/ lunes 13 de septiembre de 2021

Personas, empresarios y sociedad civil 

Por: Amín Anchondo

Los cambios de gobierno siempre hacen que los reflectores se vayan a quienes encabezan las nuevas administraciones. Las responsabilidades son nuevas, los problemas nunca se acaban y las expectativas siempre son muy altas.

Pero en Chihuahua la historia nos ha enseñado que las personas, los empresarios y la sociedad civil son los que se han fajado cuando los gobiernos quedan a deber. Pero además, siempre hemos sido referencia como sociedad unida y participativa. Esa fortaleza es la que ha hecho que el estado nunca se doblegue ante ningún gobierno.

Ejemplos claros como la lucha por la democracia en el verano caliente del 86, la lucha de Marisela Escobedo, las mujeres de negro, unión ciudadana, etc.

Casos históricos y que además ahora son casos de estudio en Harvard, Ficosec y Fechac. Nacidos por una sobretasa del Impuesto Sobre Nómina autoimpuesta por los empresarios que se convirtió en un referente nacional muestra de compromiso y generosidad que ha creado un ecosistema propicio para ayudar a aumentar la incidencia de las organizaciones de la sociedad civil.

Tenemos también organizaciones de incidencia directa en el quehacer gubernamental como Plan Estratégico que ya es reconocido en el país en la profesionalización de los municipios y la apertura de los cabildos, o la Red de Cohesión que trabaja en las comunidades o como todas las organizaciones que trabajan directamente con personas en conflicto con la ley.

Esto ha sido la fortaleza de nuestro estado para seguir con un rumbo claro aún cuando cambien gobiernos y partidos. Es una fortaleza que no podemos perder y para esto debemos de iniciar por reconocerla y abrazarla.

Claro que en los cambios de gobierno tenemos que estar muy atentos al quehacer de los nuevos funcionarios, tenemos que ser muy críticos para que se mejore lo que se pueda mejorar pero se proteja lo que ya funcionó, pero principalmente no debemos olvidar que ante los constantes cambios lo que permanece son las personas, los empresarios y las organizaciones que con ahínco y mucho esfuerzo hacen de Chihuahua un mejor lugar.

Hoy estamos justo en el momento de las transiciones y es cuando más fuertes debemos ser para apoyar los nuevos gobiernos a tomar la riendas, a reducir la curva de aprendizaje para poner a chambear la maquinaria lo más pronto posible y que la economía gire.

Cuando nos unimos en los momentos críticos es cuando las cosas buenas suceden. Los servidores públicos necesitan a la ciudadanía y la ciudadanía necesita buenos servidores públicos. Ninguno es más fuerte que otro. Ni sumisión, ni falso empoderamiento. Necesitamos colaboración. Vigilemos el actuar de los gobiernos, señalemos lo incorrecto y apoyemos con todas nuestras capacidades las acciones favorables.


Vendrán buenos tiempos si seguimos en el camino de la sociedad civil fortalecida y vigilante del buen actuar del gobierno.

Por: Amín Anchondo

Los cambios de gobierno siempre hacen que los reflectores se vayan a quienes encabezan las nuevas administraciones. Las responsabilidades son nuevas, los problemas nunca se acaban y las expectativas siempre son muy altas.

Pero en Chihuahua la historia nos ha enseñado que las personas, los empresarios y la sociedad civil son los que se han fajado cuando los gobiernos quedan a deber. Pero además, siempre hemos sido referencia como sociedad unida y participativa. Esa fortaleza es la que ha hecho que el estado nunca se doblegue ante ningún gobierno.

Ejemplos claros como la lucha por la democracia en el verano caliente del 86, la lucha de Marisela Escobedo, las mujeres de negro, unión ciudadana, etc.

Casos históricos y que además ahora son casos de estudio en Harvard, Ficosec y Fechac. Nacidos por una sobretasa del Impuesto Sobre Nómina autoimpuesta por los empresarios que se convirtió en un referente nacional muestra de compromiso y generosidad que ha creado un ecosistema propicio para ayudar a aumentar la incidencia de las organizaciones de la sociedad civil.

Tenemos también organizaciones de incidencia directa en el quehacer gubernamental como Plan Estratégico que ya es reconocido en el país en la profesionalización de los municipios y la apertura de los cabildos, o la Red de Cohesión que trabaja en las comunidades o como todas las organizaciones que trabajan directamente con personas en conflicto con la ley.

Esto ha sido la fortaleza de nuestro estado para seguir con un rumbo claro aún cuando cambien gobiernos y partidos. Es una fortaleza que no podemos perder y para esto debemos de iniciar por reconocerla y abrazarla.

Claro que en los cambios de gobierno tenemos que estar muy atentos al quehacer de los nuevos funcionarios, tenemos que ser muy críticos para que se mejore lo que se pueda mejorar pero se proteja lo que ya funcionó, pero principalmente no debemos olvidar que ante los constantes cambios lo que permanece son las personas, los empresarios y las organizaciones que con ahínco y mucho esfuerzo hacen de Chihuahua un mejor lugar.

Hoy estamos justo en el momento de las transiciones y es cuando más fuertes debemos ser para apoyar los nuevos gobiernos a tomar la riendas, a reducir la curva de aprendizaje para poner a chambear la maquinaria lo más pronto posible y que la economía gire.

Cuando nos unimos en los momentos críticos es cuando las cosas buenas suceden. Los servidores públicos necesitan a la ciudadanía y la ciudadanía necesita buenos servidores públicos. Ninguno es más fuerte que otro. Ni sumisión, ni falso empoderamiento. Necesitamos colaboración. Vigilemos el actuar de los gobiernos, señalemos lo incorrecto y apoyemos con todas nuestras capacidades las acciones favorables.


Vendrán buenos tiempos si seguimos en el camino de la sociedad civil fortalecida y vigilante del buen actuar del gobierno.