/ jueves 15 de marzo de 2018

PRI-MOR vs. México

Los eventos que se han suscitado en forma subsecuente desde que el PRI-gobierno inició la embestida en contra de la democracia, prenden focos amarillos al proceso electoral 2018.

La semana pasada escribíamos sobre el acuerdo secreto entre los dos grupos del nuevo y del viejo PRI, los nuevos dinosaurios acordando con los viejos dinosaurios, pero la verdad es que la alianza propuesta entre el partido en el gobierno y un disidente del mismo, que como el hijo pródigo que regresa a casa, era un escenario que no esperábamos, estaba claro que sí podía ser posible.

Las reuniones secretas entre ya saben quién y la gente del PRI-gobierno dejan sospechas fundadas de esta virtual alianza, acuerdo para proteger la impunidad y preservar el sistema de corrupción, contubernio e impunidad. La negativa contundente de Ricardo Anaya para un acuerdo de impunidad precipitó las cosas y la única salida para librar este terrible sexenio de escandalosa corrupción es acudiendo a sus viejos aliados.

La suspicaz e inesperada visita de Jared Kushner, asesor y yerno del presidente Trump, a Los Pinos, invitado por el secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray, principal promotor del fallido candidato Meade, sin una agenda previa y conocida, pero todavía peor, la falta de una explicación clara y convincente de este evento por parte del presidente Peña Nieto, alientan las dudas y sospechas de un acuerdo al interior del PRI, y ahora están enfocados en la labor de convencimiento de que el animal está controlado y es viable el triunfo del mesías asentado en el tabasqueño, que no representa ningún peligro, pues.

Como en el libro del galardonado Gabriel García Márquez “Crónica de una muerte anunciada”, parece que las cosas siguen bien y no pasa nada, “incluso tienen preparada una desmesurada cantidad de gallos para preparar su comida favorita: la sopa de crestas”, nos hacen sentir que está muy lejos una catástrofe peor, que la peor de las catástrofes, que el peor de los temblores registrados a la fecha, “en las horas sucesivas, todo lo que podía llegar a salir mal, sale muy mal”, a las seis de la mañana ya sabe toda la gente del pueblo que los hermanos van a matar a Santiago, pero nadie hace nada. Aun cuando los hermanos no quieren matarlo, nadie hace nada por detenerlos. Al final, a Santiago Nasar, lo matan en la puerta de su casa. ¿Qué le pasa a este pueblo? “Pero la mayoría de quienes pudieron hacer algo por impedir el crimen y sin embargo no lo hicieron”… parece representar muy bien lo que nos está pasando como sociedad ¿Qué nos pasa como pueblo? ¿Qué estamos esperando para reaccionar?

La única esperanza que tenemos como sociedad para preservar las instituciones, la división de poderes, el respeto a la propiedad privada y a los medios de comunicación, dar seguridad y justicia con un crecimiento económico sostenido y que termine con la excesiva burocracia y los gastos exorbitantes, la falta de transparencia, que termine con la corrupción y la impunidad, es la propuesta de cambio con rumbo y con certeza, la decisión la tomaremos nosotros, es nuestra responsabilidad y contra la fuerza de la unión social, nunca nadie ha podido. Ricardo Anaya presidente.

Los eventos que se han suscitado en forma subsecuente desde que el PRI-gobierno inició la embestida en contra de la democracia, prenden focos amarillos al proceso electoral 2018.

La semana pasada escribíamos sobre el acuerdo secreto entre los dos grupos del nuevo y del viejo PRI, los nuevos dinosaurios acordando con los viejos dinosaurios, pero la verdad es que la alianza propuesta entre el partido en el gobierno y un disidente del mismo, que como el hijo pródigo que regresa a casa, era un escenario que no esperábamos, estaba claro que sí podía ser posible.

Las reuniones secretas entre ya saben quién y la gente del PRI-gobierno dejan sospechas fundadas de esta virtual alianza, acuerdo para proteger la impunidad y preservar el sistema de corrupción, contubernio e impunidad. La negativa contundente de Ricardo Anaya para un acuerdo de impunidad precipitó las cosas y la única salida para librar este terrible sexenio de escandalosa corrupción es acudiendo a sus viejos aliados.

La suspicaz e inesperada visita de Jared Kushner, asesor y yerno del presidente Trump, a Los Pinos, invitado por el secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray, principal promotor del fallido candidato Meade, sin una agenda previa y conocida, pero todavía peor, la falta de una explicación clara y convincente de este evento por parte del presidente Peña Nieto, alientan las dudas y sospechas de un acuerdo al interior del PRI, y ahora están enfocados en la labor de convencimiento de que el animal está controlado y es viable el triunfo del mesías asentado en el tabasqueño, que no representa ningún peligro, pues.

Como en el libro del galardonado Gabriel García Márquez “Crónica de una muerte anunciada”, parece que las cosas siguen bien y no pasa nada, “incluso tienen preparada una desmesurada cantidad de gallos para preparar su comida favorita: la sopa de crestas”, nos hacen sentir que está muy lejos una catástrofe peor, que la peor de las catástrofes, que el peor de los temblores registrados a la fecha, “en las horas sucesivas, todo lo que podía llegar a salir mal, sale muy mal”, a las seis de la mañana ya sabe toda la gente del pueblo que los hermanos van a matar a Santiago, pero nadie hace nada. Aun cuando los hermanos no quieren matarlo, nadie hace nada por detenerlos. Al final, a Santiago Nasar, lo matan en la puerta de su casa. ¿Qué le pasa a este pueblo? “Pero la mayoría de quienes pudieron hacer algo por impedir el crimen y sin embargo no lo hicieron”… parece representar muy bien lo que nos está pasando como sociedad ¿Qué nos pasa como pueblo? ¿Qué estamos esperando para reaccionar?

La única esperanza que tenemos como sociedad para preservar las instituciones, la división de poderes, el respeto a la propiedad privada y a los medios de comunicación, dar seguridad y justicia con un crecimiento económico sostenido y que termine con la excesiva burocracia y los gastos exorbitantes, la falta de transparencia, que termine con la corrupción y la impunidad, es la propuesta de cambio con rumbo y con certeza, la decisión la tomaremos nosotros, es nuestra responsabilidad y contra la fuerza de la unión social, nunca nadie ha podido. Ricardo Anaya presidente.