/ martes 17 de julio de 2018

Nueva realidad política

Después de los resultados de la pasada contienda electoral, no podemos dejar de percibir que ya existe una nueva realidad política en nuestro país y que el cansancio y el hartazgo de la gente, ahora sí literalmente, “han movido a México”.


A partir del primero de diciembre contaremos con un gobierno legitimado con la mayoría de los votos de los mexicanos inscritos en el padrón electoral y claro que la preocupación aflora en quienes han gozado de los privilegios del poder ahora amenazados ante la avalancha de los reproches expresados en las urnas.


Excepto en algunos espacios muy concentrados, Morena avanza como la mayor fuerza política del país a escasos cuatro años de su conformación como partido político.


El objetivo es transformar un sistema corrupto y corruptor y la única forma de cambiarlo es desde adentro y haciendo caso del dicho popular de que “para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo”, la suma de liderazgos que ahora deberán enfrentar un sistema diferente del gobierno al que estaban acostumbrados fue uno de los elementos que permitirán esta transición.


Eso significa que el trabajo a desarrollar debe ser como el barrer de las escaleras; “de arriba para abajo”.


En nuestro estado, el PRI queda reducido a unas cuantas posiciones mientras el PAN enfrenta la división entre marulistas y corralistas, donde sin duda el equipo de Maru Campos demuestra un mejor posicionamiento, como lo muestra su triunfo electoral, mientras que ante los errores y desfiguros de un gobernador que en su momento enarboló una bandera de justicia se ha quedado rezagado, ya que en la práctica Javier Corral ha demostrado lo selectivo que puede ser no sólo la aplicación misma de la “justicia para Chihuahua”, sino además el meter las manos en la administración y recomposición de temas como la elección de magistrados y jueces o la integración del grupo de notables que bajo su dirección van a escoger al famoso fiscal Anticorrupción.


Graves errores la indiferencia en asuntos de seguridad pública donde ni combate ni negocia, la pelea contra los medios de comunicación, la indolencia, el uso de la fuerza pública en asuntos de conflicto entre ciudadanos y gobierno, la intolerancia, represión y falta de capacidad para la resolución de conflictos, además de lo expresado líneas arriba, marcan la pauta de la caída en las preferencias electorales del gobierno corralista que, de seguir así, amenaza con acentuarse durante el camino a la siguiente contienda electoral.


Correo: vicmedina@hotmail.com


Después de los resultados de la pasada contienda electoral, no podemos dejar de percibir que ya existe una nueva realidad política en nuestro país y que el cansancio y el hartazgo de la gente, ahora sí literalmente, “han movido a México”.


A partir del primero de diciembre contaremos con un gobierno legitimado con la mayoría de los votos de los mexicanos inscritos en el padrón electoral y claro que la preocupación aflora en quienes han gozado de los privilegios del poder ahora amenazados ante la avalancha de los reproches expresados en las urnas.


Excepto en algunos espacios muy concentrados, Morena avanza como la mayor fuerza política del país a escasos cuatro años de su conformación como partido político.


El objetivo es transformar un sistema corrupto y corruptor y la única forma de cambiarlo es desde adentro y haciendo caso del dicho popular de que “para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo”, la suma de liderazgos que ahora deberán enfrentar un sistema diferente del gobierno al que estaban acostumbrados fue uno de los elementos que permitirán esta transición.


Eso significa que el trabajo a desarrollar debe ser como el barrer de las escaleras; “de arriba para abajo”.


En nuestro estado, el PRI queda reducido a unas cuantas posiciones mientras el PAN enfrenta la división entre marulistas y corralistas, donde sin duda el equipo de Maru Campos demuestra un mejor posicionamiento, como lo muestra su triunfo electoral, mientras que ante los errores y desfiguros de un gobernador que en su momento enarboló una bandera de justicia se ha quedado rezagado, ya que en la práctica Javier Corral ha demostrado lo selectivo que puede ser no sólo la aplicación misma de la “justicia para Chihuahua”, sino además el meter las manos en la administración y recomposición de temas como la elección de magistrados y jueces o la integración del grupo de notables que bajo su dirección van a escoger al famoso fiscal Anticorrupción.


Graves errores la indiferencia en asuntos de seguridad pública donde ni combate ni negocia, la pelea contra los medios de comunicación, la indolencia, el uso de la fuerza pública en asuntos de conflicto entre ciudadanos y gobierno, la intolerancia, represión y falta de capacidad para la resolución de conflictos, además de lo expresado líneas arriba, marcan la pauta de la caída en las preferencias electorales del gobierno corralista que, de seguir así, amenaza con acentuarse durante el camino a la siguiente contienda electoral.


Correo: vicmedina@hotmail.com