/ sábado 24 de noviembre de 2018

Ni perdón ni olvido

Comparto en mi espacio de opinión una excelente exposición realizada por el diputado Jorge Soto Prieto a nombre suyo y del grupo parlamentario de Acción Nacional, en la que define con precisa visión el posible destino que le depara a la justicia y el estado de Derecho con el próximo presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, y que debe ser, para quienes defendemos la democracia, los derechos individuales y las libertades, un llamado de atención para evitar que en nuestro país se siembre la semilla del autoritarismo.

Naturalmente que, por razón de espacio, resumo las oraciones más importantes de dicha exposición que, además valga agregar, las aderezó con una notable destreza oratoria.

“La corrupción nos ha costado y nos cuesta mucho. El abuso de los recursos públicos producto del esfuerzo ciudadano ha lastimado a muchos mexicanos, sobre todo quienes menos saben, menos tienen y menos pueden, a los olvidados, a los que carecen de casi todo mientras funcionarios corruptos se enriquecen a costa de su sufrimiento”.

El primero de abril de este año, el entonces candidato (hoy presidente electo), dijo en Ciudad Juárez que la principal propuesta de su movimiento político era “desterrar” la corrupción y la impunidad en el país.

El 21 de noviembre, ya electo como presidente, modificó su postura y precisó que, si se trata de juzgar y abrir expedientes, “tendríamos que empezar por los de arriba, la mafia del poder, y no lo vamos a hacer… castigaremos la corrupción que venga, ya no vamos a permitirla, pero para lo que pasó, es punto final”.

Claramente señaló que la misión principal del nuevo gobierno será, “y sobre aviso no hay engaño”, castigar a los corruptos, sea quien sea. En una entrevista con Ciro Gómez Leyva, dijo: “Yo sostengo que ya no debe haber simulación, que debemos actuar con justicia y honor a la verdad para castigar a los responsables…”, y agregó: “Pero lo que sostengo es lo mejor para el país, una decisión de Estado, un punto final y decir vamos a olvidar esa terrible historia. No me importa decepcionar a la gente que votó por mí”.

Soto Prieto enfatizó que decepciona profundamente que el candidato cuyo eje de campaña fue el combate a la corrupción y a la impunidad, hoy pretenda indultar a quienes tanto daño hicieron a México, y por supuesto a nuestro estado.

¿Cómo se lo explicará a los más vulnerables? A los que han sido despojados de una cama de hospital, que no tuvieron acceso a un medicamento o tratamiento oportuno. ¿Qué les dirá a niños y jóvenes que no tuvieron una oportunidad de educación?, cómo les va a responder a las familias que no tienen una casa, que no tienen agua o drenaje.

Afortunadamente aún puede rectificar. Si no lo hace, los ciudadanos tendremos que asumir las consecuencias de nuestros actos y hacer lo que nos corresponda para lograr que la justicia prevalezca en nuestro país; que quienes abusaron de sus cargos obligadamente enfrenten su responsabilidad, aunque las escaleras las tengamos que barrer de arriba para abajo. “Ojalá la esperanza de México no se convierta en la gran decepción de México”, dijo Soto Prieto.



alfredopineraguevara@gmail.com



Comparto en mi espacio de opinión una excelente exposición realizada por el diputado Jorge Soto Prieto a nombre suyo y del grupo parlamentario de Acción Nacional, en la que define con precisa visión el posible destino que le depara a la justicia y el estado de Derecho con el próximo presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, y que debe ser, para quienes defendemos la democracia, los derechos individuales y las libertades, un llamado de atención para evitar que en nuestro país se siembre la semilla del autoritarismo.

Naturalmente que, por razón de espacio, resumo las oraciones más importantes de dicha exposición que, además valga agregar, las aderezó con una notable destreza oratoria.

“La corrupción nos ha costado y nos cuesta mucho. El abuso de los recursos públicos producto del esfuerzo ciudadano ha lastimado a muchos mexicanos, sobre todo quienes menos saben, menos tienen y menos pueden, a los olvidados, a los que carecen de casi todo mientras funcionarios corruptos se enriquecen a costa de su sufrimiento”.

El primero de abril de este año, el entonces candidato (hoy presidente electo), dijo en Ciudad Juárez que la principal propuesta de su movimiento político era “desterrar” la corrupción y la impunidad en el país.

El 21 de noviembre, ya electo como presidente, modificó su postura y precisó que, si se trata de juzgar y abrir expedientes, “tendríamos que empezar por los de arriba, la mafia del poder, y no lo vamos a hacer… castigaremos la corrupción que venga, ya no vamos a permitirla, pero para lo que pasó, es punto final”.

Claramente señaló que la misión principal del nuevo gobierno será, “y sobre aviso no hay engaño”, castigar a los corruptos, sea quien sea. En una entrevista con Ciro Gómez Leyva, dijo: “Yo sostengo que ya no debe haber simulación, que debemos actuar con justicia y honor a la verdad para castigar a los responsables…”, y agregó: “Pero lo que sostengo es lo mejor para el país, una decisión de Estado, un punto final y decir vamos a olvidar esa terrible historia. No me importa decepcionar a la gente que votó por mí”.

Soto Prieto enfatizó que decepciona profundamente que el candidato cuyo eje de campaña fue el combate a la corrupción y a la impunidad, hoy pretenda indultar a quienes tanto daño hicieron a México, y por supuesto a nuestro estado.

¿Cómo se lo explicará a los más vulnerables? A los que han sido despojados de una cama de hospital, que no tuvieron acceso a un medicamento o tratamiento oportuno. ¿Qué les dirá a niños y jóvenes que no tuvieron una oportunidad de educación?, cómo les va a responder a las familias que no tienen una casa, que no tienen agua o drenaje.

Afortunadamente aún puede rectificar. Si no lo hace, los ciudadanos tendremos que asumir las consecuencias de nuestros actos y hacer lo que nos corresponda para lograr que la justicia prevalezca en nuestro país; que quienes abusaron de sus cargos obligadamente enfrenten su responsabilidad, aunque las escaleras las tengamos que barrer de arriba para abajo. “Ojalá la esperanza de México no se convierta en la gran decepción de México”, dijo Soto Prieto.



alfredopineraguevara@gmail.com