ahora el Presidente y Morena atentan contra la educación, en la intentona de reforma para modificar el sistema educativo en México y sus planes y programas educativos (PPE), no disiento respecto a que hay mucho que mejorar, pero el planteamiento de Morena, como en todo, está colgado con argumentos meramente ideológicos.

Algunos investigadores señalan que los cambios frecuentes de los PPE, la premura en su definición y los tiempos tan reducidos para implementarlos, hacen que no logren el objetivo que los justifica: mejorar el aprendizaje de los escolares. Agréguele que no hay un diagnóstico, y como lo señalé en el párrafo anterior, los cambios que el gobierno federal pretende tienen un contenido meramente ideológico, por lo que la educación, como ya lo vemos en salud, está destinada a fracasar, tendiendo a aumentar los rezagos y las desigualdades en nuestro país.

La reforma se sostiene en los dichos del director de Materiales Educativos de la SEP, Max Arriaga, como los siguientes: “El modelo educativo y sus libros de texto fomentan el modelo neoliberal”; que los maestros piden un modelo “decolonial, libertario y humanista”; que “la educación se convirtió en ‘moneda de cambio’ y se utiliza como ‘legitimación de la diferencia, del clasismo y de la supuesta movilidad social’”, así las cosas con los temas que más nos interesan a los mexicanos.

La propuesta está generando críticas entre especialistas y legisladores, e incertidumbre entre los profesores y padres de familia; pues no se ha explicado cómo se aplicará tal reforma ni ha presentado algún manual o lineamientos sobre la actualización a la que deberían someterse los maestros.

Preocupa que el análisis del Marco curricular y Plan de estudios 2022 se esté llevando a cabo sin ninguna metodología o prueba piloto. Peor aún, no existe un proyecto para recuperar los dos años pérdidos por la pandemia y ya se piensa en eliminar todo lo que existe.

La educación es parte primordial en el desarrollo de todos los países y México no es la excepción. La salud, educación, seguridad y crecimiento económico son las principales propuestas en periodos electorales, donde la clase política nos comprometemos a mejorarlos; y efectivamente se busca a través de las atribuciones dadas, incrementar sus presupuestos e implementar políticas públicas. Lamentablemente en el rubro de educación con el gobierno de Morena no hay ni habrá más presupuesto, mucho menos política pública, lo que sí vemos es que Morena está en contra de la niñez.


El pasado 25 de mayo, padres de familia de niñas y niños con cáncer agrupados en diversas organizaciones, que se encuentran en distintos hospitales del país, emitieron un comunicado en el que mencionaban haber presentado un amparo indirecto contra el Hospital para el Niño, en Toluca, respecto a que la clínica en mención había estado cobrando grandes cantidades de dinero a los padres y madres negándoles la salida del nosocomio a los menores en caso de no pagar la cantidad que les solicitaban.

Es la salud un derecho humano, pero a Morena y al Presidente no les importó extinguir el Seguro Popular, presentando como argumento que había corrupción, deficiente servicio y malos manejos, sin embargo, no hubo consecuencias. Lo que sí hubo fue la creación del Insabi, que a la fecha sólo ha cobrado en el país grandes cantidades de dinero, negando servicios y sin solución en el abasto de medicamentos.

Este desdén del Gobierno de la República a los niños y adolescentes no acaba aquí; ahora el Presidente y Morena atentan contra la educación, en la intentona de reforma para modificar el sistema educativo en México y sus planes y programas educativos (PPE), no disiento respecto a que hay mucho que mejorar, pero el planteamiento de Morena, como en todo, está colgado con argumentos meramente ideológicos.

Algunos investigadores señalan que los cambios frecuentes de los PPE, la premura en su definición y los tiempos tan reducidos para implementarlos, hacen que no logren el objetivo que los justifica: mejorar el aprendizaje de los escolares. Agréguele que no hay un diagnóstico, y como lo señalé en el párrafo anterior, los cambios que el gobierno federal pretende tienen un contenido meramente ideológico, por lo que la educación, como ya lo vemos en salud, está destinada a fracasar, tendiendo a aumentar los rezagos y las desigualdades en nuestro país.

La reforma se sostiene en los dichos del director de Materiales Educativos de la SEP, Max Arriaga, como los siguientes: “El modelo educativo y sus libros de texto fomentan el modelo neoliberal”; que los maestros piden un modelo “decolonial, libertario y humanista”; que “la educación se convirtió en ‘moneda de cambio’ y se utiliza como ‘legitimación de la diferencia, del clasismo y de la supuesta movilidad social’”, así las cosas con los temas que más nos interesan a los mexicanos.

La propuesta está generando críticas entre especialistas y legisladores, e incertidumbre entre los profesores y padres de familia; pues no se ha explicado cómo se aplicará tal reforma ni ha presentado algún manual o lineamientos sobre la actualización a la que deberían someterse los maestros.

Preocupa que el análisis del Marco curricular y Plan de estudios 2022 se esté llevando a cabo sin ninguna metodología o prueba piloto. Peor aún, no existe un proyecto para recuperar los dos años pérdidos por la pandemia y ya se piensa en eliminar todo lo que existe.

La educación es parte primordial en el desarrollo de todos los países y México no es la excepción. La salud, educación, seguridad y crecimiento económico son las principales propuestas en periodos electorales, donde la clase política nos comprometemos a mejorarlos; y efectivamente se busca a través de las atribuciones dadas, incrementar sus presupuestos e implementar políticas públicas. Lamentablemente en el rubro de educación con el gobierno de Morena no hay ni habrá más presupuesto, mucho menos política pública, lo que sí vemos es que Morena está en contra de la niñez.