/ martes 6 de julio de 2021

Niños con cáncer son golpistas

Ante la manifestación de niños con cáncer y sus papás exigiendo los medicamentos necesarios para su posible cura, la respuesta más estúpida, una más en su historial, del subsecretario de Salud Lopez Gatell, fue que los niños con cáncer eran unos golpistas al actual régimen, que querían derrocarlos. No cabe duda en manos de quién estamos, no les importa lo que suceda a los mexicanos, lo único que les importa es que no los toquen ni con el pétalo de una rosa, para poder continuar en el poder, del cual están a punto de caerse por tantas cosas mal hechas.

Recién llegado este gobierno en el 2018, al primer sector que atacó fue al farmacéutico, acusándolo de estar coludido con funcionarios del gobierno anterior, sin dar una sola prueba más que su dicho, como en todos los casos en el actual gobierno, y procedieron a cerrar la empresa trasnacional PISA, que es la que producía los medicamentos para el cáncer, sin investigar antes si lo podían conseguir con otros proveedores. El país se quedó en desabasto de medicamentos contra el cáncer, ya que la empresa clausurada era la única que los producía.

Pensaron que comprar medicamentos era tan sencillo como ir a la farmacia y comprar las medicinas que uno necesita, pero era mucho más complejo y se tardarían meses en que les pudieran abastecer los medicamentos por mayoreo.

Entonces vino aquel anuncio triunfalista de que habían llegado a un acuerdo con la ONU para que fuera este organismo internacional el que hiciera las compras de medicamentos para México, pero, ¿qué sucedió?, que la ONU le compró a la empresa PISA porque es la única que produce los medicamentos contra el cáncer y reiniciar la producción no fue fácil, ya que la empresa se había ido del país por la falta de garantías en México.

¿El gobierno reconoció su error? Nuncamente, dijo el ranchero, el actual gobierno ha sido incapaz de reconocer sus errores, que son muchos y que han costado miles de vidas, como es el caso del manejo de la pandemia del Covid-19, que un día dijeron que no era necesario el cubrebocas ni la sana distancia, que había que seguirnos abrazándonos y después decir todo lo contrario, luego dijeron que la pandemia ya se estaba controlando, cuando todavía íbamos de subida en casos de contagios y de muertes, al grado que nadie sabe con exactitud el número de muertes.

Mismo caso tenemos en el manejo de las vacunas, cuando en el país vecino del norte lo anuncian para todo mundo que quiera vacunarse, sin limitación alguna, acá en nuestro país todavía andamos aplicándolas electoralmente, como fue el caso de los dos millones de vacunas de una sola aplicación, Johnson y Johnson, que nos regaló el presidente norteamericano, Biden, para todas las poblaciones fronterizas y sólo las aplicaron en Baja California.

Por mucho menos que todas estas metidas de pata se cayeron muchos funcionarios en sexenios pasados, pero en la 4T es para los amigos, pase lo que pase.

Los niños con cáncer siguen esperando sus medicamentos.

Ante la manifestación de niños con cáncer y sus papás exigiendo los medicamentos necesarios para su posible cura, la respuesta más estúpida, una más en su historial, del subsecretario de Salud Lopez Gatell, fue que los niños con cáncer eran unos golpistas al actual régimen, que querían derrocarlos. No cabe duda en manos de quién estamos, no les importa lo que suceda a los mexicanos, lo único que les importa es que no los toquen ni con el pétalo de una rosa, para poder continuar en el poder, del cual están a punto de caerse por tantas cosas mal hechas.

Recién llegado este gobierno en el 2018, al primer sector que atacó fue al farmacéutico, acusándolo de estar coludido con funcionarios del gobierno anterior, sin dar una sola prueba más que su dicho, como en todos los casos en el actual gobierno, y procedieron a cerrar la empresa trasnacional PISA, que es la que producía los medicamentos para el cáncer, sin investigar antes si lo podían conseguir con otros proveedores. El país se quedó en desabasto de medicamentos contra el cáncer, ya que la empresa clausurada era la única que los producía.

Pensaron que comprar medicamentos era tan sencillo como ir a la farmacia y comprar las medicinas que uno necesita, pero era mucho más complejo y se tardarían meses en que les pudieran abastecer los medicamentos por mayoreo.

Entonces vino aquel anuncio triunfalista de que habían llegado a un acuerdo con la ONU para que fuera este organismo internacional el que hiciera las compras de medicamentos para México, pero, ¿qué sucedió?, que la ONU le compró a la empresa PISA porque es la única que produce los medicamentos contra el cáncer y reiniciar la producción no fue fácil, ya que la empresa se había ido del país por la falta de garantías en México.

¿El gobierno reconoció su error? Nuncamente, dijo el ranchero, el actual gobierno ha sido incapaz de reconocer sus errores, que son muchos y que han costado miles de vidas, como es el caso del manejo de la pandemia del Covid-19, que un día dijeron que no era necesario el cubrebocas ni la sana distancia, que había que seguirnos abrazándonos y después decir todo lo contrario, luego dijeron que la pandemia ya se estaba controlando, cuando todavía íbamos de subida en casos de contagios y de muertes, al grado que nadie sabe con exactitud el número de muertes.

Mismo caso tenemos en el manejo de las vacunas, cuando en el país vecino del norte lo anuncian para todo mundo que quiera vacunarse, sin limitación alguna, acá en nuestro país todavía andamos aplicándolas electoralmente, como fue el caso de los dos millones de vacunas de una sola aplicación, Johnson y Johnson, que nos regaló el presidente norteamericano, Biden, para todas las poblaciones fronterizas y sólo las aplicaron en Baja California.

Por mucho menos que todas estas metidas de pata se cayeron muchos funcionarios en sexenios pasados, pero en la 4T es para los amigos, pase lo que pase.

Los niños con cáncer siguen esperando sus medicamentos.