/ sábado 14 de mayo de 2022

No nos van a engañar

Por: Gabriel Díaz

En un mundo que necesita trabajo en equipo, respeto, unidad y una visión humana llega Morena, un partido que no piensa en la gente, que prefirió gastar más de 1,700 millones de pesos en un proceso que no beneficiaba a nadie ni a ellos mismos. Pero incluso con las violaciones a la ley, el ataque constante al Instituto Nacional Electoral y los millones de pesos gastados en publicidad, su ego tuvo que probar la triste derrota del desinterés ciudadano.

La política es relevante para el ciudadano, pero debe respetarse su tiempo; ellos no se dedican de tiempo completo a ella como nosotros. Las personas tienen cosas más importantes en qué pensar, ocuparse de sus trabajos, de su salud, de sus familias. AMLO quiso meterse de manera intrusiva en la vida de los ciudadanos. En muchos casos lo logró. Utilizando toda la fuerza del Estado mayor movieron multitudes en camiones para llevarlos a votar con la excusa de que las casillas estaban lejos. A otros les robó la paz amenazando con quitarles el apoyo que el mismo gobierno les proporcionó. En todos los casos impusieron un recurso de naturaleza ciudadana como proceso de gobierno para tratar de demostrar que siguen fuertes.

El resultado no les favoreció, no sólo quedó demostrado que su partido no tiene la fuerza de 2018, sino que además quedaron evidenciados hacia la ciudadanía el tipo de partido que son, falsificando actas, comprando votos y brincando la ley a placer, como si el país les perteneciera.

Quince millones de votos es el recuento final -contando votos coercidos, amenazados y manipulados-, pero qué son 15 millones de votos frente a más de 93 millones de personas en el padrón electoral, qué son 15 millones de votos en comparación con los 30 millones de ciudadanos que tanto presumía que los apoyaban. Qué son 15 millones de votos contra todos los que el día de la revocación conscientemente decidieron abstenerse de participar en esa simulación de democracia que montaron.

A los ciudadanos de Chihuahua sí les importa la política, en las elecciones pasadas quedó demostrado, están dispuestos a salir a las calles e incluso hacer fila para votar siempre y cuando su voto represente una toma de decisión importante; cuando su voto realmente haga una diferencia. La abstención activa también es una forma de expresión hacia la política y en la revocación de mandato la utilizaron muy bien.

Morena son unos políticos viejitos con ideas viejitas que quieren regresarnos a los 70 o a los 80, donde una sola persona tomaba todas las decisiones y piensan que ese es el camino correcto; nosotros no creemos eso, nosotros creemos en la libertad y la participación ciudadana. Creemos en la libertad de los ciudadanos para revocar, pero debe surgir el interés desde la sociedad como expresión real de su sentir. Nosotros siempre estaremos a favor de la sociedad, del buen uso de los recursos y de gobiernos que velen por el bienestar de todas las personas.


Por: Gabriel Díaz

En un mundo que necesita trabajo en equipo, respeto, unidad y una visión humana llega Morena, un partido que no piensa en la gente, que prefirió gastar más de 1,700 millones de pesos en un proceso que no beneficiaba a nadie ni a ellos mismos. Pero incluso con las violaciones a la ley, el ataque constante al Instituto Nacional Electoral y los millones de pesos gastados en publicidad, su ego tuvo que probar la triste derrota del desinterés ciudadano.

La política es relevante para el ciudadano, pero debe respetarse su tiempo; ellos no se dedican de tiempo completo a ella como nosotros. Las personas tienen cosas más importantes en qué pensar, ocuparse de sus trabajos, de su salud, de sus familias. AMLO quiso meterse de manera intrusiva en la vida de los ciudadanos. En muchos casos lo logró. Utilizando toda la fuerza del Estado mayor movieron multitudes en camiones para llevarlos a votar con la excusa de que las casillas estaban lejos. A otros les robó la paz amenazando con quitarles el apoyo que el mismo gobierno les proporcionó. En todos los casos impusieron un recurso de naturaleza ciudadana como proceso de gobierno para tratar de demostrar que siguen fuertes.

El resultado no les favoreció, no sólo quedó demostrado que su partido no tiene la fuerza de 2018, sino que además quedaron evidenciados hacia la ciudadanía el tipo de partido que son, falsificando actas, comprando votos y brincando la ley a placer, como si el país les perteneciera.

Quince millones de votos es el recuento final -contando votos coercidos, amenazados y manipulados-, pero qué son 15 millones de votos frente a más de 93 millones de personas en el padrón electoral, qué son 15 millones de votos en comparación con los 30 millones de ciudadanos que tanto presumía que los apoyaban. Qué son 15 millones de votos contra todos los que el día de la revocación conscientemente decidieron abstenerse de participar en esa simulación de democracia que montaron.

A los ciudadanos de Chihuahua sí les importa la política, en las elecciones pasadas quedó demostrado, están dispuestos a salir a las calles e incluso hacer fila para votar siempre y cuando su voto represente una toma de decisión importante; cuando su voto realmente haga una diferencia. La abstención activa también es una forma de expresión hacia la política y en la revocación de mandato la utilizaron muy bien.

Morena son unos políticos viejitos con ideas viejitas que quieren regresarnos a los 70 o a los 80, donde una sola persona tomaba todas las decisiones y piensan que ese es el camino correcto; nosotros no creemos eso, nosotros creemos en la libertad y la participación ciudadana. Creemos en la libertad de los ciudadanos para revocar, pero debe surgir el interés desde la sociedad como expresión real de su sentir. Nosotros siempre estaremos a favor de la sociedad, del buen uso de los recursos y de gobiernos que velen por el bienestar de todas las personas.