/ martes 5 de mayo de 2020

Pandemia y autoritarismo

El coronavirus mostró con claridad hasta dónde ha llegado en algunos casos el divorcio entre la teoría y la práctica de la democracia: Sheri Berman


Es una obligación ciudadana el continuar con las medidas precautorias ante la pandemia ocasionada por el coronavirus. La afectación a cerca de tres millones y medio de personas en un mundo donde vivimos alrededor de siete mil millones de seres humanos constituye un 0.05% de la población afectada que requiere del necesario cuidado para no disparar el número de enfermos y colocar en una situación crítica a los servicios de salud mundiales que poco se han preocupado por prepararse para enfrentar una contingencia de gran tamaño a lo largo de los últimos años.


Las medidas adoptadas sin duda son molestas pero necesarias, no por la peligrosidad de la enfermedad sino por la deficiente infraestructura de salud donde el personal se está “fajando” para luchar contra la pandemia, cosa que hay que reconocer y valorar.


Hoy por hoy, el país más poderoso de la tierra, los Estados Unidos, enfrenta el mayor número de casos con una diferencia abismal sobre España, Italia y Reino Unido que ocupan los primeros lugares en el mundo y que juntos representan más del 50% de casos confirmados en el planeta.


Nuestro país enfrenta con responsabilidad la pandemia; cerca de 22 mil casos con alrededor de 2 mil defunciones en un país de 130 millones de personas es la estadística oficial que nos proporcionan las autoridades de salud responsables del control y seguimiento de la crisis.


En nuestro estado suman poco más de 500 personas con la enfermedad y cerca de 100 defunciones. Sin duda es lamentable la pérdida de vidas que se extiende por el coronavirus, pero no debemos de dejar de lado las desgracias que ya conocemos de otro tipo de enfermedades, así como las acciones del crimen organizado que suman más defunciones que el propio Covid-19 y que dañan gravemente nuestra sociedad.


Pero además, los tiempos de la pandemia han despertado el autoritarismo en ciertos elementos adscritos a la seguridad pública, funcionarios y gobernantes que con la mano en la cintura imponen sus ideas violando los más elementales derechos ciudadanos.


Por ello es necesario reforzar el respeto a los derechos humanos, la solidaridad con los más afectados y la responsabilidad de gobernantes al ejercer su gobierno, ya que las cifras no dan para declarar el estado de excepción, donde el Estado, sólo a través de sus órganos legislativos, podría suprimir las garantías plasmadas en nuestra Carta Magna.

¡Esta crisis pasará, no lo dudemos!


Correo: vicmedina@hotmail.com

El coronavirus mostró con claridad hasta dónde ha llegado en algunos casos el divorcio entre la teoría y la práctica de la democracia: Sheri Berman


Es una obligación ciudadana el continuar con las medidas precautorias ante la pandemia ocasionada por el coronavirus. La afectación a cerca de tres millones y medio de personas en un mundo donde vivimos alrededor de siete mil millones de seres humanos constituye un 0.05% de la población afectada que requiere del necesario cuidado para no disparar el número de enfermos y colocar en una situación crítica a los servicios de salud mundiales que poco se han preocupado por prepararse para enfrentar una contingencia de gran tamaño a lo largo de los últimos años.


Las medidas adoptadas sin duda son molestas pero necesarias, no por la peligrosidad de la enfermedad sino por la deficiente infraestructura de salud donde el personal se está “fajando” para luchar contra la pandemia, cosa que hay que reconocer y valorar.


Hoy por hoy, el país más poderoso de la tierra, los Estados Unidos, enfrenta el mayor número de casos con una diferencia abismal sobre España, Italia y Reino Unido que ocupan los primeros lugares en el mundo y que juntos representan más del 50% de casos confirmados en el planeta.


Nuestro país enfrenta con responsabilidad la pandemia; cerca de 22 mil casos con alrededor de 2 mil defunciones en un país de 130 millones de personas es la estadística oficial que nos proporcionan las autoridades de salud responsables del control y seguimiento de la crisis.


En nuestro estado suman poco más de 500 personas con la enfermedad y cerca de 100 defunciones. Sin duda es lamentable la pérdida de vidas que se extiende por el coronavirus, pero no debemos de dejar de lado las desgracias que ya conocemos de otro tipo de enfermedades, así como las acciones del crimen organizado que suman más defunciones que el propio Covid-19 y que dañan gravemente nuestra sociedad.


Pero además, los tiempos de la pandemia han despertado el autoritarismo en ciertos elementos adscritos a la seguridad pública, funcionarios y gobernantes que con la mano en la cintura imponen sus ideas violando los más elementales derechos ciudadanos.


Por ello es necesario reforzar el respeto a los derechos humanos, la solidaridad con los más afectados y la responsabilidad de gobernantes al ejercer su gobierno, ya que las cifras no dan para declarar el estado de excepción, donde el Estado, sólo a través de sus órganos legislativos, podría suprimir las garantías plasmadas en nuestra Carta Magna.

¡Esta crisis pasará, no lo dudemos!


Correo: vicmedina@hotmail.com