/ jueves 12 de agosto de 2021

Perfil humano | Tercera ola: retroceso del semáforo y avance de la pandemia

Por: Eduardo Fernández Armendáriz

La tercera oleada del coronavirus avanza significativamente en todo el país y así lo demuestra el retroceso del semáforo de riesgo epidemiológico que estableció la Secretaría de Salud la semana pasada.

Así, de un solo estado en rojo, Sinaloa, ahora serán siete los que tendrán este color, entre ellos la Ciudad de México. La jefa de gobierno se negó a aceptar esta calificación y aseveró que seguirían en naranja aunque el aumento de contagios continúa aceleradamente en la capital mexicana.

Chihuahua, debido a la baja incidencia del coronavirus, continuará en amarillo, lo cual desde luego debe ser un incentivo para aplicar más medidas preventivas y no relajar las existentes, pues de lo contrario con la incidencia de la variante delta en poco tiempo se podría regresar a rojo.

Además de nuestra entidad estarán otras ocho en amarillo: Baja California, Coahuila, Aguascalientes, Guanajuato, Morelos, Tabasco, Campeche y Yucatán. La única que continuará en verde será Chiapas.

En naranja se encuentran 15 estados, casi la mitad, entre ellos el Estado de México, Puebla y Quintana Roo.

El avance del coronavirus es evidente, pues ya se llegó a más de 21 mil contagios diarios, cantidad registrada en enero de este año. La curva había bajado permitiendo una mayor apertura de las actividades, pero las vacaciones fueron un factor de mayor incidencia sobre todo en los centros turísticos.

La vacunación aún no cubre la mitad de la población, sobre todo a los jóvenes, siendo ahora los que más se han enfermado y hospitalizado.

A pesar de que la tercera ola está creciendo rápidamente, las autoridades federales continúan con su postura de iniciar clases presenciales en este mes, lo cual dependerá de los gobiernos locales y la decisión que tomen los padres de familia.

Para ello modificaron a la educación como actividad esencial, por lo que se deberá impartir presencialmente la educación en todos los niveles. Nadie niega la necesidad de la normalización de los centros educativos, pero todo indica que este no es precisamente el tiempo adecuado para llevar a cabo el retorno a las aulas.

El problema del contagio se complica, pues éste continúa aún en las personas que se hayan vacunado, por lo que se debe continuar con las restricciones sociales aplicadas hasta ahora, como lo están haciendo más drásticamente en Nuevo León debido a los altos niveles que se han registrado en las últimas semanas.

Ahora bien, la reanudación de las actividades económicas en este año alentó el crecimiento que algunos especialistas calculan podría ser hasta de un 6% del PIB.

Si además se recuerda que tuvimos elecciones intermedias, la socialización mejoró, pero la situación sanitaria no, por lo que se empiezan a pagar las consecuencias de esta tregua en la cual parecía que se había estabilizado a la baja la incidencia de la pandemia.

De nueva cuenta se da la debacle entre la necesidad de satisfacer las necesidades básicas y proteger la salud, por lo que las decisiones que se tomen al respecto siguiendo o no al semáforo epidemiológico serán cruciales para afrontar con éxito esta tercera ola del coronavirus.

Por: Eduardo Fernández Armendáriz

La tercera oleada del coronavirus avanza significativamente en todo el país y así lo demuestra el retroceso del semáforo de riesgo epidemiológico que estableció la Secretaría de Salud la semana pasada.

Así, de un solo estado en rojo, Sinaloa, ahora serán siete los que tendrán este color, entre ellos la Ciudad de México. La jefa de gobierno se negó a aceptar esta calificación y aseveró que seguirían en naranja aunque el aumento de contagios continúa aceleradamente en la capital mexicana.

Chihuahua, debido a la baja incidencia del coronavirus, continuará en amarillo, lo cual desde luego debe ser un incentivo para aplicar más medidas preventivas y no relajar las existentes, pues de lo contrario con la incidencia de la variante delta en poco tiempo se podría regresar a rojo.

Además de nuestra entidad estarán otras ocho en amarillo: Baja California, Coahuila, Aguascalientes, Guanajuato, Morelos, Tabasco, Campeche y Yucatán. La única que continuará en verde será Chiapas.

En naranja se encuentran 15 estados, casi la mitad, entre ellos el Estado de México, Puebla y Quintana Roo.

El avance del coronavirus es evidente, pues ya se llegó a más de 21 mil contagios diarios, cantidad registrada en enero de este año. La curva había bajado permitiendo una mayor apertura de las actividades, pero las vacaciones fueron un factor de mayor incidencia sobre todo en los centros turísticos.

La vacunación aún no cubre la mitad de la población, sobre todo a los jóvenes, siendo ahora los que más se han enfermado y hospitalizado.

A pesar de que la tercera ola está creciendo rápidamente, las autoridades federales continúan con su postura de iniciar clases presenciales en este mes, lo cual dependerá de los gobiernos locales y la decisión que tomen los padres de familia.

Para ello modificaron a la educación como actividad esencial, por lo que se deberá impartir presencialmente la educación en todos los niveles. Nadie niega la necesidad de la normalización de los centros educativos, pero todo indica que este no es precisamente el tiempo adecuado para llevar a cabo el retorno a las aulas.

El problema del contagio se complica, pues éste continúa aún en las personas que se hayan vacunado, por lo que se debe continuar con las restricciones sociales aplicadas hasta ahora, como lo están haciendo más drásticamente en Nuevo León debido a los altos niveles que se han registrado en las últimas semanas.

Ahora bien, la reanudación de las actividades económicas en este año alentó el crecimiento que algunos especialistas calculan podría ser hasta de un 6% del PIB.

Si además se recuerda que tuvimos elecciones intermedias, la socialización mejoró, pero la situación sanitaria no, por lo que se empiezan a pagar las consecuencias de esta tregua en la cual parecía que se había estabilizado a la baja la incidencia de la pandemia.

De nueva cuenta se da la debacle entre la necesidad de satisfacer las necesidades básicas y proteger la salud, por lo que las decisiones que se tomen al respecto siguiendo o no al semáforo epidemiológico serán cruciales para afrontar con éxito esta tercera ola del coronavirus.