/ lunes 28 de marzo de 2022

PretorIA, el camino por recorrer en justicia digital

PretorIA es un sistema de inteligencia artificial en periodo de prueba que implementó la Corte Constitucional colombiana. Este sistema: i) clasifica las sentencias de los jueces según sus categorías, ii) con esa información localiza datos que sean relevantes para el proceso de selección de asuntos a resolver, iii) hace resúmenes no narrativos sobre las categorías detectadas y iv) genera información estadística sobre el rumbo de la justicia.

Se ha hecho énfasis en que PretorIA no busca reemplazar la tarea humana sino facilitarla.

Para lograr un futuro judicial como este, debemos enfocar nuestros esfuerzos en analizar, planear, implementar y corregir tecnologías que apoyan en la impartición de justicia a través de la comparación y prueba de sistemas.

Creo que es necesario advertir las condiciones y necesidades, primero, de la ciudadanía, para determinar qué tecnologías son las que mayores beneficios le genera, y luego, las del sistema de justicia digital implementado por los tribunales electorales hasta ahora.

Hay acciones dentro del sistema judicial que empiezan a sistematizarse con base en soluciones tecnológicas. Un ejemplo son: i) la presentación de juicios, recursos o promociones en línea, ii) notificaciones, iii) integración y consulta de expedientes (menos papel), iv) audiencias por teleconferencia, v) sesiones públicas de resolución transmitidas en vivo, vi) buscadores de sentencias, criterios y datos para consulta, vii) trabajo a distancia, y viii) sistemas de registro de datos y estadísticos, de entre otros

Esas son diferentes tecnologías para diferentes momentos procesales o necesidades, pero todas enfocadas en hacer más eficiente el proceso de impartición de justicia en México. No obstante, aún debemos seguir creando los canales necesarios para alcanzar a PretorIA, porque la aplicación de ese sistema de manera formal gradualmente abrirá la puerta a más opciones, y no podemos quedarnos atrás.

Al implementar cada una de estas herramientas y encaminarlas a un fin, en mi concepto, se requiere dar certeza a los usuarios de justicia sobre el uso de las tecnologías judiciales, garantizar el debido proceso y la transparencia, sin dejar de hacer eficientes los procesos tradicionales, flexibilizando el uso entre el proceso actual y el que es objetivo de la justicia digital.

Lo que la justicia digital busca es hacer eficaz la justicia y no deshumanizarla. La eficacia se genera cuando un funcionario judicial tiene a su alcance información depurada para la toma de decisiones sólidas, ágiles y transparentes, pero además con el nivel de conciencia humana del funcionario para convalidarla. Por otro lado, se protege al usuario del poder Judicial el acceso pleno a la justicia.

No debo dejar de lado que la contingencia sanitaria nos obligó a mejorar las herramientas que se tenían implementadas, cambiando la forma de atender nuestra labor y la de la ciudadanía como usuarios. Pero ahora que hemos dado los pasos necesarios para lograr nuestro objetivo, es necesario reducir costos a través de ideas basadas en sustentabilidad para mejorar el rendimiento de los tribunales con una gestión presupuestal planeada hacia la justicia digital.

Veo muchos beneficios en su aplicación y una tarea titánica para hacer certeros esos sistemas.

La función judicial electoral ha evolucionado a gran escala, las nuevas vías de participación ciudadana, la difusión de criterios y el uso de redes sociales ha generado más interés en nuestra actividad. Es momento de escuchar e innovar en beneficio de la protección de principios democráticos. ¿Ustedes qué opinan?


PretorIA es un sistema de inteligencia artificial en periodo de prueba que implementó la Corte Constitucional colombiana. Este sistema: i) clasifica las sentencias de los jueces según sus categorías, ii) con esa información localiza datos que sean relevantes para el proceso de selección de asuntos a resolver, iii) hace resúmenes no narrativos sobre las categorías detectadas y iv) genera información estadística sobre el rumbo de la justicia.

Se ha hecho énfasis en que PretorIA no busca reemplazar la tarea humana sino facilitarla.

Para lograr un futuro judicial como este, debemos enfocar nuestros esfuerzos en analizar, planear, implementar y corregir tecnologías que apoyan en la impartición de justicia a través de la comparación y prueba de sistemas.

Creo que es necesario advertir las condiciones y necesidades, primero, de la ciudadanía, para determinar qué tecnologías son las que mayores beneficios le genera, y luego, las del sistema de justicia digital implementado por los tribunales electorales hasta ahora.

Hay acciones dentro del sistema judicial que empiezan a sistematizarse con base en soluciones tecnológicas. Un ejemplo son: i) la presentación de juicios, recursos o promociones en línea, ii) notificaciones, iii) integración y consulta de expedientes (menos papel), iv) audiencias por teleconferencia, v) sesiones públicas de resolución transmitidas en vivo, vi) buscadores de sentencias, criterios y datos para consulta, vii) trabajo a distancia, y viii) sistemas de registro de datos y estadísticos, de entre otros

Esas son diferentes tecnologías para diferentes momentos procesales o necesidades, pero todas enfocadas en hacer más eficiente el proceso de impartición de justicia en México. No obstante, aún debemos seguir creando los canales necesarios para alcanzar a PretorIA, porque la aplicación de ese sistema de manera formal gradualmente abrirá la puerta a más opciones, y no podemos quedarnos atrás.

Al implementar cada una de estas herramientas y encaminarlas a un fin, en mi concepto, se requiere dar certeza a los usuarios de justicia sobre el uso de las tecnologías judiciales, garantizar el debido proceso y la transparencia, sin dejar de hacer eficientes los procesos tradicionales, flexibilizando el uso entre el proceso actual y el que es objetivo de la justicia digital.

Lo que la justicia digital busca es hacer eficaz la justicia y no deshumanizarla. La eficacia se genera cuando un funcionario judicial tiene a su alcance información depurada para la toma de decisiones sólidas, ágiles y transparentes, pero además con el nivel de conciencia humana del funcionario para convalidarla. Por otro lado, se protege al usuario del poder Judicial el acceso pleno a la justicia.

No debo dejar de lado que la contingencia sanitaria nos obligó a mejorar las herramientas que se tenían implementadas, cambiando la forma de atender nuestra labor y la de la ciudadanía como usuarios. Pero ahora que hemos dado los pasos necesarios para lograr nuestro objetivo, es necesario reducir costos a través de ideas basadas en sustentabilidad para mejorar el rendimiento de los tribunales con una gestión presupuestal planeada hacia la justicia digital.

Veo muchos beneficios en su aplicación y una tarea titánica para hacer certeros esos sistemas.

La función judicial electoral ha evolucionado a gran escala, las nuevas vías de participación ciudadana, la difusión de criterios y el uso de redes sociales ha generado más interés en nuestra actividad. Es momento de escuchar e innovar en beneficio de la protección de principios democráticos. ¿Ustedes qué opinan?