Al momento de escribir las presentes líneas se cumple una semana de haber acudido a las urnas, algunos siguen contentos por los resultados y otros asumiendo un resultado adverso con la inteligencia de que se trata de un ejercicio democrático donde el pueblo habló. Quienes no han superado aún lo que la mayoría eligió, pronto lo harán, no les queda de otra.
El partido Morena fue el gran triunfador de la contienda electoral, los motivos pueden ser varios pero el de mayor peso obedece a que el ciudadano harto de los partidos hegemónicos decidió darle la oportunidad al que consideraron representaba un verdadero cambio. Veremos.
Nos encontramos escribiendo estas letras desde la hermosa ciudad de Puebla, capital del estado del mismo nombre, donde Morena no logró la gubernatura, no obstante, no aceptó el resultado en primera instancia argumentando fraude por parte del Partido Acción Nacional, es decir, ganaron prácticamente en todos lados y donde no lo lograron fue porque hubo fraude o trampa. Actitud que le resta congruencia, confianza e importancia al partido de moda.
Tenemos presidente electo, la responsabilidad de todos es grande, por una parte como vigilantes de que se cumpla con lo prometido y por otro lado como ciudadanos de un país al que le urge la solidaridad de sus habitantes. Vamos pues.
Punto y aparte
Desde este espacio un abrazo a mi compañera Moraima Duque por la partida física de su hermana Lilia. En paz descanse.
