El fin de semana pasado se registró el mayor número de contagios y muertes en Chihuahua durante el 2021: 328 y 45, respectivamente, de acuerdo a la Secretaría de Salud estatal.
En el estado el número de contagios suma más de 60 mil y de fallecimientos es mayor a los 6 mil, la mitad de los primeros son del municipio de Juárez y la cuarta parte de esta capital. Sin embargo, Juárez permanece en amarillo y la ciudad de Chihuahua en naranja restrictivo.
Ahora bien, el problema es que de acuerdo a la dependencia citada se ha dado una tendencia al alza del número de casos de Covid-19 a partir de la segunda semana de marzo, por lo que algunos municipios de la entidad están en riesgo de llegar a rojo o continuar con el mismo color, lo cual decidirá el Consejo Estatal de Salud.
La OMS continúa alertando sobre una tercera ola de coronavirus, la cual puede ser más perjudicial que las anteriores, por lo que en México no se deberían dejar a un lado las medidas preventivas como se está haciendo debido a una relativa estabilidad en algunos estados.
En Europa han aumentado los casos obligando a los gobiernos a decretar estados de emergencia y restringir las actividades públicas, lo cual desde luego afecta sus economías, sobre todo la de los que dependen en buena medida del turismo, como España y Francia.
Mientras continúa la vacunación se plantea la disyuntiva de retornar a la normalidad o continuar con las medidas restrictivas. La debacle no es fácil y menos cuando la pandemia ya tiene más de un año afectando a la mayor parte de la población mundial.
Las nuevas cepas, más peligrosas y contagiosas, no dejan de ser una activa alarma de que la situación podría empeorar, por lo que cualquier medida que se aplique debe ser calculada en base a datos objetivos y no de intereses políticos, como sucede en nuestro país ahora en temporada electoral.
Por lo pronto en Campeche inician clases, pues ha sido el único estado que ha permanecido en verde y supuestamente ya vacunaron a todos los maestros.
El experimento en esta entidad deberá ser estudiado para conocer las repercusiones de abrir las aulas y de probar si se cuenta con la infraestructura sanitaria adecuada para hacerlo en todos los sitios, pues en algunos carecen hasta de agua potable.
La necesaria apertura de actividades, sobre todo económicas, debe realizarse aplicando las medidas preventivas y las condiciones de cada sector. Asimismo, se debe tener más cuidado en las actividades sociales, pues como lo advierten algunos dirigentes empresariales, de poco sirve cubrir los requisitos en los negocios si no se toman los mismos cuidados en las reuniones de tipo social.
No deja de extrañar por eso que en pleno ascenso de contagios se permita la reapertura de salones y granjas, aunque sea en forma limitada con una asistencia del 30 por ciento.
El asunto es complejo y no existe una fórmula única para enfrentar la pandemia, sino la aplicación generalizada de la prevención adecuada y evitar la relajación descuidada que se da bajo el pretexto de festejos y vacaciones. El problema es que si no se hace lo adecuado entonces se podría dar un retroceso que afectará aún más la existencia de todos.
