/ domingo 7 de noviembre de 2021

Periodismo, una profesión de alto riesgo 

Matar a un periodista supone “un acto prácticamente gratuito y sin riesgos”

99% de los asesinatos quedan impunes en México

Por: José Luis Jáquez Balderrama

Además de la situación de emergencia provocada por la pandemia y la crisis económica, se agrega un panorama negro para las libertades, sobre todo en el ejercicio del periodismo.

Y es que el periodismo se ha convertido en una profesión de alto riesgo, principalmente en Somalia, Siria, Irak, Afganistán, México, Venezuela, Nicaragua y Cuba.

De 1992 a la fecha más de 1,400 periodistas han perdido la vida en forma violenta en todo el mundo. Y ocho de cada diez asesinatos en la última década siguen impunes.

Y es México el territorio con más periodistas asesinados en 2020 en América Latina, por lo que se le considera como el más peligroso para ejercer la libertad de expresión. Esto lo ratifican los organismos internacionales Artículo 19 y Reporteros Sin Fronteras.

Los periodistas son atacados de forma regular en sus casas o mientras cubren la información sobre temas de corrupción, malversación de fondos públicos, lavado de dinero, delincuencia común y el crimen organizado. Y ha florecido otra amenaza: la llamada narcopolítica.

Los ataques, amenazas y crímenes atentan contra el derecho de la sociedad a estar informada. Asimismo afecta el diálogo, la paz y el buen gobierno. El tipo de noticias que son “silenciadas” con estos delitos es exactamente el tipo de información que la sociedad necesita.

Ausencia de justicia es de “carácter endémico”

La Asamblea General de la ONU declaró el 2 de noviembre como Día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas. Se aprobó una resolución en la que exige a los estados miembros de las Naciones Unidas verdaderas acciones para prevenir la violencia y que los responsables rindan cuentas ante la justicia.

En tanto la Federación Internacional de Periodistas (FIP), fundada en París en 1926 y que tiene registrado en su organización el mayor número de periodistas a nivel mundial, señaló que en dos tercios de los casos los asesinos “no son identificados” y que “probablemente nunca lo serán”.

La FIP aseguró que es una dura realidad de violencia, ya que matar a un periodista supone “un acto prácticamente gratuito y sin riesgos”. “Su asesinato se ha convertido en la forma más barata y fácil de silenciar periodistas que incomodan con su trabajo”, sentenció.

En México el 99 por ciento de los delitos (principalmente asesinatos) contra los periodistas están sin resolverse. Situación similar a la que se vive en Somalía Afganistán, Cuba, Nicaragua o Venezuela). Son países donde existe inestabilidad política, populismo, mucha corrupción y la debilidad de los mecanismos judiciales.

En la última década, un total de 278 periodistas fueron asesinados en el mundo. De estos casos, 226 continúan impunes.

México -considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, con más de un centenar de comunicadores asesinados desde el año 2000- se ubicó por segundo año consecutivo en sexta posición de la lista de las naciones donde la justicia no resuelve los casos. La ausencia de justicia es de “carácter endémico”.

En lo que va de 2021, al menos siete periodistas han perdido la vida en forma violenta en nuestro país.

La libertad de expresión como el derecho del ciudadano a estar informado nunca gozará una plena protección hasta que los responsables de cometer los delitos contra profesionales de la información sean llevados ante la justicia.

Por tratarse de un problema grave, toca a las instituciones que conforman el Estado mexicano defender y garantizar el derecho a la libertad de expresión.


Nos pueden seguir: palabrapropia@hotmail.com twiter@palabrapropia

Antena Radio 102.5 FM, de lunes a viernes de cinco a seis de la tarde.

Matar a un periodista supone “un acto prácticamente gratuito y sin riesgos”

99% de los asesinatos quedan impunes en México

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Además de la situación de emergencia provocada por la pandemia y la crisis económica, se agrega un panorama negro para las libertades, sobre todo en el ejercicio del periodismo.

Y es que el periodismo se ha convertido en una profesión de alto riesgo, principalmente en Somalia, Siria, Irak, Afganistán, México, Venezuela, Nicaragua y Cuba.

De 1992 a la fecha más de 1,400 periodistas han perdido la vida en forma violenta en todo el mundo. Y ocho de cada diez asesinatos en la última década siguen impunes.

Y es México el territorio con más periodistas asesinados en 2020 en América Latina, por lo que se le considera como el más peligroso para ejercer la libertad de expresión. Esto lo ratifican los organismos internacionales Artículo 19 y Reporteros Sin Fronteras.

Los periodistas son atacados de forma regular en sus casas o mientras cubren la información sobre temas de corrupción, malversación de fondos públicos, lavado de dinero, delincuencia común y el crimen organizado. Y ha florecido otra amenaza: la llamada narcopolítica.

Los ataques, amenazas y crímenes atentan contra el derecho de la sociedad a estar informada. Asimismo afecta el diálogo, la paz y el buen gobierno. El tipo de noticias que son “silenciadas” con estos delitos es exactamente el tipo de información que la sociedad necesita.

Ausencia de justicia es de “carácter endémico”

La Asamblea General de la ONU declaró el 2 de noviembre como Día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas. Se aprobó una resolución en la que exige a los estados miembros de las Naciones Unidas verdaderas acciones para prevenir la violencia y que los responsables rindan cuentas ante la justicia.

En tanto la Federación Internacional de Periodistas (FIP), fundada en París en 1926 y que tiene registrado en su organización el mayor número de periodistas a nivel mundial, señaló que en dos tercios de los casos los asesinos “no son identificados” y que “probablemente nunca lo serán”.

La FIP aseguró que es una dura realidad de violencia, ya que matar a un periodista supone “un acto prácticamente gratuito y sin riesgos”. “Su asesinato se ha convertido en la forma más barata y fácil de silenciar periodistas que incomodan con su trabajo”, sentenció.

En México el 99 por ciento de los delitos (principalmente asesinatos) contra los periodistas están sin resolverse. Situación similar a la que se vive en Somalía Afganistán, Cuba, Nicaragua o Venezuela). Son países donde existe inestabilidad política, populismo, mucha corrupción y la debilidad de los mecanismos judiciales.

En la última década, un total de 278 periodistas fueron asesinados en el mundo. De estos casos, 226 continúan impunes.

México -considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, con más de un centenar de comunicadores asesinados desde el año 2000- se ubicó por segundo año consecutivo en sexta posición de la lista de las naciones donde la justicia no resuelve los casos. La ausencia de justicia es de “carácter endémico”.

En lo que va de 2021, al menos siete periodistas han perdido la vida en forma violenta en nuestro país.

La libertad de expresión como el derecho del ciudadano a estar informado nunca gozará una plena protección hasta que los responsables de cometer los delitos contra profesionales de la información sean llevados ante la justicia.

Por tratarse de un problema grave, toca a las instituciones que conforman el Estado mexicano defender y garantizar el derecho a la libertad de expresión.


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