Por: Heidi Segovia
Urgente el replanteamiento de una política migratoria en nuestro país con un eje único: los derechos humanos.
Según datos proporcionados por la Unidad de Policía Migratoria de la Secretaría de Gobernación entre enero y julio de este año 2021, se han registrado 117,052 eventos de extranjeros presentados ante la autoridad migratoria, en 20,186 estuvieron involucrados menores de edad de los cuales 795 casos iban sin compañía de un adulto.
La migración forma parte de la condición humana provocada por condiciones políticas, sociales, económicas e incluso naturales.
La ubicación geográfica del estado de Chihuahua obliga a la atención del flujo migratorio del corredor de América del Norte que comprende México-Estados Unidos de América; en el año 2020 este corredor migratorio fue el principal, con un 3.9% de la población mundial.
La política migratoria que se brinda por los órganos públicos y las organizaciones de la sociedad civil para otorgar protección a las mujeres y hombres migrantes requiere de un replanteamiento por la crisis económica y de salud provocada por el Covid-19.
La pandemia que vivimos a nivel mundial desde el año 2020 provocó el cierre de las fronteras, por lo tanto las personas que ingresan a nuestro país de Centroamérica y que no son deportados o asistidos para el retorno de sus países se quedan en México y en la frontera de Ciudad Juárez.
La congruencia de la política migratoria en México debe darse acorde a la exigencia que México exige en otros países garantizando igualdad entre nacionales y extranjeros en plena observancia a los derechos humanos.
La situación migratoria irregular de una persona no debe impedir el ejercicio de sus derechos y libertades reconocidos en la Constitución en tratados y convenios internacionales, acorde a la dignidad humana.
La atención que se brinde debe estar enfocada a la protección de hombres y mujeres por igual, pero con aplicación estricta de las leyes que protegen a las niñas, niños y adolescentes. La Organización de las Naciones Unidas informa que desde el inicio del año 2021 el aumento de niños migrantes en México creció de 380 a casi 3,500 en tres meses.
Las mujeres que en su tránsito migratorio ven afectada su salud reproductiva y están expuestas a abusos sexuales.
El diálogo debe estar vigente entre los organismos autónomos de protección a los derechos humanos, la sociedad civil organizada y los ejecutivos, para atender de mejor manera la pretensión humana de la migración.
¡Me siento orgullosa de ser hija de estas hermosas tierras norteñas!
