/ jueves 19 de agosto de 2021

Pobreza al alza

Por: Alejandro Rueda Moreno

“Un hombre es pobre, cuando no trabaja”: Montesquieu

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en su ejercicio que realiza cada dos años para determinar el índice de pobreza, calculó que la población en esta situación en nuestro país aumentó de 51.9 millones de personas a 55.7 millones en el periodo que comprende de 2018 a 2020, es decir, 3.8 millones de mexicanos se colocaron en esta condición donde, al parecer, todavía caben más. 10.8 millones se encuentran en pobreza extrema. En el estado de Chihuahua la cifra se ubica en 952,500. Primero los pobres, decían.

Los tres aspectos que este organismo público descentralizado contempla para la medición de la pobreza son: el del bienestar, el de derechos sociales y el de contexto territorial. Los tres tienen que ver con necesidades básicas, dignidad como ser humano y situaciones de naturaleza geográfica, cultural y social. Los indicadores que se consideran son, entre otros: el ingreso corriente per cápita, el rezago educativo, el acceso a los servicios de salud, a la calidad de la vivienda y a la alimentación nutritiva. Por lo visto en todo salimos con calificación reprobatoria.

Ante este preocupante escenario para nuestro querido México, desde las mañaneras nos comunican que se tienen otros datos (ya aburrieron con esto), mismos que no fueron mostrados pero que, según don Andrés, no tienen nada que ver con lo mostrado por el Coneval. ¿Podemos estar peor?, es la cuestión. No hay que olvidar que el Coneval es un organismo autónomo que cumple con un mandato preciso para la nación sin la intención de calificar o descalificar al gobierno en funciones.

Con esta información queda demostrado que depositando mensual o bimensualmente dinero en las cuentas bancarias u otorgándoles cheques a adultos mayores y a jóvenes desempleados no se soluciona este gran problema, la única solución tiene que ver con la creación de empleos, los polémicos programas sociales ayudan un poco para solucionar alguna situación de carácter inmediato, pero esto no genera flujo que permita la generación de patrimonio que le brinde cierta seguridad al compatriota azteca.

El nulo acceso a los servicios de salud es uno de los elementos que ha producido más pobres; millones de mexicanos que antes contaban con los servicios del Seguro Popular (con todas las debilidades que gusten) hoy, en época de crisis sanitaria no tienen ningún servicio, con las consecuencias que esto conlleva.

La cruel realidad de los datos duros en estricto sentido tendría que servir a las autoridades para, al menos, tratar de enderezar el barco, ¿les interesará? El efecto de la pandemia es un buen pretexto para explicar el porqué de este retroceso, seguramente por ahí vendrán las respuestas y puede que en parte tengan razón, pero no para la magnitud de todo el contexto.

aruedam@hotmail.com


Asociación de Editorialistas de Chihuahua

Por: Alejandro Rueda Moreno

“Un hombre es pobre, cuando no trabaja”: Montesquieu

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en su ejercicio que realiza cada dos años para determinar el índice de pobreza, calculó que la población en esta situación en nuestro país aumentó de 51.9 millones de personas a 55.7 millones en el periodo que comprende de 2018 a 2020, es decir, 3.8 millones de mexicanos se colocaron en esta condición donde, al parecer, todavía caben más. 10.8 millones se encuentran en pobreza extrema. En el estado de Chihuahua la cifra se ubica en 952,500. Primero los pobres, decían.

Los tres aspectos que este organismo público descentralizado contempla para la medición de la pobreza son: el del bienestar, el de derechos sociales y el de contexto territorial. Los tres tienen que ver con necesidades básicas, dignidad como ser humano y situaciones de naturaleza geográfica, cultural y social. Los indicadores que se consideran son, entre otros: el ingreso corriente per cápita, el rezago educativo, el acceso a los servicios de salud, a la calidad de la vivienda y a la alimentación nutritiva. Por lo visto en todo salimos con calificación reprobatoria.

Ante este preocupante escenario para nuestro querido México, desde las mañaneras nos comunican que se tienen otros datos (ya aburrieron con esto), mismos que no fueron mostrados pero que, según don Andrés, no tienen nada que ver con lo mostrado por el Coneval. ¿Podemos estar peor?, es la cuestión. No hay que olvidar que el Coneval es un organismo autónomo que cumple con un mandato preciso para la nación sin la intención de calificar o descalificar al gobierno en funciones.

Con esta información queda demostrado que depositando mensual o bimensualmente dinero en las cuentas bancarias u otorgándoles cheques a adultos mayores y a jóvenes desempleados no se soluciona este gran problema, la única solución tiene que ver con la creación de empleos, los polémicos programas sociales ayudan un poco para solucionar alguna situación de carácter inmediato, pero esto no genera flujo que permita la generación de patrimonio que le brinde cierta seguridad al compatriota azteca.

El nulo acceso a los servicios de salud es uno de los elementos que ha producido más pobres; millones de mexicanos que antes contaban con los servicios del Seguro Popular (con todas las debilidades que gusten) hoy, en época de crisis sanitaria no tienen ningún servicio, con las consecuencias que esto conlleva.

La cruel realidad de los datos duros en estricto sentido tendría que servir a las autoridades para, al menos, tratar de enderezar el barco, ¿les interesará? El efecto de la pandemia es un buen pretexto para explicar el porqué de este retroceso, seguramente por ahí vendrán las respuestas y puede que en parte tengan razón, pero no para la magnitud de todo el contexto.

aruedam@hotmail.com


Asociación de Editorialistas de Chihuahua