/ sábado 22 de diciembre de 2018

Peticiones de Navidad y año nuevo

Dos peticiones ahora que estamos a un par de días de celebrar la Navidad: nacimiento de Jesús, Cristo, Mesías (y vaya la obra musical que inmortalizó Handel: “El Mesías”).

La primera petición es que Dios nos ilumine para fortalecer y madurar nuestra fe o creencias espirituales. Desde hace algunos años me ha llamado la atención, o tal vez empecé a tomar en cuenta que en distintos círculos y medios hay personas que al parecer, por sus expresiones y manifestaciones, les molesta una religión que no profesan. Lo más curioso es que al hacerlo no aportan, solamente se limitan a criticar… tal vez sus limitaciones sean muchas.

He convivido con personas de diferentes credos, religiones, corrientes espirituales, e inclusive agnósticos. Curiosamente estos últimos, que aunque su premisa sea que no se puede saber si existe o no Dios, tampoco se enfrascan en batallas ideológicas o filosóficas para demostrar que tienen la razón.

Lo más relevante de mis conclusiones es que los que profesan con madurez y crecimiento espiritual e intelectual su creencia religiosa y por supuesto están convencidos de su fe, no pierden el tiempo criticando ni molestando a quienes no coinciden con sus creencias. Se dedican a practicarlas, a vivirlas.

No es así de quienes, una vez que se entiende un poco su manera de razonar y sus creencias, se percibe que se quedaron con una religión de “primera comunión”. Luego agregan pretextos que solamente expresan su desinterés por actualizar su formación.

La segunda petición es para que Dios bendiga y lleve paz a las familias. En el mismo orden de ideas, ahora que las reuniones familiares serán frecuentes, no perdamos el ánimo para sumar en que las familias cada vez sean mejores. Las voces de crítica de algunos familiares sobre lo que no les gusta de las costumbres, las tradiciones, los errores, los problemas y conflictos nunca serán válidas si no van acompañadas de ideas, aportaciones y propuestas para salir adelante.

No hay familia perfecta. Las familias exitosas son las que reconociendo lo que falla, se encuentran permanentemente en la búsqueda de ser mejores.


Envío mis mejores deseos de que celebren y tengan una muy feliz y santa Navidad.

Dos peticiones ahora que estamos a un par de días de celebrar la Navidad: nacimiento de Jesús, Cristo, Mesías (y vaya la obra musical que inmortalizó Handel: “El Mesías”).

La primera petición es que Dios nos ilumine para fortalecer y madurar nuestra fe o creencias espirituales. Desde hace algunos años me ha llamado la atención, o tal vez empecé a tomar en cuenta que en distintos círculos y medios hay personas que al parecer, por sus expresiones y manifestaciones, les molesta una religión que no profesan. Lo más curioso es que al hacerlo no aportan, solamente se limitan a criticar… tal vez sus limitaciones sean muchas.

He convivido con personas de diferentes credos, religiones, corrientes espirituales, e inclusive agnósticos. Curiosamente estos últimos, que aunque su premisa sea que no se puede saber si existe o no Dios, tampoco se enfrascan en batallas ideológicas o filosóficas para demostrar que tienen la razón.

Lo más relevante de mis conclusiones es que los que profesan con madurez y crecimiento espiritual e intelectual su creencia religiosa y por supuesto están convencidos de su fe, no pierden el tiempo criticando ni molestando a quienes no coinciden con sus creencias. Se dedican a practicarlas, a vivirlas.

No es así de quienes, una vez que se entiende un poco su manera de razonar y sus creencias, se percibe que se quedaron con una religión de “primera comunión”. Luego agregan pretextos que solamente expresan su desinterés por actualizar su formación.

La segunda petición es para que Dios bendiga y lleve paz a las familias. En el mismo orden de ideas, ahora que las reuniones familiares serán frecuentes, no perdamos el ánimo para sumar en que las familias cada vez sean mejores. Las voces de crítica de algunos familiares sobre lo que no les gusta de las costumbres, las tradiciones, los errores, los problemas y conflictos nunca serán válidas si no van acompañadas de ideas, aportaciones y propuestas para salir adelante.

No hay familia perfecta. Las familias exitosas son las que reconociendo lo que falla, se encuentran permanentemente en la búsqueda de ser mejores.


Envío mis mejores deseos de que celebren y tengan una muy feliz y santa Navidad.