La transparencia y la información de los asuntos públicos son una obligación de todos los gobernantes y un derecho de todos los ciudadanos.
El ejercicio que realiza el presidente de la república, López Obrador, de poner la agenda de información en las manos de los periodistas que preguntan diariamente sobre cuestiones públicas que refieren al gobierno federal, sin duda es inédito a ese nivel, pero además marca una nueva forma de gobernar de cara al pueblo.
O ¿cuándo habíamos visto a un periodista, en televisión nacional, increpar al presidente de la república?, confundiendo el tema pero fomentando el debate sobre el mismo.
Porque el debate entre Jorge Ramos y Andrés Manuel se centró en las cifras sobre ejecuciones; mientras el periodista señalaba sobre el total de homicidios presentados durante su gobierno (decía que poco más de 8 mil), el presidente se refería al promedio diario de homicidios por mes; en diciembre, 79 homicidios diarios para un total de 2,449; en enero, 75, (2,325); en febrero, 83, (2,324); y en marzo, 77, (2,387). Así, en los primeros cuatro meses del nuevo gobierno, se registraron 9,485 homicidios, lo que llevaría, si las cifras continúan igual, a una proyección anual de 28 mil 455 homicidios.
En cambio, en 2018 se registraron 34 mil 202 asesinatos, lo que da un promedio diario de 91 víctimas, por lo que no es aceptable la idea de que ha habido un incremento en los homicidios dolosos si se hace comparando proyecciones anuales.
Sin embargo, el ejercicio muestra la apertura para abrir el debate y esto representa un avance en la democracia, tal vez lo que le falta al presidente es una mejor preparación de los temas y sobre todo contar con mayor información ya que algunos temas resultan desconocidos para él, por ser competencia del Poder Legislativo o del Poder Judicial.
Pero las “mañaneras”, como le llaman a las conferencias de prensa en Palacio Nacional, sin duda son un espacio de oportunidad para los periodistas que asisten ya que pueden, libremente, preguntar sobre cualquier tema que les sea importante logrando información de primera mano del presidente de la república y de los principales miembros de su gabinete.
Personalmente, creo que el presidente se equivoca cuando dice que tiene el “derecho de réplica” ante señalamientos que le han hecho, creo más bien que tiene la obligación de informarle a un pueblo que aspira a una forma distinta de gobernar, con honestidad y transparencia como lo ofrece, contrario a como lo hicieron sus antecesores.
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