/ jueves 6 de enero de 2022

Perfil humano | 2022, ¿otro año de pandemia?

Finalizó el 2021 con expectativas de recuperación debido al crecimiento económico logrado en este año, aunque también con la amenaza de una pandemia que persiste ahora con su nueva variante Ómicron.

Una vez finalizadas las festividades decembrinas inicia este año nuevo con cierta incertidumbre debido a que el crecimiento económico deseable depende en buena medida del desarrollo de Covid-19.

Una muestra de ello fue la distinta manera de festejar el arribo del 2022 en el mundo, pues mientras en varias metrópolis hubo fuegos artificiales y concentraciones en las principales capitales europeas se cancelaron las celebraciones públicas debido al aumento de contagios.

En la última semana de diciembre se registraron más de un millón de contagios diarios en el mundo, probando así el alto grado de transmisión de la nueva variante. En Estados Unidos fueron casi 200 mil diarios con hospitalizaciones de miles de niños.

En este país, a pesar del fuerte impulso que el presidente Biden al empezar su gobierno le dio a la vacunación, aún existen significativos porcentajes de ciudadanos que no se han vacunado debido a sus creencias de toda índole.

Rusia se convirtió en el segundo país con más muertes por el virus en el mundo superando a Brasil, aunque nuestro país, sin llegar oficialmente en el 2021 a los 300 mil fallecimientos, continúa también en los primeros lugares internacionales.

Y en Latinoamérica es Argentina la que ya superó los 50 mil contagios diarios mientras que en México llegaron a unos diez mil, esparciéndose la Ómicron ya en buena parte de las entidades del país.

Si el 2021 fue un poco mejor que el 2020 cuando empezó la pandemia, los deseos serían lógicamente que este 2022 se pueda superar con una mayor vacunación y con una tendencia a que sea menos perjudicial para la población.

Sin embargo, los máximos históricos que se están registrando del coronavirus en diversas naciones como las citadas no deja de ser una alerta sobre la amenaza de una nueva oleada en todo el mundo. Por ello la OMS recomendó no celebrar fiestas y evitar los actos multitudinarios, lo cual aplicaron algunos países, pero otros no como el nuestro.

La realidad es que la forma de enfrentar la pandemia varía no sólo entre las naciones y las culturas sino inclusive individualmente debido a la complicada naturaleza humana.

La cuestión se complica con la intervención de los intereses políticos y económicos pues los gobernantes prefieren mostrar buenos resultados mientras que los empresarios se debaten también con la sobrevivencia de sus empresas.

El problema es, pues, complejo y no existe una receta para poderlo resolver por lo que se debe afrontar con los medios y posibilidades con que cada participante cuente, pero sin dejar de estar consciente de que la prioridad es la salud y la vida tanto de uno como la de los demás.

La debacle por lo tanto continúa siendo que la pandemia no ha terminado, por lo que tenemos que seguir afrontándola y soportando limitaciones de todo tipo, como lo hemos hecho en los dos últimos años. De todas formas, esperemos que en este año el panorama mejore para todos, lo cual creo es una aspiración común que tenemos como humanidad.



Finalizó el 2021 con expectativas de recuperación debido al crecimiento económico logrado en este año, aunque también con la amenaza de una pandemia que persiste ahora con su nueva variante Ómicron.

Una vez finalizadas las festividades decembrinas inicia este año nuevo con cierta incertidumbre debido a que el crecimiento económico deseable depende en buena medida del desarrollo de Covid-19.

Una muestra de ello fue la distinta manera de festejar el arribo del 2022 en el mundo, pues mientras en varias metrópolis hubo fuegos artificiales y concentraciones en las principales capitales europeas se cancelaron las celebraciones públicas debido al aumento de contagios.

En la última semana de diciembre se registraron más de un millón de contagios diarios en el mundo, probando así el alto grado de transmisión de la nueva variante. En Estados Unidos fueron casi 200 mil diarios con hospitalizaciones de miles de niños.

En este país, a pesar del fuerte impulso que el presidente Biden al empezar su gobierno le dio a la vacunación, aún existen significativos porcentajes de ciudadanos que no se han vacunado debido a sus creencias de toda índole.

Rusia se convirtió en el segundo país con más muertes por el virus en el mundo superando a Brasil, aunque nuestro país, sin llegar oficialmente en el 2021 a los 300 mil fallecimientos, continúa también en los primeros lugares internacionales.

Y en Latinoamérica es Argentina la que ya superó los 50 mil contagios diarios mientras que en México llegaron a unos diez mil, esparciéndose la Ómicron ya en buena parte de las entidades del país.

Si el 2021 fue un poco mejor que el 2020 cuando empezó la pandemia, los deseos serían lógicamente que este 2022 se pueda superar con una mayor vacunación y con una tendencia a que sea menos perjudicial para la población.

Sin embargo, los máximos históricos que se están registrando del coronavirus en diversas naciones como las citadas no deja de ser una alerta sobre la amenaza de una nueva oleada en todo el mundo. Por ello la OMS recomendó no celebrar fiestas y evitar los actos multitudinarios, lo cual aplicaron algunos países, pero otros no como el nuestro.

La realidad es que la forma de enfrentar la pandemia varía no sólo entre las naciones y las culturas sino inclusive individualmente debido a la complicada naturaleza humana.

La cuestión se complica con la intervención de los intereses políticos y económicos pues los gobernantes prefieren mostrar buenos resultados mientras que los empresarios se debaten también con la sobrevivencia de sus empresas.

El problema es, pues, complejo y no existe una receta para poderlo resolver por lo que se debe afrontar con los medios y posibilidades con que cada participante cuente, pero sin dejar de estar consciente de que la prioridad es la salud y la vida tanto de uno como la de los demás.

La debacle por lo tanto continúa siendo que la pandemia no ha terminado, por lo que tenemos que seguir afrontándola y soportando limitaciones de todo tipo, como lo hemos hecho en los dos últimos años. De todas formas, esperemos que en este año el panorama mejore para todos, lo cual creo es una aspiración común que tenemos como humanidad.