/ jueves 27 de diciembre de 2018

Navidad y el calendario judío

Rompiendo la rutina

El calendario hebreo es lunar. Del primer mes del calendario bíblico, el mes Nisán (Ester 3,7), parte el noveno mes que mencionan los libros de Hageo y I-II de Macabeos. En estos libros, Hageo urge la reconstrucción del templo de Jerusalén después del exilio babilónico, en el día 24 del mes noveno (Zacarías 7,1) y los macabeos festejan la derrota de los helenos, la independencia judía y realizan la purificación del templo profanado por los gentiles el 25 del mes noveno. El mes del calendario solar, que corresponderá al mes de Nisán, será parte del mes de marzo y de abril.

Veamos las citas: “Pero considerad bien esto desde hoy en adelante, desde el día veinticuatro del mes noveno; desde el día en que se pusieron los cimientos del templo del Señor” (Hageo 2,18). Y I Macabeos 4, 58-59: “Hubo grandísima alegría en el pueblo, y el ultraje inferido por los gentiles quedó borrado. Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, decidió que cada año, a su debido tiempo y durante ocho días a contar del veinticinco del mes de Kisléu (mes noveno), se celebrara con alborozo y regocijo el aniversario de la dedicación del altar”.

Partiendo del mes de marzo o abril, el noveno mes será parte del mes de noviembre o diciembre. Y si el noveno mes de Kisléu incluye el mes de diciembre, nos haría hace preguntarnos: ¿Se predijo con Hageo y Macabeos la Nochebuena y la Navidad de diciembre del calendario solar? Con Hageo, vemos la reconstrucción del templo (Juan 2,19) y la piedra angular (Hch 4,11) en Jesús. En los Macabeos, vemos a los cambistas expulsados del templo para purificarlo (Marcos 11,15-17), y a Jesús nacido para perdón de los pecados (Lucas 2,11). ¿Coincidencia o algo más?

Otra curiosidad son los casos en el que el Janucá, la festividad de las Luces o Dedicación, que es el suceso de los Macabeos, se alinea con el 25 de diciembre. Esto ha sucedido recientemente en los años 2005, 2016 y sucederá en el 2027. Estrictamente hablando, de acuerdo a las costumbres judías, el día 25 comienza con la Nochebuena del 24 de diciembre (Génesis 1,5), lo que agrega una alineación adicional. La fiesta de las Luces también recuerda que el aceite que duraría sólo un día, se extendió ocho días. De la noche a la luz; de la muerte al nacimiento y resurrección de Cristo.

Finalmente, un dato más respecto al Janucá y la festividad del nacimiento de Cristo, es que aunque en las escrituras hebreas (pero sí en las etíopes y Septuaginta) hoy no se mencione el Janucá, era una tradición de tiempos de Jesús (Jn 10,22-23) registrada en el Nuevo Testamento. La Navidad, por otro lado, es también, una costumbre aceptada en Roma desde el papa Julio I en el 350 d.C. y en Oriente en el 379 d.C., antes de oficializarse el canon bíblico cristiano con los libros judíos que sí mencionan el Janucá (I y II de Macabeos). Y ambas fiestas se siguen celebrando hasta el presente.

Los calendarios y tradiciones son, más de lo que creemos, compartidos por el cristianismo y el judaísmo, y como afirma William J. Tighe y los historiadores que lo aceptan cada vez más, que los cristianos, anteriores al 221 d.C., aceptaban la creencia rabínica de que los grandes hombres nacían o eran concebidos en la misma fecha en que morían, como Tertuliano y Sexto Julio Africano, que decían que Cristo murió el 25 de marzo, por lo que había nacido nueve meses después, el 25 de diciembre, sin relación con el pagano Sol Invictus (274 d.C.) del emperador Aureliano.

agusperezr@hotmail.com

Rompiendo la rutina

El calendario hebreo es lunar. Del primer mes del calendario bíblico, el mes Nisán (Ester 3,7), parte el noveno mes que mencionan los libros de Hageo y I-II de Macabeos. En estos libros, Hageo urge la reconstrucción del templo de Jerusalén después del exilio babilónico, en el día 24 del mes noveno (Zacarías 7,1) y los macabeos festejan la derrota de los helenos, la independencia judía y realizan la purificación del templo profanado por los gentiles el 25 del mes noveno. El mes del calendario solar, que corresponderá al mes de Nisán, será parte del mes de marzo y de abril.

Veamos las citas: “Pero considerad bien esto desde hoy en adelante, desde el día veinticuatro del mes noveno; desde el día en que se pusieron los cimientos del templo del Señor” (Hageo 2,18). Y I Macabeos 4, 58-59: “Hubo grandísima alegría en el pueblo, y el ultraje inferido por los gentiles quedó borrado. Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, decidió que cada año, a su debido tiempo y durante ocho días a contar del veinticinco del mes de Kisléu (mes noveno), se celebrara con alborozo y regocijo el aniversario de la dedicación del altar”.

Partiendo del mes de marzo o abril, el noveno mes será parte del mes de noviembre o diciembre. Y si el noveno mes de Kisléu incluye el mes de diciembre, nos haría hace preguntarnos: ¿Se predijo con Hageo y Macabeos la Nochebuena y la Navidad de diciembre del calendario solar? Con Hageo, vemos la reconstrucción del templo (Juan 2,19) y la piedra angular (Hch 4,11) en Jesús. En los Macabeos, vemos a los cambistas expulsados del templo para purificarlo (Marcos 11,15-17), y a Jesús nacido para perdón de los pecados (Lucas 2,11). ¿Coincidencia o algo más?

Otra curiosidad son los casos en el que el Janucá, la festividad de las Luces o Dedicación, que es el suceso de los Macabeos, se alinea con el 25 de diciembre. Esto ha sucedido recientemente en los años 2005, 2016 y sucederá en el 2027. Estrictamente hablando, de acuerdo a las costumbres judías, el día 25 comienza con la Nochebuena del 24 de diciembre (Génesis 1,5), lo que agrega una alineación adicional. La fiesta de las Luces también recuerda que el aceite que duraría sólo un día, se extendió ocho días. De la noche a la luz; de la muerte al nacimiento y resurrección de Cristo.

Finalmente, un dato más respecto al Janucá y la festividad del nacimiento de Cristo, es que aunque en las escrituras hebreas (pero sí en las etíopes y Septuaginta) hoy no se mencione el Janucá, era una tradición de tiempos de Jesús (Jn 10,22-23) registrada en el Nuevo Testamento. La Navidad, por otro lado, es también, una costumbre aceptada en Roma desde el papa Julio I en el 350 d.C. y en Oriente en el 379 d.C., antes de oficializarse el canon bíblico cristiano con los libros judíos que sí mencionan el Janucá (I y II de Macabeos). Y ambas fiestas se siguen celebrando hasta el presente.

Los calendarios y tradiciones son, más de lo que creemos, compartidos por el cristianismo y el judaísmo, y como afirma William J. Tighe y los historiadores que lo aceptan cada vez más, que los cristianos, anteriores al 221 d.C., aceptaban la creencia rabínica de que los grandes hombres nacían o eran concebidos en la misma fecha en que morían, como Tertuliano y Sexto Julio Africano, que decían que Cristo murió el 25 de marzo, por lo que había nacido nueve meses después, el 25 de diciembre, sin relación con el pagano Sol Invictus (274 d.C.) del emperador Aureliano.

agusperezr@hotmail.com