/ martes 2 de octubre de 2018

Peña Nieto, el peor presidente de México

Todos los presidentes, gobernadores y alcaldes han robado, con algunas honrosas excepciones, pero nunca habían robado como en estos últimos sexenios. Peña Nieto ha sido el que no sólo ha robado como ninguno, sino ha protegido a sus gobernadores del PRI, que también le metieron la mano al cajón y se llevaron el dinero del pueblo de México.

Cuando Peña Nieto se da cuenta que su popularidad va en picada con el tema de los 43 de Ayotzinapa, el escándalo de la “casa blanca”, residencias en Malinalco, Ixtapan de la Sal y otras linduras de muchos millones de pesos, sale en julio de 2016 a pedir perdón por televisión nacional: “Y en esto reconozco que cometí un error, la ‘casa blanca’, no obstante que me conduje conforme a la ley, este error afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y daño la confianza en el gobierno”, agregó: “En carne propia sentí la irritación de los mexicanos, lo entiendo perfectamente, por eso con toda humildad, les pido perdón”.

¿Cuándo habíamos visto al hombre más poderoso del país pidiendo perdón al pueblo de México? Pensamos que a dos años del término de su gobierno, el hombre estaba sinceramente arrepentido del mal causado y que quería enderezar el rumbo para terminar un poco mejor de como estaba en popularidad, que en ese momento era abajo del 40% de aprobación, algo nunca visto.

Resultó que andábamos muy alejados de ello. En este último año, Peña Nieto se ha dedicado a liberar o simplemente no proceder en contra de sus amigos gobernadores priistas, como la burla en la sentencia de Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, que se robó miles de millones y lo condenaron a nueve años de cárcel, de los cuales ya lleva dos y si se porta bien, lo cual no hay duda, saldrá en los próximos 3.5 años, pero lo más grave es la multa de $58,000 que le impusieron, es decir que en tres años sale a disfrutar todo lo robado al pueblo de Veracruz. Si alguien vuela un drone sin permiso, la multa es de $450,000, no hay comparación.

El otro Duarte, de Chihuahua, ha sido protegido por Peña Nieto y no solicitan su aprehensión y extradición a México, pero adicionalmente, ordenan liberar a la Coneja Gutiérrez, ex secretario general adjunto del PRI Nacional, quien en contubernio con servidores públicos del gobierno de Duarte robó más de 250 millones del pueblo de Chihuahua.

Aberrante la liberación de la Coneja, quien deberá permanecer en la ciudad de Chihuahua con un grillete permanente para poderlo ubicar, pero igual o más aberrante es la liberación de la Maestra Elba Esther Gordillo, líder de los maestros que compró casas en San Diego, California, por más de seis millones de dólares, y además sale echando bravatas, que la Reforma Educativa va para atrás, no habrá exámenes para ver la preparación de los maestros, que es con el ánimo de mejorar la educación, pero al sindicato no le interesa mejorar.

Un sexenio donde se ha liberado a secuestradores (Nestora, que ahora ya es senadora de Morena), ladrones, narcos como Caro Quintero. Un sexenio de los más malos de la historia.


Peña Nieto, el malo de los presidentes.




Todos los presidentes, gobernadores y alcaldes han robado, con algunas honrosas excepciones, pero nunca habían robado como en estos últimos sexenios. Peña Nieto ha sido el que no sólo ha robado como ninguno, sino ha protegido a sus gobernadores del PRI, que también le metieron la mano al cajón y se llevaron el dinero del pueblo de México.

Cuando Peña Nieto se da cuenta que su popularidad va en picada con el tema de los 43 de Ayotzinapa, el escándalo de la “casa blanca”, residencias en Malinalco, Ixtapan de la Sal y otras linduras de muchos millones de pesos, sale en julio de 2016 a pedir perdón por televisión nacional: “Y en esto reconozco que cometí un error, la ‘casa blanca’, no obstante que me conduje conforme a la ley, este error afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y daño la confianza en el gobierno”, agregó: “En carne propia sentí la irritación de los mexicanos, lo entiendo perfectamente, por eso con toda humildad, les pido perdón”.

¿Cuándo habíamos visto al hombre más poderoso del país pidiendo perdón al pueblo de México? Pensamos que a dos años del término de su gobierno, el hombre estaba sinceramente arrepentido del mal causado y que quería enderezar el rumbo para terminar un poco mejor de como estaba en popularidad, que en ese momento era abajo del 40% de aprobación, algo nunca visto.

Resultó que andábamos muy alejados de ello. En este último año, Peña Nieto se ha dedicado a liberar o simplemente no proceder en contra de sus amigos gobernadores priistas, como la burla en la sentencia de Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, que se robó miles de millones y lo condenaron a nueve años de cárcel, de los cuales ya lleva dos y si se porta bien, lo cual no hay duda, saldrá en los próximos 3.5 años, pero lo más grave es la multa de $58,000 que le impusieron, es decir que en tres años sale a disfrutar todo lo robado al pueblo de Veracruz. Si alguien vuela un drone sin permiso, la multa es de $450,000, no hay comparación.

El otro Duarte, de Chihuahua, ha sido protegido por Peña Nieto y no solicitan su aprehensión y extradición a México, pero adicionalmente, ordenan liberar a la Coneja Gutiérrez, ex secretario general adjunto del PRI Nacional, quien en contubernio con servidores públicos del gobierno de Duarte robó más de 250 millones del pueblo de Chihuahua.

Aberrante la liberación de la Coneja, quien deberá permanecer en la ciudad de Chihuahua con un grillete permanente para poderlo ubicar, pero igual o más aberrante es la liberación de la Maestra Elba Esther Gordillo, líder de los maestros que compró casas en San Diego, California, por más de seis millones de dólares, y además sale echando bravatas, que la Reforma Educativa va para atrás, no habrá exámenes para ver la preparación de los maestros, que es con el ánimo de mejorar la educación, pero al sindicato no le interesa mejorar.

Un sexenio donde se ha liberado a secuestradores (Nestora, que ahora ya es senadora de Morena), ladrones, narcos como Caro Quintero. Un sexenio de los más malos de la historia.


Peña Nieto, el malo de los presidentes.