/ domingo 14 de febrero de 2021

¿Por qué ir por Ciudad Juárez?

En verdad me siento profundamente conmovido por la invitación que nos hiciera un grupo muy representativo de liderazgos morenistas para que un servidor encabece la candidatura de Morena al gobierno municipal de Juárez. Por muchas razones, pero hay una que sobrepasa todas: es la tierra que me tiene atado a su pasado, porque aquí nací, aquí me crié, aquí estudié en varias escuelas de corte público y aquí me enamoré por primera vez.

En Juárez se instaló mi abuelo a inicios del siglo pasado, don Elías, un hombre recio, de trabajo, oriundo de Santa Bárbara, Chihuahua, pero que decidió echar raíces aquí, entregando lo mejor de sí como pequeño comerciante para dar paso a la siguiente generación. Mis padres siguieron sus pasos, era y sigue siendo un orgullo ser los hijos del fundador del Mercado Juárez, su ejemplo cundió entre todos sus descendientes. Mi suerte estaba echada, aquí habría de nacer y si Dios no dispone otra cosa, también habrán de quedar mis huesos.

También Juárez me tiene atado al presente, porque aquí viven mis hijos y gran parte de la familia, aquí está buen número de amigos y compañeros, gente entrañable que día a día disfruta y padece los estragos de la patria chica. Aquí están presentes los mejores momentos de mi vida, pero también aquí enfrentamos los retos más desafiantes, en lo personal y familiar, en lo político y profesional.

Tengo un patrimonio modesto, simple, podría decirse por tantos años de estar en política, pero aquí está, y puede constatarse en las declaraciones patrimoniales que he presentado como senador. Estoy convencido, el ejemplo de mis viejos me lo demostró, de que es el fruto sembrado y cosechado con las propias manos, el que mejor sabe, y también el que más dura. Por lo que nunca me he aprovechado del servicio público para llenarme las bolsas, y eso está a la vista, cosa que otros quizá nunca podrán demostrar, aunque digan lo contrario.

También este espacio en el confín del territorio mexicano me tiene atado al futuro, porque aquí seguiré viendo crecer a mis hijos, y si Dios quiere, a mis nietos. Aquí seguiré intentando, con los medios a mi alcance, lograr que a los juarenses les vaya mejor, desde mi posición actual en el Senado de la República, o en la Presidencia Municipal si las y los juarenses tienen a bien concederme el honor de representarlos, o desde la trinchera en la que esté siempre estaré gestionando, impulsando y promoviendo más recursos.

No es oportunismo ni mucho menos, porque se trata de una invitación genuina, de un respaldo que no merece nuestra desatención. Tiempos traen tiempos, y por eso, decidí dejar el conflicto de la impugnación atrás. Hablé con el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, para manifestarle esta decisión y confirmarle que estamos dispuestos a impulsar la cuarta transformación, ahora, desde la trinchera de la Presidencia Municipal.

No busco una justificación a mi decisión, porque no la hay. Es sólo eso, una decisión frente a un ofrecimiento de hombres y mujeres de bien, que confían en que un servidor podrá llevar a Morena a la Presidencia Municipal, frente a un gobierno desdibujado, ensoberbecido en la cúpula que ya no asoma la cabeza a las colonias ni a la periferia, que se sabe superado por las circunstancias, que ya no da pié con bola en las decisiones de obra pública, salud, desarrollo social, y menos en seguridad.

Mi agradecimiento a las y los militantes de Morena que nos invitan a enfrentar este nuevo reto y a todos los que confían en que un servidor puede generar el cambio que Juárez necesita.


Sugerencias y comentarios favor de hacérmelos llegar a mi correo: cpc16169@gmail.com

En verdad me siento profundamente conmovido por la invitación que nos hiciera un grupo muy representativo de liderazgos morenistas para que un servidor encabece la candidatura de Morena al gobierno municipal de Juárez. Por muchas razones, pero hay una que sobrepasa todas: es la tierra que me tiene atado a su pasado, porque aquí nací, aquí me crié, aquí estudié en varias escuelas de corte público y aquí me enamoré por primera vez.

En Juárez se instaló mi abuelo a inicios del siglo pasado, don Elías, un hombre recio, de trabajo, oriundo de Santa Bárbara, Chihuahua, pero que decidió echar raíces aquí, entregando lo mejor de sí como pequeño comerciante para dar paso a la siguiente generación. Mis padres siguieron sus pasos, era y sigue siendo un orgullo ser los hijos del fundador del Mercado Juárez, su ejemplo cundió entre todos sus descendientes. Mi suerte estaba echada, aquí habría de nacer y si Dios no dispone otra cosa, también habrán de quedar mis huesos.

También Juárez me tiene atado al presente, porque aquí viven mis hijos y gran parte de la familia, aquí está buen número de amigos y compañeros, gente entrañable que día a día disfruta y padece los estragos de la patria chica. Aquí están presentes los mejores momentos de mi vida, pero también aquí enfrentamos los retos más desafiantes, en lo personal y familiar, en lo político y profesional.

Tengo un patrimonio modesto, simple, podría decirse por tantos años de estar en política, pero aquí está, y puede constatarse en las declaraciones patrimoniales que he presentado como senador. Estoy convencido, el ejemplo de mis viejos me lo demostró, de que es el fruto sembrado y cosechado con las propias manos, el que mejor sabe, y también el que más dura. Por lo que nunca me he aprovechado del servicio público para llenarme las bolsas, y eso está a la vista, cosa que otros quizá nunca podrán demostrar, aunque digan lo contrario.

También este espacio en el confín del territorio mexicano me tiene atado al futuro, porque aquí seguiré viendo crecer a mis hijos, y si Dios quiere, a mis nietos. Aquí seguiré intentando, con los medios a mi alcance, lograr que a los juarenses les vaya mejor, desde mi posición actual en el Senado de la República, o en la Presidencia Municipal si las y los juarenses tienen a bien concederme el honor de representarlos, o desde la trinchera en la que esté siempre estaré gestionando, impulsando y promoviendo más recursos.

No es oportunismo ni mucho menos, porque se trata de una invitación genuina, de un respaldo que no merece nuestra desatención. Tiempos traen tiempos, y por eso, decidí dejar el conflicto de la impugnación atrás. Hablé con el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, para manifestarle esta decisión y confirmarle que estamos dispuestos a impulsar la cuarta transformación, ahora, desde la trinchera de la Presidencia Municipal.

No busco una justificación a mi decisión, porque no la hay. Es sólo eso, una decisión frente a un ofrecimiento de hombres y mujeres de bien, que confían en que un servidor podrá llevar a Morena a la Presidencia Municipal, frente a un gobierno desdibujado, ensoberbecido en la cúpula que ya no asoma la cabeza a las colonias ni a la periferia, que se sabe superado por las circunstancias, que ya no da pié con bola en las decisiones de obra pública, salud, desarrollo social, y menos en seguridad.

Mi agradecimiento a las y los militantes de Morena que nos invitan a enfrentar este nuevo reto y a todos los que confían en que un servidor puede generar el cambio que Juárez necesita.


Sugerencias y comentarios favor de hacérmelos llegar a mi correo: cpc16169@gmail.com