Por Guillermo Luján Peña
Tenemos a un presidente que en lugar de aclarar las cosas se dedica a perseguir a su acusador, con toda la fuerza que el Estado mexicano le da, pero hasta ahorita las ha perdido casi todas y por más que quiere aclarar, más se hunde en culpabilidad.
Exhibió Latinus de Carlos Loret de Mola, videos de los hermanos del presidente López Obrador recibiendo cientos de miles de pesos en efectivo, por debajo de la mesa, Pío y Martín López Obrador, en plena campaña electoral de 2018, en donde salió electo presidente. Lo que se le ocurrió decir al presidente fue que eran aportaciones para el movimiento ¿? Y desde entonces se ha dedicado a perseguir a Loret de Mola.
Luego Carlos Loret presenta la “humilde” residencia de más de un millón de dólares que su hijo primogénito, José Ramón López Beltrán, acaba de comprarse en Houston, Texas, siendo un desempleado al que no se le conoce oficio ni beneficio. El presidente trata de justificar a su hijo diciendo que ejerce como abogado en las empresas que tiene en Estados Unidos el chihuahuense, de origen, Daniel Chávez, dueño de los desarrollos turísticos de Mayan Resort, en todo México, descubriéndose que eran una de tantas mentiras de López Obrador. Ahora el perseguido es Loret de Mola, a quien quiere encontrar de dónde saca tanto dinero para poder hacer esas investigaciones, que Loret dijo desde un principio que las investigaciones las había hecho “Mexicanos contra la corrupción”.
En lugar de aclarar de dónde salió esa suntuosa residencia de su hijo, de lo cual no ha podido defender, se dedica a perseguir a Carlos Loret.
Luego aparecen unas grabaciones en donde se exhibe al fiscal general Alejandro Gertz Manero, en donde reconoce que tiene a 4 ministros de la Corte “en la bolsa” para que le saquen adelante un asunto, que luego López Obrador lo justifica diciendo que es un asunto familiar, ya que se trata de Gertz Manero, piensa que mataron a su hermano. Tantito peor, si es un asunto familiar él debería de excusarse y dejar que se aplique la justicia.
Ahora Gertz Manero declara que ya mero dan con los que filtraron esas grabaciones, ya que lo han estado espiando, en lugar de aclarar su participación en dichas grabaciones se dedica a investigar a quienes lo delataron.
Esta semana pasada iba a inaugurar el presidente el nuevo aeropuerto “Internacional” Felipe Ángeles, pero sólo se supo que una aerolínea venezolana volaría de Caracas a México, pero se descubrió que sólo volaría ese día, en ida y vuelta, para presumir lo internacional. Ninguna otra línea ha concretado sus vuelos por ese nuevo aeropuerto, que entre muchos defectos que tiene, es que se encuentra muy retirado de la ciudad y del otro aeropuerto con el que tendría que hacer conexión y el tiempo y costo de los taxis, lo hacen inviable, porque sale más caro el taxi que el vuelo, además que no cumple con las reglas de la aeronáutica y puede provocar choques de aviones. Ahora se han dedicado a perseguir a las aerolíneas mexicanas por no atender el llamado presidencial y como casi todas están quebradas por efectos de la pandemia y la gente dejó de volar, si quieren recibir apoyo del gobierno, que es el único que les puede dar un gran apoyo, pues a la mejor doblan las manos.
Pobres periodistas, ahora son perseguidos por decir la verdad.
