Para que exista el perdón primero tiene que haber justicia. ¿Y cómo va a haber justicia en México con 31 millones de delitos registrados en 2017?
La “amnistía” ya está aquí, llegó hace años y se llama impunidad.
No, este no es un refrán aplicado a los negocios, es aplicado a la soberbia, indiferencia o impotencia de nuestros gobernantes, sobre todo a la oferta política de amnistía de López Obrador para lograr la paz y eliminar la corrupción.
Me regreso a los 31 millones de delitos en 2017. Son los delitos registrados. Vamos haciendo números con la información del dominio público de varias instituciones que persiguen el delito y la transparencia de los gobiernos. Primero hay que tomar en cuenta que se denuncia solamente entre el 6 y 10% de los delitos cometidos (Políticas Públicas Ethos). Si esto es así, podríamos concluir que se cometieron 310 millones de delitos: en un país de 112 millones. ¡3 delitos por mexicano!
Otro dato: según Indice de impunidad México, de un bajo 7% de delitos denunciados solamente hay sentencias para el 4.46% de los casos. Así que “do the math”: solamente se sentencia al 0.31% de los delitos denunciados. En pocas palabras: de los delitos cometidos el 99.79% son impunes.
Con ese nivel de impunidad en la no aplicación de la justicia no podrá haber perdón. Así que ¿Cuál es la novedad con la amnistía? La amnistía ya está de facto, ya es una triste y lamentable realidad: es la abominable impunidad.
Nada menos el miércoles 15 de agosto en la edición de El Heraldo se reafirman las estadísticas: “Impunidad de hasta 94% por huachicoleo”. Pemex presentó 10 mil denuncias. Solamente 1,827 personas fueron detenidas en flagrancia… y solamente 109 personas fueron dejadas en prisión preventiva. ¡Para llorar! El 1% “posiblemente sea castigado”.
Con estos datos, ¿Ustedes creen que los criminales de todo tipo estén preocupados? ¡Para nada! Y si pasa algo, ese algo es que no les pasará nada. Y más aún, si pasa algo más: ya les llegará la impunidad. Será interesante ver las comedias que nos esperan de argumentos para estos temas.
De nuevo disculparán que me salga del tema de las empresas familiares, pero con estas situaciones no es posible dejar de expresar ideas que invariablemente perjudican el entorno de los negocios: la inseguridad de negocios y familias empresarias.
