/ sábado 11 de mayo de 2019

No queremos otro presidente

Lo peor que le puede suceder a un pueblo es la división de sus habitantes, eso lo saben los grandes estrategas militares: divide y vencerás. Una gran forma de dividir a un pueblo es promoviendo el racismo y las ideologías diferentes entre sus habitantes; creo que a los mexicanos, entre broma y broma, ya nos está sucediendo, ya nos estamos dividiendo entre ser fifí o ser chairo. Aunque les diré que conozco a muchos chairos fifís.

Chairo es la denominación que se les da a los seguidores del presidente López Obrador, pero su significado en la Real Academia de la Lengua es de un platillo que se sirve en algunos países de América Latina. En México se comenzó a usar en las universidades para nombrar a los chicos que andaban fuera de este mundo, haciéndose e imaginándose cosas, luego evolucionó y así se llamó a los defensores de causas políticas y sociales siempre contra la derecha.

Fifí, según la RAE, significa “persona presumida y que se ocupa de seguir las modas” y quien lo popularizó fue precisamente AMLO, cuando dijo que el periódico Reforma era fifí, esto porque la prensa le cuestionaba sobre un pago de $58 millones a una empresa fantasma durante su campaña. De ahí en adelante la palabra resurgió, así que eres fifí si traes un mejor carro que en el que Obrador llegó a tomar protesta, eres fifí si eres licenciado, si viajas en avión o si perteneces a ese México que paga muchos impuestos para repartir entre los pobrecitos pobres que les dio flojera estudiar.

Finalmente, estimado lector, lectora, sea usted fifí o chairo, sé que como yo lo único que desea es paz social. Nadie quiere luchas largas por otro presidente, sólo queremos que deje de separarnos y de hacer trizas las instituciones que se crearon con tanto esfuerzo legislativo y social, cuya única falla es la corrupción, este cáncer social que padecemos los mexicanos.

Es peligroso dividirse, mejor unámonos para salir adelante. Que algún chairo o fifí se lo diga al oído al presidente. Gracias por leer mi humilde opinión, que tenga felices días.

www.silviagonzalez.com.mx

Lo peor que le puede suceder a un pueblo es la división de sus habitantes, eso lo saben los grandes estrategas militares: divide y vencerás. Una gran forma de dividir a un pueblo es promoviendo el racismo y las ideologías diferentes entre sus habitantes; creo que a los mexicanos, entre broma y broma, ya nos está sucediendo, ya nos estamos dividiendo entre ser fifí o ser chairo. Aunque les diré que conozco a muchos chairos fifís.

Chairo es la denominación que se les da a los seguidores del presidente López Obrador, pero su significado en la Real Academia de la Lengua es de un platillo que se sirve en algunos países de América Latina. En México se comenzó a usar en las universidades para nombrar a los chicos que andaban fuera de este mundo, haciéndose e imaginándose cosas, luego evolucionó y así se llamó a los defensores de causas políticas y sociales siempre contra la derecha.

Fifí, según la RAE, significa “persona presumida y que se ocupa de seguir las modas” y quien lo popularizó fue precisamente AMLO, cuando dijo que el periódico Reforma era fifí, esto porque la prensa le cuestionaba sobre un pago de $58 millones a una empresa fantasma durante su campaña. De ahí en adelante la palabra resurgió, así que eres fifí si traes un mejor carro que en el que Obrador llegó a tomar protesta, eres fifí si eres licenciado, si viajas en avión o si perteneces a ese México que paga muchos impuestos para repartir entre los pobrecitos pobres que les dio flojera estudiar.

Finalmente, estimado lector, lectora, sea usted fifí o chairo, sé que como yo lo único que desea es paz social. Nadie quiere luchas largas por otro presidente, sólo queremos que deje de separarnos y de hacer trizas las instituciones que se crearon con tanto esfuerzo legislativo y social, cuya única falla es la corrupción, este cáncer social que padecemos los mexicanos.

Es peligroso dividirse, mejor unámonos para salir adelante. Que algún chairo o fifí se lo diga al oído al presidente. Gracias por leer mi humilde opinión, que tenga felices días.

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