/ jueves 28 de julio de 2022

Parches

Por ROBERTA CORTAZAR B.

Todo tiene un origen, pero ya en situaciones asentadas es incómodo averiguarlo, por eso se recurre a los parches, para evitar irse al porqué de lo que ocasiona una circunstancia incómoda. En la familia tenemos episodios de crisis, y nos enfocamos en la persona que en ese momento salta ante el mal funcionamiento del sistema. El “sentido común” manda al del problema al sicólogo, un parche inmediato para que la familia vuelva a equilibrarse. ¡Pero el asunto empieza desde los papás! El sistema falla desde los adultos y algún hijo lo hace notar, pero sólo nos enfocamos en el problemático del momento que grita con sus actitudes: Algo anda mal con todos.

Si te ubicas en el TODO empiezas a reunir a las personas y los alrededores y te incluyes en el origen de la situación como participante en los resultados, pero muchas veces la soberbia de sentir que estamos bien no nos deja ver que participamos en un resultado que viene también de nosotros.

Los parches están a la orden del día, los gobiernos y partidos políticos tienen una vulcanizadora tremenda, están muy ocupados rodando en caminos llenos de filosas incongruencias que los ponchan a cada rato, pero están dotados de tapujos que toleran los conformistas, los barberos, los que hacen negocios con el poder, los ignorantes. Y si por ahí salta alguno que se atreva a levantar un parche, habrá que neutralizarlo.

También los parches son populares en industrias y empresas que ofrecen al público un producto con orígenes muy oscuros en cuestión de daños al ser humano y al medio ambiente. Sus anuncios se valen de todo para mostrar puro beneficio y por medio de manipulación, seducción y o miedo, atrapan a las masas que los hacen millonarios.

Es agradable ver ciudades limpias, ordenadas, funcionales, admirar espacios naturales espectaculares donde empresarios y autoridades enseñan sólo imágenes bonitas para un público que vive o visita los lugares, pero hay un tremendo parche de apariencia en este aspecto, he recorrido playas donde se yerguen edificios muy bonitos con jardines hermosos, lugares turísticos de “primera” pero ¿Qué hay detrás de la “limpieza” que ostentan? Devastación de recursos naturales, requerimiento de una cantidad de agua que, aunque sea escasa hay que sacarla de donde sea para satisfacer al cliente. ¡Los alrededores no importan, mientras no estén a la vista! Como aniquilación de ecosistemas, montañas de basura, asentamientos de cientos de trabajadores de la construcción en condiciones muy precarias, un esclavismo moderno que exprime al empleado e ignora sus necesidades. Sobre este parche turístico estamos los que nos beneficiamos de hoteles y negocios de todo tipo, que nos ofrecen la más maravillosa experiencia vacacional. Es hora de levantar los parches que todos sujetamos por conveniencia y comodidad, duele despegarlos, pero cuando la verdad sale a la luz, también las soluciones.

¡A disfrutar esta vida terrena, pero con responsabilidad! Infórmate y fórmate. Tu moderación cuenta.

ROBERTA CORTAZAR B.

Por ROBERTA CORTAZAR B.

Todo tiene un origen, pero ya en situaciones asentadas es incómodo averiguarlo, por eso se recurre a los parches, para evitar irse al porqué de lo que ocasiona una circunstancia incómoda. En la familia tenemos episodios de crisis, y nos enfocamos en la persona que en ese momento salta ante el mal funcionamiento del sistema. El “sentido común” manda al del problema al sicólogo, un parche inmediato para que la familia vuelva a equilibrarse. ¡Pero el asunto empieza desde los papás! El sistema falla desde los adultos y algún hijo lo hace notar, pero sólo nos enfocamos en el problemático del momento que grita con sus actitudes: Algo anda mal con todos.

Si te ubicas en el TODO empiezas a reunir a las personas y los alrededores y te incluyes en el origen de la situación como participante en los resultados, pero muchas veces la soberbia de sentir que estamos bien no nos deja ver que participamos en un resultado que viene también de nosotros.

Los parches están a la orden del día, los gobiernos y partidos políticos tienen una vulcanizadora tremenda, están muy ocupados rodando en caminos llenos de filosas incongruencias que los ponchan a cada rato, pero están dotados de tapujos que toleran los conformistas, los barberos, los que hacen negocios con el poder, los ignorantes. Y si por ahí salta alguno que se atreva a levantar un parche, habrá que neutralizarlo.

También los parches son populares en industrias y empresas que ofrecen al público un producto con orígenes muy oscuros en cuestión de daños al ser humano y al medio ambiente. Sus anuncios se valen de todo para mostrar puro beneficio y por medio de manipulación, seducción y o miedo, atrapan a las masas que los hacen millonarios.

Es agradable ver ciudades limpias, ordenadas, funcionales, admirar espacios naturales espectaculares donde empresarios y autoridades enseñan sólo imágenes bonitas para un público que vive o visita los lugares, pero hay un tremendo parche de apariencia en este aspecto, he recorrido playas donde se yerguen edificios muy bonitos con jardines hermosos, lugares turísticos de “primera” pero ¿Qué hay detrás de la “limpieza” que ostentan? Devastación de recursos naturales, requerimiento de una cantidad de agua que, aunque sea escasa hay que sacarla de donde sea para satisfacer al cliente. ¡Los alrededores no importan, mientras no estén a la vista! Como aniquilación de ecosistemas, montañas de basura, asentamientos de cientos de trabajadores de la construcción en condiciones muy precarias, un esclavismo moderno que exprime al empleado e ignora sus necesidades. Sobre este parche turístico estamos los que nos beneficiamos de hoteles y negocios de todo tipo, que nos ofrecen la más maravillosa experiencia vacacional. Es hora de levantar los parches que todos sujetamos por conveniencia y comodidad, duele despegarlos, pero cuando la verdad sale a la luz, también las soluciones.

¡A disfrutar esta vida terrena, pero con responsabilidad! Infórmate y fórmate. Tu moderación cuenta.

ROBERTA CORTAZAR B.

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