/ viernes 5 de marzo de 2021

Murió el padre Enrique Martínez

Me parece que la vida del sacerdote Enrique Martínez Domínguez fue una vida entregada a Dios. Nació en 1942 el 15 de julio, y murió el 11 de febrero de 2021. Son 79 años de evangelizar. En su vida fue: soltero, casado, padre de familia con 8 hijos, 4 mujeres y 4 hombres; fue un viudo llamado al sacerdocio, fue diácono permanente. Estuvo dedicado a extender el reino de Dios. Una vida plena.

En 1980 el arzobispo don Adalberto Almeida y Merino estaba tratando de aplicar las doctrinas del Concilio Vaticano II en la Diócesis de Chihuahua. Una de las novedades del Concilio era que estaba autorizado el orden del diaconado para hombres casados. Uno de los ordenados diáconos permanentes fue Enrique. El diacono Martínez pidió su autorización a su esposa y a sus hijos; lo autorizaron. Dice el diácono Enrique: “Fuimos los primeros diáconos casados ordenados en

Chihuahua, con la autorización de mi familia. Fuimos ordenados el 8 de septiembre de 1981. Cosa que me dio la oportunidad de trabajar a nombre de la Iglesia”.

Muere su esposa en 2011. Era un viudo de la Iglesia. El entonces arzobispo don Constancio Miranda Weckmann lo ordena sacerdote el 15 de agosto de 2013. El primer viudo ordenado en la Diócesis de Chihuahua.

Hay una faceta de su vida muy importante del padre Martínez: el ser asistente eclesiástico de la Comisión Diocesana de Laicos. El prelado don Adalberto había iniciado la aplicación de los laicos en la iglesia actual. En 1981 citó a todos sus clérigos para programar la organización pastoral de la iglesia diocesana. Mons. Adalberto citó al clero y a los presidentes de apostolado de los seglares. Todavía no se utilizaba, como hoy, la palabra “laicos”. El resultado fue la formación de una “Asociación Apostólica de los Seglares”, al frente se pone como coordinador al diácono Martínez. Había que dar los pasos para el apostolado de los seglares.

En 1986 para la programación pastoral en Chihuahua el Sr. Almeida fundó tres comisiones diocesanas: Comisión Diocesana Presbiteral, Comisión Diocesana de Religiosas y Comisión Diocesana de Laicos (CDL). Ya era común referirse a los seglares con el nombre de “laicos”. En el documento de fundación, el Sr. Arzobispo usa ya la palabra laicos. El prelado puso al frente de la CDL como asistente eclesiástico al diácono Martínez. Cargo que va a ocupar hasta el año 2013. Son 32 años de servicios de la CDL. La mesa directiva y su asistente tenían que atender en el apostolado laico a todos los municipios de Chihuahua; a todas las parroquias de la ciudad de Chihuahua, y a todos los movimientos que se iban fundando. La CDL estableció: el Día del Laico, y la Misa de los Estandartes; y conmemorar el Día del Obispo, el día del aniversario de su creación como obispo. El trabajo consistió en: visitas, pláticas, conferencias, cursos, congresos, equipos de estudios, formación de los dirigentes, y llevar una historia de las actividades.

Podemos conocer al P. Enrique Martínez por sus palabras. – He querido ser siempre obediente; no elegí mi ruta personal. Mi existencia ha sido seguir la voluntad de Dios”.- “La muerte no es un desenlace trágico. Dios llama cuando él quiere”.

Me parece que la vida del sacerdote Enrique Martínez Domínguez fue una vida entregada a Dios. Nació en 1942 el 15 de julio, y murió el 11 de febrero de 2021. Son 79 años de evangelizar. En su vida fue: soltero, casado, padre de familia con 8 hijos, 4 mujeres y 4 hombres; fue un viudo llamado al sacerdocio, fue diácono permanente. Estuvo dedicado a extender el reino de Dios. Una vida plena.

En 1980 el arzobispo don Adalberto Almeida y Merino estaba tratando de aplicar las doctrinas del Concilio Vaticano II en la Diócesis de Chihuahua. Una de las novedades del Concilio era que estaba autorizado el orden del diaconado para hombres casados. Uno de los ordenados diáconos permanentes fue Enrique. El diacono Martínez pidió su autorización a su esposa y a sus hijos; lo autorizaron. Dice el diácono Enrique: “Fuimos los primeros diáconos casados ordenados en

Chihuahua, con la autorización de mi familia. Fuimos ordenados el 8 de septiembre de 1981. Cosa que me dio la oportunidad de trabajar a nombre de la Iglesia”.

Muere su esposa en 2011. Era un viudo de la Iglesia. El entonces arzobispo don Constancio Miranda Weckmann lo ordena sacerdote el 15 de agosto de 2013. El primer viudo ordenado en la Diócesis de Chihuahua.

Hay una faceta de su vida muy importante del padre Martínez: el ser asistente eclesiástico de la Comisión Diocesana de Laicos. El prelado don Adalberto había iniciado la aplicación de los laicos en la iglesia actual. En 1981 citó a todos sus clérigos para programar la organización pastoral de la iglesia diocesana. Mons. Adalberto citó al clero y a los presidentes de apostolado de los seglares. Todavía no se utilizaba, como hoy, la palabra “laicos”. El resultado fue la formación de una “Asociación Apostólica de los Seglares”, al frente se pone como coordinador al diácono Martínez. Había que dar los pasos para el apostolado de los seglares.

En 1986 para la programación pastoral en Chihuahua el Sr. Almeida fundó tres comisiones diocesanas: Comisión Diocesana Presbiteral, Comisión Diocesana de Religiosas y Comisión Diocesana de Laicos (CDL). Ya era común referirse a los seglares con el nombre de “laicos”. En el documento de fundación, el Sr. Arzobispo usa ya la palabra laicos. El prelado puso al frente de la CDL como asistente eclesiástico al diácono Martínez. Cargo que va a ocupar hasta el año 2013. Son 32 años de servicios de la CDL. La mesa directiva y su asistente tenían que atender en el apostolado laico a todos los municipios de Chihuahua; a todas las parroquias de la ciudad de Chihuahua, y a todos los movimientos que se iban fundando. La CDL estableció: el Día del Laico, y la Misa de los Estandartes; y conmemorar el Día del Obispo, el día del aniversario de su creación como obispo. El trabajo consistió en: visitas, pláticas, conferencias, cursos, congresos, equipos de estudios, formación de los dirigentes, y llevar una historia de las actividades.

Podemos conocer al P. Enrique Martínez por sus palabras. – He querido ser siempre obediente; no elegí mi ruta personal. Mi existencia ha sido seguir la voluntad de Dios”.- “La muerte no es un desenlace trágico. Dios llama cuando él quiere”.