/ domingo 12 de septiembre de 2021

Peligran las democracias 

Por: José Luis Jáquez Balderrama

Crece el poder autócrata y populista en América Latina

Modifican la constitución a su “antojo”

Los órganos autónomos y medios, “en la mira”

Las democracias se están muriendo en el mundo, principalmente en América Latina. Y no es por “asaltos o golpes de Estado”, como ocurría, ahora empieza con el debilitamiento en las urnas, luego el ataque sistemático a las oposiciones y finalmente el control de instituciones y organismos autónomos.

El llamado al equilibrio y contrapeso del poder parece ser parte del pasado y el fenómeno más reciente se registró en El Salvador, donde la mayoría en el congreso, liderada por el partido del presidente Nayib Bukele, aprobó una reforma que jubila automáticamente a los jueces y fiscales con más de 60 años de edad. El fin es quitar “enemigos” y aumentar el poder.

En Nicaragua, el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, fueron proclamados por el congreso como candidatos a un cuarto mandato. Las elecciones (la simulación electoral) serán el próximo 7 de noviembre de este año.

Todos los adversarios políticos de la “familia presidencial” están encarcelados o fuera del país, como son los dueños del periódico La Prensa.

Nicaragua se ha quedado sin periódicos independientes impresos. El último medio que criticó a Daniel Ortega fue La Prensa, fundado en 1926. El pasado 12 de agosto de este año emitió la que podría ser su última edición en papel a causa de la retención del papel que le impuso el gobierno izquierdista.


“La dictadura retiene nuestro papel, pero no puede ocultar la verdad”, tituló el diario en su última noticia impresa. El periódico migró al medio digital, pero el gobierno les confiscó el equipo y cerraron el edificio.

Estos temas son tratados con profundidad en el libro “Cómo mueren las democracias”, escrito por Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, investigadores de la Universidad de Harvard.

Los dos politólogos manejan que la democracia funciona siempre que se apoya en dos normas: la tolerancia mutua y la contención institucional. Su lectura y análisis es obligada para todos los mexicanos.

Aportan reflexiones respecto al obrar de líderes populistas y sus efectos sociales, como sucedió en Chile, Venezuela, Bolivia, Turquía y Hungría. Y sin dejar a un lado a Donal Trump.

En dichos países se dio el rechazo (o débil aceptación) de las reglas democráticas del juego; la negación de la legitimidad de adversarios políticos, intolerancia o fomento de la violencia y predisposición a restringir las libertades civiles de la oposición, incluidos los medios de comunicación.

Dicen: “Capturando a los árbitros, comprando o debilitando a los opositores, reescribiendo las reglas del juego, los dirigentes electos pueden establecer una ventana decisiva (y permanente) frente a sus adversarios. Y dado que estas medidas se llevan a cabo de manera paulatina y bajo aparente legalidad, la deriva hacia el autoritarismo no siempre hace saltar las alarmas. La ciudadanía suele tardar en darse cuenta de que la democracia está siendo desmantelada, aunque ello suceda a ojos vista”.

Agregan: “Una de las grandes ironías de por qué mueren las democracias es que la defensa en sí de la democracia suele esgrimirse como pretexto para su subversión. Los autócratas en potencia suelen usar las crisis económicas, los desastres naturales, y sobre todo, las amenazas de seguridad ( sean guerras, insurgencias armadas o atentados terroristas) para justificar la adopción de medidas antidemocráticas”.

Es más, ni las constituciones bien diseñadas pueden por sí solas garantizar la democracia. Para empezar, toda constitución es incompleta. Pero, con el poder en sus manos, los dictadores o populistas, las modifican, ahí están los ejemplos en Venezuela, El Salvador y Nicaragua.

Los dos estudiosos de Harvard puntualizan: “Debido a las lagunas legales y otras ambigüedades inherentes a todos los sistemas legales, no es posible confiar en que las constituciones sirvan, por sí solas, para salvaguardar la democracia frente a posibles autócratas”.

“Dios nunca ha dotado a ningún estadista o filósofo, o conjunto de ellos, de sabiduría suficiente para armar un sistema gubernamental intachable”, escribió el ex presidente de los Estados Unidos Benjamín Harrinson.

Las instituciones y órganos autónomos se encuentran en constante amenaza del poder en México. Es un tema que los mexicanos no debemos pasar por alto.

La situación por la que atraviesan las democracias es crítica, sobre todo en América, por lo que es importante fortalecer el equilibrio y separación de poderes.

Asimismo alcanzar la negociación y construcción de acuerdos en beneficio y fortalecimiento del sistema político y democrático. Es el camino correcto.

Nos pueden seguir: palabrapropia@hotmail.com twitter@palabrapropia

Antena Radio 102.5 FM, de lunes a viernes de cinco a seis de la tarde


Por: José Luis Jáquez Balderrama

Crece el poder autócrata y populista en América Latina

Modifican la constitución a su “antojo”

Los órganos autónomos y medios, “en la mira”

Las democracias se están muriendo en el mundo, principalmente en América Latina. Y no es por “asaltos o golpes de Estado”, como ocurría, ahora empieza con el debilitamiento en las urnas, luego el ataque sistemático a las oposiciones y finalmente el control de instituciones y organismos autónomos.

El llamado al equilibrio y contrapeso del poder parece ser parte del pasado y el fenómeno más reciente se registró en El Salvador, donde la mayoría en el congreso, liderada por el partido del presidente Nayib Bukele, aprobó una reforma que jubila automáticamente a los jueces y fiscales con más de 60 años de edad. El fin es quitar “enemigos” y aumentar el poder.

En Nicaragua, el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, fueron proclamados por el congreso como candidatos a un cuarto mandato. Las elecciones (la simulación electoral) serán el próximo 7 de noviembre de este año.

Todos los adversarios políticos de la “familia presidencial” están encarcelados o fuera del país, como son los dueños del periódico La Prensa.

Nicaragua se ha quedado sin periódicos independientes impresos. El último medio que criticó a Daniel Ortega fue La Prensa, fundado en 1926. El pasado 12 de agosto de este año emitió la que podría ser su última edición en papel a causa de la retención del papel que le impuso el gobierno izquierdista.


“La dictadura retiene nuestro papel, pero no puede ocultar la verdad”, tituló el diario en su última noticia impresa. El periódico migró al medio digital, pero el gobierno les confiscó el equipo y cerraron el edificio.

Estos temas son tratados con profundidad en el libro “Cómo mueren las democracias”, escrito por Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, investigadores de la Universidad de Harvard.

Los dos politólogos manejan que la democracia funciona siempre que se apoya en dos normas: la tolerancia mutua y la contención institucional. Su lectura y análisis es obligada para todos los mexicanos.

Aportan reflexiones respecto al obrar de líderes populistas y sus efectos sociales, como sucedió en Chile, Venezuela, Bolivia, Turquía y Hungría. Y sin dejar a un lado a Donal Trump.

En dichos países se dio el rechazo (o débil aceptación) de las reglas democráticas del juego; la negación de la legitimidad de adversarios políticos, intolerancia o fomento de la violencia y predisposición a restringir las libertades civiles de la oposición, incluidos los medios de comunicación.

Dicen: “Capturando a los árbitros, comprando o debilitando a los opositores, reescribiendo las reglas del juego, los dirigentes electos pueden establecer una ventana decisiva (y permanente) frente a sus adversarios. Y dado que estas medidas se llevan a cabo de manera paulatina y bajo aparente legalidad, la deriva hacia el autoritarismo no siempre hace saltar las alarmas. La ciudadanía suele tardar en darse cuenta de que la democracia está siendo desmantelada, aunque ello suceda a ojos vista”.

Agregan: “Una de las grandes ironías de por qué mueren las democracias es que la defensa en sí de la democracia suele esgrimirse como pretexto para su subversión. Los autócratas en potencia suelen usar las crisis económicas, los desastres naturales, y sobre todo, las amenazas de seguridad ( sean guerras, insurgencias armadas o atentados terroristas) para justificar la adopción de medidas antidemocráticas”.

Es más, ni las constituciones bien diseñadas pueden por sí solas garantizar la democracia. Para empezar, toda constitución es incompleta. Pero, con el poder en sus manos, los dictadores o populistas, las modifican, ahí están los ejemplos en Venezuela, El Salvador y Nicaragua.

Los dos estudiosos de Harvard puntualizan: “Debido a las lagunas legales y otras ambigüedades inherentes a todos los sistemas legales, no es posible confiar en que las constituciones sirvan, por sí solas, para salvaguardar la democracia frente a posibles autócratas”.

“Dios nunca ha dotado a ningún estadista o filósofo, o conjunto de ellos, de sabiduría suficiente para armar un sistema gubernamental intachable”, escribió el ex presidente de los Estados Unidos Benjamín Harrinson.

Las instituciones y órganos autónomos se encuentran en constante amenaza del poder en México. Es un tema que los mexicanos no debemos pasar por alto.

La situación por la que atraviesan las democracias es crítica, sobre todo en América, por lo que es importante fortalecer el equilibrio y separación de poderes.

Asimismo alcanzar la negociación y construcción de acuerdos en beneficio y fortalecimiento del sistema político y democrático. Es el camino correcto.

Nos pueden seguir: palabrapropia@hotmail.com twitter@palabrapropia

Antena Radio 102.5 FM, de lunes a viernes de cinco a seis de la tarde