/ sábado 10 de octubre de 2020

Por la reactivación de Juárez

Una de las mayores preocupaciones de los juarenses en estos momentos, al haberse reanudado prácticamente todas las actividades tras el confinamiento, es sin duda lograr la plena reactivación económica en todos los sectores que tiene en total incertidumbre a mujeres y hombres que buscan llevar la canasta básica a sus familias.

Sin duda, la situación mundial se torna aún difícil y se desconoce cuándo volverá aquella normalidad a la que estábamos habituados. En Juárez no estamos ajenos a ello y para lograr la plena reactivación económica se precisa de la unión de los juarenses, para que, a través de sencillas acciones, como el consumo local, fomentemos la dinamización que logre dar certeza a los miles de familias que dependen de las ganancias que generen sus pequeños negocios.

Además de haberlo aprendido de mi familia, desde hace muchos años me he vinculado al sector empresarial, ayudando con gestiones para la solución de los problemas que han enfrentado a lo largo de los años y con la finalidad de impulsar la economía y principalmente generar empleo.

Por ello, ahora, entiendo las preocupaciones del sector empresarial y de los pequeños comerciantes, que son, junto con la industria de la construcción los más afectados en estos momentos.

A diferencia del resto del país, de acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social, en agosto pasado lograron recuperarse los casi 14 mil empleos formales que se perdieron durante marzo y abril como consecuencia del confinamiento.

Dicha recuperación se debe en mayor medida a la actividad que se genera por la industria de la transformación, sin embargo, para nadie es un secreto que la informalidad comercial da de comer a miles de familias, mismas que ahora se encuentran ante una gran incertidumbre, al no encontrar la manera de reactivarse, así como tampoco el apoyo por parte de las instancias gubernamentales para formalizarse y emprender negocios.

Aunado a ello, en Juárez nos enfrentamos al dilema de lo que sigue en esta pandemia, a la cual no se le ha dado el tratamiento adecuado por parte de las autoridades y hasta ahora no se ha encontrado el equilibrio entre la reactivación económica y el cuidado de la salud.

Es de todos sabido que gran parte de la población económicamente activa femenina de Juárez labora en la industria de las maquiladoras y fueron ellas las más afectadas con la pérdida del empleo y ahora, aunque las cifras indican la recuperación en la formalidad, muchas no pudieron regresar a sus trabajos como consecuencia del cuidado de sus hijos que siguen sin poder volver a las clases presenciales.

Las mujeres en general en Juárez tienen que enfrentarse además a otra dura realidad, la de los salarios desiguales, ya que de acuerdo a los indicadores de competitividad laboral que surgen del IMSS, perciben un 19.47% menos que los hombres.

Las madres de familia que no han podido regresar a sus empleos han tenido que ser ingeniosas, para generar alternativas a través de diversos emprendimientos, que les permitan llevar lo necesario a sus hijos. ¿Se han fijado cómo aumentó la venta de comida, postres y otros productos a través de las redes sociales?

Asimismo, nuestra juventud fue el otro sector más afectado, pues muchos de ellos dependen económicamente de sus padres y ante la pérdida del empleo de algún integrante de la familia, trajo como consecuencia el abandono escolar, por lo que también tuvieron que buscar cómo ayudar con el sustento familiar.

Para esos segmentos en especial, la situación ha sido difícil, sin embargo, hay que estar conscientes de que para nadie ha sido fácil afrontar la pandemia.

Por ello, hago una invitación a las maquiladoras y a los sectores que han podido reactivarse a poner de su parte en pro de Juárez, para construir una mejor ciudad que se encuentra en el abandono y la indolencia por parte de los responsables de las políticas públicas.

Miremos a nuestro alrededor, a nuestros vecinos, a la tiendita de la esquina y a quienes de manera habitual nos brindan servicios y preguntémonos: ¿Cómo podemos ayudar a nuestra comunidad?

Lo que como sociedad nos corresponde hacer, es impulsar pequeñas acciones en nuestro entorno, para apoyar a aquellas personas que nos ofrecen servicios elementales como la contratación de un plomero, el electricista, la repostera que hace todo tipo de postres, los que nos ofrecen comida y un gran etc.

En la medida que apoyemos el consumo local y se fomenten las medidas de bioseguridad, podremos encontrar ese equilibrio entre salud y economía, para que nuestra ciudad pueda levantarse. ¿Por quién hacemos esto? Por nuestras familias y por la reactivación de Juárez.

Una de las mayores preocupaciones de los juarenses en estos momentos, al haberse reanudado prácticamente todas las actividades tras el confinamiento, es sin duda lograr la plena reactivación económica en todos los sectores que tiene en total incertidumbre a mujeres y hombres que buscan llevar la canasta básica a sus familias.

Sin duda, la situación mundial se torna aún difícil y se desconoce cuándo volverá aquella normalidad a la que estábamos habituados. En Juárez no estamos ajenos a ello y para lograr la plena reactivación económica se precisa de la unión de los juarenses, para que, a través de sencillas acciones, como el consumo local, fomentemos la dinamización que logre dar certeza a los miles de familias que dependen de las ganancias que generen sus pequeños negocios.

Además de haberlo aprendido de mi familia, desde hace muchos años me he vinculado al sector empresarial, ayudando con gestiones para la solución de los problemas que han enfrentado a lo largo de los años y con la finalidad de impulsar la economía y principalmente generar empleo.

Por ello, ahora, entiendo las preocupaciones del sector empresarial y de los pequeños comerciantes, que son, junto con la industria de la construcción los más afectados en estos momentos.

A diferencia del resto del país, de acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social, en agosto pasado lograron recuperarse los casi 14 mil empleos formales que se perdieron durante marzo y abril como consecuencia del confinamiento.

Dicha recuperación se debe en mayor medida a la actividad que se genera por la industria de la transformación, sin embargo, para nadie es un secreto que la informalidad comercial da de comer a miles de familias, mismas que ahora se encuentran ante una gran incertidumbre, al no encontrar la manera de reactivarse, así como tampoco el apoyo por parte de las instancias gubernamentales para formalizarse y emprender negocios.

Aunado a ello, en Juárez nos enfrentamos al dilema de lo que sigue en esta pandemia, a la cual no se le ha dado el tratamiento adecuado por parte de las autoridades y hasta ahora no se ha encontrado el equilibrio entre la reactivación económica y el cuidado de la salud.

Es de todos sabido que gran parte de la población económicamente activa femenina de Juárez labora en la industria de las maquiladoras y fueron ellas las más afectadas con la pérdida del empleo y ahora, aunque las cifras indican la recuperación en la formalidad, muchas no pudieron regresar a sus trabajos como consecuencia del cuidado de sus hijos que siguen sin poder volver a las clases presenciales.

Las mujeres en general en Juárez tienen que enfrentarse además a otra dura realidad, la de los salarios desiguales, ya que de acuerdo a los indicadores de competitividad laboral que surgen del IMSS, perciben un 19.47% menos que los hombres.

Las madres de familia que no han podido regresar a sus empleos han tenido que ser ingeniosas, para generar alternativas a través de diversos emprendimientos, que les permitan llevar lo necesario a sus hijos. ¿Se han fijado cómo aumentó la venta de comida, postres y otros productos a través de las redes sociales?

Asimismo, nuestra juventud fue el otro sector más afectado, pues muchos de ellos dependen económicamente de sus padres y ante la pérdida del empleo de algún integrante de la familia, trajo como consecuencia el abandono escolar, por lo que también tuvieron que buscar cómo ayudar con el sustento familiar.

Para esos segmentos en especial, la situación ha sido difícil, sin embargo, hay que estar conscientes de que para nadie ha sido fácil afrontar la pandemia.

Por ello, hago una invitación a las maquiladoras y a los sectores que han podido reactivarse a poner de su parte en pro de Juárez, para construir una mejor ciudad que se encuentra en el abandono y la indolencia por parte de los responsables de las políticas públicas.

Miremos a nuestro alrededor, a nuestros vecinos, a la tiendita de la esquina y a quienes de manera habitual nos brindan servicios y preguntémonos: ¿Cómo podemos ayudar a nuestra comunidad?

Lo que como sociedad nos corresponde hacer, es impulsar pequeñas acciones en nuestro entorno, para apoyar a aquellas personas que nos ofrecen servicios elementales como la contratación de un plomero, el electricista, la repostera que hace todo tipo de postres, los que nos ofrecen comida y un gran etc.

En la medida que apoyemos el consumo local y se fomenten las medidas de bioseguridad, podremos encontrar ese equilibrio entre salud y economía, para que nuestra ciudad pueda levantarse. ¿Por quién hacemos esto? Por nuestras familias y por la reactivación de Juárez.