/ jueves 9 de septiembre de 2021

Perfil humano | Chihuahua en verde y el cambio de poderes en el estado

Por: Eduardo Fernández Armendáriz

Por primera vez desde que inició la pandemia y se utiliza el semáforo epidemiológico el estado de Chihuahua se encuentra en verde y junto con Chiapas son las únicos en el país con este color.

El tránsito del amarillo al verde implica una mayor apertura de las actividades, aunque algunas de ellas aún con un foro limitado o con la aplicación de medidas preventivas. No debe interpretarse erróneamente como que ya el estado está libre de coronavirus, por lo que es recomendable continuar con las acciones sanitarias aplicadas hasta ahora.

Las otras entidades que permanecen en naranja son 17 y en amarillo 13, entre estas últimas la Ciudad de México, donde, de acuerdo con sus autoridades, la epidemia ha ido a la baja.

No deja de extrañar que no haya ningún estado en color rojo, o sea riesgo muy alto, pues aún en la semana pasada se registró el mayor número de muertes diarias registradas por el coronavirus, una cantidad superior a los mil fallecimientos.

Los indicadores oficiales nacionales muestran en general una tendencia a la baja que puede revertirse con la apertura de las aulas escolares en todo el territorio nacional, lo cual sólo se conocerá hasta el fin de mes o el siguiente, pues la pandemia aunque haya menguado continúa presente en todo el país.

Ahora bien, la duda sigue vigente de que esta mejoría sea más por motivos políticos que en base a conocimientos científicos, pues se da cuando se incrementa la tercera ola.

Es probable que la vacunación haya influido en que una buena parte de los casos ya no requieran hospitalización, uno de los principales indicadores, o que ya la mayoría de los mexicanos de una u otra forma hayan adquirido el virus, por lo que se está dando cierto grado de inmunidad.

El riesgo de estar en un color más permisivo como el verde es que se dejen atrás las medidas preventivas y se pueda incrementar el contagio, sobre todo con las nuevas variantes del coronavirus.

En algunos países para enfrentar a estas variantes, nueve clasificadas y 13 pendientes de hacerlo, ya están aplicando una tercera dosis de refuerzo. En México ni siquiera se ha tratado esta posibilidad para continuar disminuyendo los contagios y desde luego las muertes.

Bueno, ni siquiera se ha contemplado oficialmente la vacunación de los menores de edad, a pesar de que ahora con las clases presenciales estarán más expuestos. Este es un paso pendiente que debe dar el Estado mexicano para lograr la cobertura de toda su población.

El riesgo de que en invierno haya una cuarta ola más complicada con las tradicionales enfermedades respiratorias es un factor que debería tomarse en cuenta para continuar con la campaña de vacunación, la que al parecer va a ser permanente como se hace con otros virus.

En este entorno favorable del color verde se dará el cambio este mes de poderes en Chihuahua, el que hasta ahora al menos aparentemente ha sido tranquilo, sobre todo porque se dará la continuidad partidista en lo que concierne a la gubernatura y las diputaciones locales.

Los conflictos se darán después de hacerse cargo los nuevos funcionarios, pues es cuando se darán cuenta de la real y crítica situación de los municipios y del estado en conjunto. El equipo de transición de la gobernadora ya informó que Corral dejaba un déficit financiero calculado en unos 14 mil millones de pesos y una deuda de 64 mil millones de pesos.

Chihuahua ha estado castigado en los últimos años, primero con un gobernador depredador (que ahora en una carta abierta se declara inocente) y luego por la deuda que éste dejó, para después enfrentar una severa sequía, la animadversión del gobierno federal y para rematar la pandemia.

Sólo queda esperar que este verde permanezca y sea símbolo de esperanza de que las cosas mejoren en toda la entidad y el país.


Por: Eduardo Fernández Armendáriz

Por primera vez desde que inició la pandemia y se utiliza el semáforo epidemiológico el estado de Chihuahua se encuentra en verde y junto con Chiapas son las únicos en el país con este color.

El tránsito del amarillo al verde implica una mayor apertura de las actividades, aunque algunas de ellas aún con un foro limitado o con la aplicación de medidas preventivas. No debe interpretarse erróneamente como que ya el estado está libre de coronavirus, por lo que es recomendable continuar con las acciones sanitarias aplicadas hasta ahora.

Las otras entidades que permanecen en naranja son 17 y en amarillo 13, entre estas últimas la Ciudad de México, donde, de acuerdo con sus autoridades, la epidemia ha ido a la baja.

No deja de extrañar que no haya ningún estado en color rojo, o sea riesgo muy alto, pues aún en la semana pasada se registró el mayor número de muertes diarias registradas por el coronavirus, una cantidad superior a los mil fallecimientos.

Los indicadores oficiales nacionales muestran en general una tendencia a la baja que puede revertirse con la apertura de las aulas escolares en todo el territorio nacional, lo cual sólo se conocerá hasta el fin de mes o el siguiente, pues la pandemia aunque haya menguado continúa presente en todo el país.

Ahora bien, la duda sigue vigente de que esta mejoría sea más por motivos políticos que en base a conocimientos científicos, pues se da cuando se incrementa la tercera ola.

Es probable que la vacunación haya influido en que una buena parte de los casos ya no requieran hospitalización, uno de los principales indicadores, o que ya la mayoría de los mexicanos de una u otra forma hayan adquirido el virus, por lo que se está dando cierto grado de inmunidad.

El riesgo de estar en un color más permisivo como el verde es que se dejen atrás las medidas preventivas y se pueda incrementar el contagio, sobre todo con las nuevas variantes del coronavirus.

En algunos países para enfrentar a estas variantes, nueve clasificadas y 13 pendientes de hacerlo, ya están aplicando una tercera dosis de refuerzo. En México ni siquiera se ha tratado esta posibilidad para continuar disminuyendo los contagios y desde luego las muertes.

Bueno, ni siquiera se ha contemplado oficialmente la vacunación de los menores de edad, a pesar de que ahora con las clases presenciales estarán más expuestos. Este es un paso pendiente que debe dar el Estado mexicano para lograr la cobertura de toda su población.

El riesgo de que en invierno haya una cuarta ola más complicada con las tradicionales enfermedades respiratorias es un factor que debería tomarse en cuenta para continuar con la campaña de vacunación, la que al parecer va a ser permanente como se hace con otros virus.

En este entorno favorable del color verde se dará el cambio este mes de poderes en Chihuahua, el que hasta ahora al menos aparentemente ha sido tranquilo, sobre todo porque se dará la continuidad partidista en lo que concierne a la gubernatura y las diputaciones locales.

Los conflictos se darán después de hacerse cargo los nuevos funcionarios, pues es cuando se darán cuenta de la real y crítica situación de los municipios y del estado en conjunto. El equipo de transición de la gobernadora ya informó que Corral dejaba un déficit financiero calculado en unos 14 mil millones de pesos y una deuda de 64 mil millones de pesos.

Chihuahua ha estado castigado en los últimos años, primero con un gobernador depredador (que ahora en una carta abierta se declara inocente) y luego por la deuda que éste dejó, para después enfrentar una severa sequía, la animadversión del gobierno federal y para rematar la pandemia.

Sólo queda esperar que este verde permanezca y sea símbolo de esperanza de que las cosas mejoren en toda la entidad y el país.