/ martes 3 de abril de 2018

Muere Winnie Mandela

Se dice que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. A través de la historia podemos encontrar a brillantes mujeres que han apoyado a sus esposos, algunas detrás de cortinas y otras de manera más notoria consagradas a que ellos brillen, quedando invisibilidades y no tan reconocidas como ellos.

Una de ellas fue Winnie Mandela, segunda esposa del Nobel de Paz y ex presidente de Sudáfrica Nelson Mandela. Fatima Meer, en su biografía, cuenta que no estaba muy interesada en la política y que Mandela esperaba que fuese ama de casa convencional. Consagró su vida a él, y durante los 27 años que estuvo preso continuó con el activismo en contra del apartheid, negándose a que sus acciones fuesen olvidadas, enfrentando penurias, acosos por la policía, destierro, encarcelamiento y traiciones de amistades. Al salir Nelson de prisión le pidió el divorcio, pues sus asesores le dijeron que políticamente no le convenía para su imagen, ya que se había visto envuelta en escándalos enfrentando acusaciones de violencia que llegaron hasta los tribunales. A pesar de su rechazo al ser liberado, en los últimos momentos de vida del expresidente fue ella quien estuvo a su lado. Fue una mujer adorada, temida y odiada, más que ninguna otra en la historia de Sudáfrica. Es considerada por algunos como la “madre de la nación” por su lucha contra el apartheid. El Premio Nobel Desmon Tutu se refiere a ella como “un gran ícono de la liberación. Pero luego algo se torció de manera terrible”.

Kaufman refiere que aún persiste un desequilibrio de poderes entre hombres y mujeres en la sociedad, creando roles construidos culturalmente que facilitan identidades masculinas dentro de una sociedad patriarcal. Winnie nos recuerda que, como mujeres, debemos autoafirmarnos para brillar nosotras mismas en nuestro propio camino, y como sociedad, debemos educarnos y luchar para brillar y dejar un legado en la sociedad por nosotras mismas, no detrás del reflector de los hombres.

Su aportación e influencia fue esencial para el triunfo de Mandela, y aunque su activismo fue muy cuestionado y su vida marcada por la polémica, se le considera como uno de los grandes íconos de la lucha contra el apartheid. Falleció el pasado 2 de abril, descanse en paz.


yanez_flor@hotmail.com www.floryanez.com


Se dice que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. A través de la historia podemos encontrar a brillantes mujeres que han apoyado a sus esposos, algunas detrás de cortinas y otras de manera más notoria consagradas a que ellos brillen, quedando invisibilidades y no tan reconocidas como ellos.

Una de ellas fue Winnie Mandela, segunda esposa del Nobel de Paz y ex presidente de Sudáfrica Nelson Mandela. Fatima Meer, en su biografía, cuenta que no estaba muy interesada en la política y que Mandela esperaba que fuese ama de casa convencional. Consagró su vida a él, y durante los 27 años que estuvo preso continuó con el activismo en contra del apartheid, negándose a que sus acciones fuesen olvidadas, enfrentando penurias, acosos por la policía, destierro, encarcelamiento y traiciones de amistades. Al salir Nelson de prisión le pidió el divorcio, pues sus asesores le dijeron que políticamente no le convenía para su imagen, ya que se había visto envuelta en escándalos enfrentando acusaciones de violencia que llegaron hasta los tribunales. A pesar de su rechazo al ser liberado, en los últimos momentos de vida del expresidente fue ella quien estuvo a su lado. Fue una mujer adorada, temida y odiada, más que ninguna otra en la historia de Sudáfrica. Es considerada por algunos como la “madre de la nación” por su lucha contra el apartheid. El Premio Nobel Desmon Tutu se refiere a ella como “un gran ícono de la liberación. Pero luego algo se torció de manera terrible”.

Kaufman refiere que aún persiste un desequilibrio de poderes entre hombres y mujeres en la sociedad, creando roles construidos culturalmente que facilitan identidades masculinas dentro de una sociedad patriarcal. Winnie nos recuerda que, como mujeres, debemos autoafirmarnos para brillar nosotras mismas en nuestro propio camino, y como sociedad, debemos educarnos y luchar para brillar y dejar un legado en la sociedad por nosotras mismas, no detrás del reflector de los hombres.

Su aportación e influencia fue esencial para el triunfo de Mandela, y aunque su activismo fue muy cuestionado y su vida marcada por la polémica, se le considera como uno de los grandes íconos de la lucha contra el apartheid. Falleció el pasado 2 de abril, descanse en paz.


yanez_flor@hotmail.com www.floryanez.com