/ sábado 5 de enero de 2019

Nuestra personalidad y el nuevo gobierno

(La nueva cultura que nos quieren imponer)

Mario Góngora Hernández

“El carácter es el epítome del pasado del hombre y la profecía de su porvenir”.

“El carácter o personalidad se determina por el entorno social y la cultura a la que pertenece cada ser humano, lo cual ayuda a fijar la conducta y moralidad de la persona. Pero, ¿es lícito y moral que un individuo imponga sus decisiones y no cambie sus ideas por ninguna circunstancia tratando de que una nación entera piense como él en forma dogmática?

Nuestro carácter en lo individual, es el resultado de dos cosas: nuestra actitud mental y las diferentes formas en que empleamos nuestro tiempo, y esto es lo que nos hace lo que somos.

Lo que constituye nuestra personalidad es la huella visible que deja en nosotros nuestra conducta pasada, especialmente durante las adversidades a las que nos enfrentamos. Y sin embargo, dicho carácter no es fijo o estacionario, puede cambiar a diario y aún de hora en hora de acuerdo a las grandes leyes de la transformación (no nos referimos a la impuesta por el nuevo mesías) y según la importancia que cada uno da a su propia educación y estudio.

La nación, así como todo mexicano, sufre alteraciones como resultado del proceso continuo de decadencia y regeneración que nos ve transformados por el sueño de la noche anterior. El tiempo cambia nuestros ideales a medida que la vida se va presentando más vasta, más llena de las posibilidades ya ignoradas por el nuevo gobierno, lo que en lo individual nos permite formarnos un carácter más fuerte y más equilibrado que el que teníamos como niños o aún como nueva nación.

Actualmente el tal AMLO quiere abolir, acabar y erradicar el “neoliberalismo” programándonos para cambiar nuestra personalidad y que despreciemos a ese “odioso capitalismo”. Actualmente, el término “neoliberalismo” suele asociarse con políticas que implican apoyar una amplia liberalización de la economía, el libre comercio en general con grandes reducciones del gasto público y de impuestos, así como disminución de la intervención del Estado en la sociedad y la economía. Y Morena quiere todo esto al revés. La única solución que nos presenta es el “socialismo del siglo XXI, venezolano, cubano, o nicaragüense. Busca tener un control absoluto, como en esos países, del “pueblo” que al fin y al cabo lo aceptará porque es “muy sabio y bueno” y esta será la nueva cultura.

Nuestra nueva personalidad para Morena será la de aceptar igualar la pobreza, repartiendo la riqueza, algo posible sólo una vez; los sueldos, y al final de todo, las propiedades y lo más valioso: nuestra personalidad e integridad. Lo que debe entender este que se cree mesías es que lo que es moral para él, no se puede legislar.

(La nueva cultura que nos quieren imponer)

Mario Góngora Hernández

“El carácter es el epítome del pasado del hombre y la profecía de su porvenir”.

“El carácter o personalidad se determina por el entorno social y la cultura a la que pertenece cada ser humano, lo cual ayuda a fijar la conducta y moralidad de la persona. Pero, ¿es lícito y moral que un individuo imponga sus decisiones y no cambie sus ideas por ninguna circunstancia tratando de que una nación entera piense como él en forma dogmática?

Nuestro carácter en lo individual, es el resultado de dos cosas: nuestra actitud mental y las diferentes formas en que empleamos nuestro tiempo, y esto es lo que nos hace lo que somos.

Lo que constituye nuestra personalidad es la huella visible que deja en nosotros nuestra conducta pasada, especialmente durante las adversidades a las que nos enfrentamos. Y sin embargo, dicho carácter no es fijo o estacionario, puede cambiar a diario y aún de hora en hora de acuerdo a las grandes leyes de la transformación (no nos referimos a la impuesta por el nuevo mesías) y según la importancia que cada uno da a su propia educación y estudio.

La nación, así como todo mexicano, sufre alteraciones como resultado del proceso continuo de decadencia y regeneración que nos ve transformados por el sueño de la noche anterior. El tiempo cambia nuestros ideales a medida que la vida se va presentando más vasta, más llena de las posibilidades ya ignoradas por el nuevo gobierno, lo que en lo individual nos permite formarnos un carácter más fuerte y más equilibrado que el que teníamos como niños o aún como nueva nación.

Actualmente el tal AMLO quiere abolir, acabar y erradicar el “neoliberalismo” programándonos para cambiar nuestra personalidad y que despreciemos a ese “odioso capitalismo”. Actualmente, el término “neoliberalismo” suele asociarse con políticas que implican apoyar una amplia liberalización de la economía, el libre comercio en general con grandes reducciones del gasto público y de impuestos, así como disminución de la intervención del Estado en la sociedad y la economía. Y Morena quiere todo esto al revés. La única solución que nos presenta es el “socialismo del siglo XXI, venezolano, cubano, o nicaragüense. Busca tener un control absoluto, como en esos países, del “pueblo” que al fin y al cabo lo aceptará porque es “muy sabio y bueno” y esta será la nueva cultura.

Nuestra nueva personalidad para Morena será la de aceptar igualar la pobreza, repartiendo la riqueza, algo posible sólo una vez; los sueldos, y al final de todo, las propiedades y lo más valioso: nuestra personalidad e integridad. Lo que debe entender este que se cree mesías es que lo que es moral para él, no se puede legislar.