/ miércoles 4 de agosto de 2021

¿Por qué México no ha logrado ser un país desarrollado?

Por: Gustavo Madero

A lo largo de mi vida, he podido ser testigo de muchos países que han logrado salir de la pobreza y construir sociedades desarrolladas, economías dinámicas, innovadoras, instituciones sólidas, respetuosas del Estado de Derecho y de los derechos humanos, políticos, económicos y sociales.

Países que quedaron destruidos después de la 2ª Guerra en 1945, como Alemania o Japón, hoy son la tercera y cuarta economía del mundo.

Países como Corea, que después de los conflictos bélicos, en 1948 quedó dividida, Corea del Sur hoy constituye la 10ª economía más grande del planeta. Estos son sólo algunos de los muchos ejemplos de países que han logrado en 60 años salir de la ruina y convertirse en parte de las 10 economías más prósperas del mundo.

No ha sido el caso de México. Y la pregunta es: ¿por qué?, ¿qué han hecho esos países que les ha permitido salir de la pobreza y que no hemos podido hacer?

De los 194 países que hay en el mundo, somos la 15ª economía y aun así tenemos 70.9 millones de personas pobres por ingreso.

Es injustificable con tantos recursos naturales, un país megadiverso: selva, sierra, mar, planicie, petróleo, oro, plata, ganadería, etc. y que no tenga mejores niveles de vida de la población.

A lo largo de estos 60 años, gobiernos de diferentes partidos políticos han impulsado distintas políticas públicas, pero el resultado no ha logrado superar los problemas históricos de la pobreza, la desigualdad, la corrupción, impunidad, inseguridad, etc.

Los gobiernos priistas promovieron durante 70 años el nacionalismo revolucionario, la corrupción, la economía de compadres y el clientelismo paternalista. El PAN en sus doce años de gobierno no logró desmantelar ese viejo sistema y los cambios fueron buenos aunque marginales. El esperanzador triunfo de Morena en 2018 quedó atrapado en una versión más del populismo caudillista latinoamericano, en vez de atreverse a abrazar una agenda de izquierda democrática moderna y retrocedimos; en vez de avanzar en temas torales como la inseguridad, la educación, la salud, el federalismo, la agenda ecológica, la investigación, la ciencia, tecnología, etc.

México hoy se encuentra dividido y polarizado. La desigualdad aumenta y convivimos con contrastantes realidades de un reducido número de empresas modernas, exportadoras y un gran número de familias que viven al día en su economía de subsistencia.

Tenemos la obligación de debatir sin fanatismos las mejores prácticas y políticas públicas que permitieron a otros países ser más exitosos para dar a su población mayores oportunidades de inclusión y desarrollo.

Tenemos que construir un consenso de visión de futuro común que nos ayude a resolver los grandes problemas estructurales que arrastramos desde hace décadas.

¿A qué país del mundo nos queremos parecer?

En mi opinión, los modelos de regímenes parlamentarios, con economía de mercado y responsabilidad social como Alemania o Canadá o incluso los países nórdicos socialdemócratas presentan buenos modelos a imitar.

Será muy sano para todos discutir, basado en evidencias y no en prejuicios ideológicos, cuál es la mejor manera de ofrecerle un mejor futuro a la mayoría de la gente.

Por: Gustavo Madero

A lo largo de mi vida, he podido ser testigo de muchos países que han logrado salir de la pobreza y construir sociedades desarrolladas, economías dinámicas, innovadoras, instituciones sólidas, respetuosas del Estado de Derecho y de los derechos humanos, políticos, económicos y sociales.

Países que quedaron destruidos después de la 2ª Guerra en 1945, como Alemania o Japón, hoy son la tercera y cuarta economía del mundo.

Países como Corea, que después de los conflictos bélicos, en 1948 quedó dividida, Corea del Sur hoy constituye la 10ª economía más grande del planeta. Estos son sólo algunos de los muchos ejemplos de países que han logrado en 60 años salir de la ruina y convertirse en parte de las 10 economías más prósperas del mundo.

No ha sido el caso de México. Y la pregunta es: ¿por qué?, ¿qué han hecho esos países que les ha permitido salir de la pobreza y que no hemos podido hacer?

De los 194 países que hay en el mundo, somos la 15ª economía y aun así tenemos 70.9 millones de personas pobres por ingreso.

Es injustificable con tantos recursos naturales, un país megadiverso: selva, sierra, mar, planicie, petróleo, oro, plata, ganadería, etc. y que no tenga mejores niveles de vida de la población.

A lo largo de estos 60 años, gobiernos de diferentes partidos políticos han impulsado distintas políticas públicas, pero el resultado no ha logrado superar los problemas históricos de la pobreza, la desigualdad, la corrupción, impunidad, inseguridad, etc.

Los gobiernos priistas promovieron durante 70 años el nacionalismo revolucionario, la corrupción, la economía de compadres y el clientelismo paternalista. El PAN en sus doce años de gobierno no logró desmantelar ese viejo sistema y los cambios fueron buenos aunque marginales. El esperanzador triunfo de Morena en 2018 quedó atrapado en una versión más del populismo caudillista latinoamericano, en vez de atreverse a abrazar una agenda de izquierda democrática moderna y retrocedimos; en vez de avanzar en temas torales como la inseguridad, la educación, la salud, el federalismo, la agenda ecológica, la investigación, la ciencia, tecnología, etc.

México hoy se encuentra dividido y polarizado. La desigualdad aumenta y convivimos con contrastantes realidades de un reducido número de empresas modernas, exportadoras y un gran número de familias que viven al día en su economía de subsistencia.

Tenemos la obligación de debatir sin fanatismos las mejores prácticas y políticas públicas que permitieron a otros países ser más exitosos para dar a su población mayores oportunidades de inclusión y desarrollo.

Tenemos que construir un consenso de visión de futuro común que nos ayude a resolver los grandes problemas estructurales que arrastramos desde hace décadas.

¿A qué país del mundo nos queremos parecer?

En mi opinión, los modelos de regímenes parlamentarios, con economía de mercado y responsabilidad social como Alemania o Canadá o incluso los países nórdicos socialdemócratas presentan buenos modelos a imitar.

Será muy sano para todos discutir, basado en evidencias y no en prejuicios ideológicos, cuál es la mejor manera de ofrecerle un mejor futuro a la mayoría de la gente.