/ lunes 28 de junio de 2021

Política ficción

Por: Lilia Aguilar Gil

“Ficción: Suceso fingido, inventado, que es producto de la imaginación”. Decir que se frenó a la Cuarta Transformación tras los resultados de la elección también es ficción. No se le arrebató a la 4T la mayoría calificada porque la actual Legislatura no la tiene y nunca la tuvo. Ésta se conformó gracias a la suma de proyectos. Y, por si fuera poco, de quince gubernaturas, se ganaron once. Así pues, los triunfalismos de la oposición terminan siendo pura política ficción.

Las proyecciones para la conformación de la LXV Legislatura señalan que el proyecto de gobierno actual continúa siendo el que más convence a la gente. En la presente Legislatura, Morena cuenta con 253, el PAN con 79, el PRI con 49, el PT con 47, MC con 25, el PES con 21, el PRD con 11, el PVEM con 11 y hay 4 legisladores sin partido. La próxima adelanta que Morena contaría con 200, el PT con 33, el Verde con 42, MC con 24, el PAN con 115, el PRI 72 y el PRD con 14.

Los resultados revelan que Morena fue el partido más votado con el 34.09%, lo cual representan 16 millones 759 mil 917 votos. La Coalición Juntos Haremos Historia ganó 121 distritos, mientras que la conformada por el PAN-PRI-PRD obtuvo 63.

Muy atrás quedaron los tiempos donde sólo un partido político, sin ninguna alianza, sin ninguna negociación que permitiera acuerdos y consensos con las demás fuerzas representadas en la Cámara aprobara todo así sin más, donde ni siquiera el debate existía.

Hoy, la mayoría se construye a través del consenso y las alianzas, de los proyectos de Nación, de propuestas y de acciones que tienen un solo fin y método para alcanzarlo. Eso es lo que se ha construido desde hace más de 10 años, se trata de un proyecto inclusivo, que suma porque es así como construimos las alianzas electorales, con ese fin, que sean de largo alcance.

El otro, el de la política ficción, es un proyecto que no es proyecto. Es uno sin propuestas, es uno que creyó que llamando al voto antiAMLO o antiMorena era suficiente para ser una oposición “decente” que no llegó ni a alternativa. La pregunta del millón: ¿cuál es la propuesta de estos tres partidos para el futuro? Ni ellos lo saben, mucho menos nosotras porque lo más evidente son las diferencias.

Los derechos humanos. Un tema que para quienes somos progresistas es tan elemental, tan claro y lógico. Pero para ellos, quienes sólo tienen como fin último frenar la 4T, es un tema de disenso. Por un lado, los panistas, los ultraconservadores que no pueden ni escuchar de la interrupción legal del embarazo, y los perredistas que tienen años incluyéndola en su agenda legislativa, quienes se enorgullecían cuando por fin la entonces jefa de gobierno en el Distrito Federal logró que fuera ley. ¿Qué visión será la que prevalecerá cuando toquemos estos temas en el Congreso?

Como ese hay muchos temas porque se trata de dos visiones opuestas que sólo en la política ficción se ve viable y justificable, pero que fuera de ellos, fuera de esa burbuja en la que se enfrascaron, no hay modo de entenderla porque no hay estrategia, lo que hay es pragmatismo, el cual, más pronto que tarde, se evidenciará en la Cámara baja dejando al descubierto que ni proyecto, ni idea, ni congruencia hay en él, más que un sentimiento antigobierno que no alcanza para mucho.

Anunciarse con ficciones y querer convertirlas en realidades es una más de las distorsiones que se harán evidentes cuando el 1 de septiembre se acabe la política ficción y se imponga la realidad.

Por: Lilia Aguilar Gil

“Ficción: Suceso fingido, inventado, que es producto de la imaginación”. Decir que se frenó a la Cuarta Transformación tras los resultados de la elección también es ficción. No se le arrebató a la 4T la mayoría calificada porque la actual Legislatura no la tiene y nunca la tuvo. Ésta se conformó gracias a la suma de proyectos. Y, por si fuera poco, de quince gubernaturas, se ganaron once. Así pues, los triunfalismos de la oposición terminan siendo pura política ficción.

Las proyecciones para la conformación de la LXV Legislatura señalan que el proyecto de gobierno actual continúa siendo el que más convence a la gente. En la presente Legislatura, Morena cuenta con 253, el PAN con 79, el PRI con 49, el PT con 47, MC con 25, el PES con 21, el PRD con 11, el PVEM con 11 y hay 4 legisladores sin partido. La próxima adelanta que Morena contaría con 200, el PT con 33, el Verde con 42, MC con 24, el PAN con 115, el PRI 72 y el PRD con 14.

Los resultados revelan que Morena fue el partido más votado con el 34.09%, lo cual representan 16 millones 759 mil 917 votos. La Coalición Juntos Haremos Historia ganó 121 distritos, mientras que la conformada por el PAN-PRI-PRD obtuvo 63.

Muy atrás quedaron los tiempos donde sólo un partido político, sin ninguna alianza, sin ninguna negociación que permitiera acuerdos y consensos con las demás fuerzas representadas en la Cámara aprobara todo así sin más, donde ni siquiera el debate existía.

Hoy, la mayoría se construye a través del consenso y las alianzas, de los proyectos de Nación, de propuestas y de acciones que tienen un solo fin y método para alcanzarlo. Eso es lo que se ha construido desde hace más de 10 años, se trata de un proyecto inclusivo, que suma porque es así como construimos las alianzas electorales, con ese fin, que sean de largo alcance.

El otro, el de la política ficción, es un proyecto que no es proyecto. Es uno sin propuestas, es uno que creyó que llamando al voto antiAMLO o antiMorena era suficiente para ser una oposición “decente” que no llegó ni a alternativa. La pregunta del millón: ¿cuál es la propuesta de estos tres partidos para el futuro? Ni ellos lo saben, mucho menos nosotras porque lo más evidente son las diferencias.

Los derechos humanos. Un tema que para quienes somos progresistas es tan elemental, tan claro y lógico. Pero para ellos, quienes sólo tienen como fin último frenar la 4T, es un tema de disenso. Por un lado, los panistas, los ultraconservadores que no pueden ni escuchar de la interrupción legal del embarazo, y los perredistas que tienen años incluyéndola en su agenda legislativa, quienes se enorgullecían cuando por fin la entonces jefa de gobierno en el Distrito Federal logró que fuera ley. ¿Qué visión será la que prevalecerá cuando toquemos estos temas en el Congreso?

Como ese hay muchos temas porque se trata de dos visiones opuestas que sólo en la política ficción se ve viable y justificable, pero que fuera de ellos, fuera de esa burbuja en la que se enfrascaron, no hay modo de entenderla porque no hay estrategia, lo que hay es pragmatismo, el cual, más pronto que tarde, se evidenciará en la Cámara baja dejando al descubierto que ni proyecto, ni idea, ni congruencia hay en él, más que un sentimiento antigobierno que no alcanza para mucho.

Anunciarse con ficciones y querer convertirlas en realidades es una más de las distorsiones que se harán evidentes cuando el 1 de septiembre se acabe la política ficción y se imponga la realidad.