/ jueves 23 de junio de 2022

Perfil humano | La quinta ola de Covid-19

Por: Eduardo Fernández Armendáriz

El Covid-19 vuelve a surgir con fuerza en el país al darse en seis días de la semana pasada poco más de 62 mil contagios registrados, o sea un promedio de casi nueve mil casos diarios.

Si se toma en cuenta el número a inicios del mes de junio los contagios se han cuadruplicado en lo que se considera ya como una quinta oleada del coronavirus. En contraste con las otras olas el número de muertes es más bajo, por lo que las variables de Ómicron son tal vez más contagiosas, pero menos letales.

Pese al obvio repunte de la pandemia los gobiernos no han actuado para prevenir que se generalice el contagio de nueva cuenta como se hizo anteriormente en las otras olas.

Como se canceló el indicador epidemiológico ha quedado a criterio de los gobiernos estatales las medidas para prevenir los contagios. La falta de un criterio nacional podría propiciar que se extienda la enfermedad y regresemos a medidas drásticas como en el pasado reciente.

México ha sido uno de los países con más fallecimientos por Covid-19, más de 600 mil de acuerdo a la OMS, aunque oficialmente sólo se contemplen más de 300 mil.

No sólo en nuestro país se abandonan las medidas preventivas, pues en el vecino del norte algunos estados ya no exigen el cubrebocas. La flexibilización de las normas para fomentar la economía puede ocasionar una quinta oleada que afecte las actividades como lo hizo en el pasado.

La vacunación ha sido un buen paliativo para evitar decesos, mas no contagios, por lo que se debe continuar con la aplicación de la misma a la mayoría de los habitantes del mundo.

Sin embargo la disminución del contagio del coronavirus en los últimos meses ha causado una despreocupación por parte de los gobiernos que ahora actúan como si ya no existiera la pandemia.

La realidad es que sigue presente el coronavirus y aunque menos letal continúa siendo una amenaza para la salud pública sobre todo en las poblaciones más vulnerables.

Al menos en nuestra entidad los chihuahuenses continuamos con las medidas preventivas, aunque ya una buena parte no las acata confiados en que no se contagiarán, lo cual es obviamente un error como lo demuestran los casos que se dieron en el pasado reciente.

Sin llegar a aplicar confinamientos drásticos como actualmente lo hacen en China sí debemos estar conscientes que algo hemos avanzado, pero aún no se ha erradica el coronavirus y por ende el peligro de un contagio colectivo.

En cuanto a las autoridades es tiempo de que dejen su política complaciente de que ya no hay pandemia y se regrese a la aplicación de medidas preventivas graduales para evitar en el futuro un mal mayor como lo sería una nueva generalización de casos de Covid-19.

Es lógico que a nadie nos gustan las restricciones en las actividades cotidianas, pero éstas a final de cuentas son un mal menor si tomamos en cuenta las consecuencias de no aplicarlas.

Una nueva propagación de la pandemia sería gravosa no sólo para la salud, sino también para una economía afectada por la alta inflación y una sequía que ya afecta al 77% del territorio nacional.

La prevención es la estrategia que se debe continuar aplicando aunque pudiera parecer exagerada, por lo cual ante esta quinta ola de Covid-19 no sólo hay que tener conciencia de continuar actuando con las habituales medidas preventivas, sino también tratar de evitar las situaciones que puedan ocasionar una mayor propagación de la enfermedad.

efernandezarmendariz@gmail.com


Por: Eduardo Fernández Armendáriz

El Covid-19 vuelve a surgir con fuerza en el país al darse en seis días de la semana pasada poco más de 62 mil contagios registrados, o sea un promedio de casi nueve mil casos diarios.

Si se toma en cuenta el número a inicios del mes de junio los contagios se han cuadruplicado en lo que se considera ya como una quinta oleada del coronavirus. En contraste con las otras olas el número de muertes es más bajo, por lo que las variables de Ómicron son tal vez más contagiosas, pero menos letales.

Pese al obvio repunte de la pandemia los gobiernos no han actuado para prevenir que se generalice el contagio de nueva cuenta como se hizo anteriormente en las otras olas.

Como se canceló el indicador epidemiológico ha quedado a criterio de los gobiernos estatales las medidas para prevenir los contagios. La falta de un criterio nacional podría propiciar que se extienda la enfermedad y regresemos a medidas drásticas como en el pasado reciente.

México ha sido uno de los países con más fallecimientos por Covid-19, más de 600 mil de acuerdo a la OMS, aunque oficialmente sólo se contemplen más de 300 mil.

No sólo en nuestro país se abandonan las medidas preventivas, pues en el vecino del norte algunos estados ya no exigen el cubrebocas. La flexibilización de las normas para fomentar la economía puede ocasionar una quinta oleada que afecte las actividades como lo hizo en el pasado.

La vacunación ha sido un buen paliativo para evitar decesos, mas no contagios, por lo que se debe continuar con la aplicación de la misma a la mayoría de los habitantes del mundo.

Sin embargo la disminución del contagio del coronavirus en los últimos meses ha causado una despreocupación por parte de los gobiernos que ahora actúan como si ya no existiera la pandemia.

La realidad es que sigue presente el coronavirus y aunque menos letal continúa siendo una amenaza para la salud pública sobre todo en las poblaciones más vulnerables.

Al menos en nuestra entidad los chihuahuenses continuamos con las medidas preventivas, aunque ya una buena parte no las acata confiados en que no se contagiarán, lo cual es obviamente un error como lo demuestran los casos que se dieron en el pasado reciente.

Sin llegar a aplicar confinamientos drásticos como actualmente lo hacen en China sí debemos estar conscientes que algo hemos avanzado, pero aún no se ha erradica el coronavirus y por ende el peligro de un contagio colectivo.

En cuanto a las autoridades es tiempo de que dejen su política complaciente de que ya no hay pandemia y se regrese a la aplicación de medidas preventivas graduales para evitar en el futuro un mal mayor como lo sería una nueva generalización de casos de Covid-19.

Es lógico que a nadie nos gustan las restricciones en las actividades cotidianas, pero éstas a final de cuentas son un mal menor si tomamos en cuenta las consecuencias de no aplicarlas.

Una nueva propagación de la pandemia sería gravosa no sólo para la salud, sino también para una economía afectada por la alta inflación y una sequía que ya afecta al 77% del territorio nacional.

La prevención es la estrategia que se debe continuar aplicando aunque pudiera parecer exagerada, por lo cual ante esta quinta ola de Covid-19 no sólo hay que tener conciencia de continuar actuando con las habituales medidas preventivas, sino también tratar de evitar las situaciones que puedan ocasionar una mayor propagación de la enfermedad.

efernandezarmendariz@gmail.com