/ martes 1 de enero de 2019

Principio de año

Inicia un nuevo ciclo en la forma en que administramos nuestras vidas. Tenemos los días, las semanas y los años. Para muchas actividades de mediano plazo y de control en algunas dependencias, empresas, organizaciones, el año ha sido el ciclo de referencia para planear, revisar, reportar y visualizar el futuro. Regularmente durante la semana pasada empezamos a proponer algunos retos y actividades que queremos lograr, como personas u organizaciones, para el próximo año. Seguramente estas propuestas están basadas, primeramente, en la situación actual de cada uno de nosotros, del reconocimiento y valuación de los logros y retos realizados. A partir de allí, y buscando alcanzar los objetivos del propósito de vida de cada uno de nosotros, presentamos acciones a realizar en este año.

Este inicio de ciclo nos da la oportunidad de pensar y reflexionar sobre el sentido de nuestro pasar por este mundo, sobre lo que queremos lograr en nuestras vidas, sobre lo que tenemos que trabajar para poder alcanzar los logros. Mientras no sepamos con claridad quiénes queremos ser, qué queremos hacer y qué queremos tener, desde los puntos de vista de nuestras vidas, difícilmente podremos establecer propósito para avanzar en los objetivos. Aclarando nuestros sueños, podremos establecer las metas de avance o logro que queremos realizar el año que inicia, que conduzcan al sueño de lo que queremos ser, hacer y tener.

Así, establecemos los propósitos, que deben ser realistas en término de tus capacidades o posibilidades de incrementar esas capacidades (bajar de peso, lograr un ahorro, hacer algún viaje, mejorar relaciones, etc.). También estos propósitos no deben ser demasiados para poder enfocarse en ellos, recomiendan alrededor de diez, aproximadamente. Que se pueda medir el avance fácilmente. Además que sean motivantes, esto es, que la persona tenga un deseo o una atracción a realizarlo. Hay que escribirlos, no dejarlos en la mente, y su logro debe depender sólo de la persona para su ejecución. También debe contener la posibilidad de iniciar o reiniciar, cuantas veces sea necesario, para lograrlo. Se sugiere compartirlos con los demás para hacerlos partícipes y apoyen el logro de los mismos. Finalmente debe contener una serie de recompensas por haber logrado lo que te propones, compra de algo que te gusta o viaje, etc.

Este inicio de año es formidable porque plantea la posibilidad de emprender, de cambiar, de innovar, pero sobre todo la posibilidad de ser mejor persona.

En este proceso, no hay que olvidar anteponer lo importante, aquello que aporta al logro de tus sueños, como las relaciones, el dar a los demás, el ayudar a la comunidad, etc. Igualmente pensar con una mentalidad de gratitud y de solidaridad, evitar el individualismo o el grupismo, pensando en los demás al mismo nivel o más de como pensamos por nosotros. Tampoco hay que olvidar incorporar aspectos de salud, ejercicio, buena alimentación. De preparación continua en cultura y conocimientos de la especialidad de cada uno. Un aspecto más dentro de los propósitos está la parte espiritual, momentos de reflexión, de práctica de creencia o de tiempos de introspección.

El principio del año debe ser un parteaguas que nos dé la oportunidad de renovarnos en muchos sentidos. Claro que se requiere una fuerza de voluntad y una disciplina para acompañar a una lista de propósitos que nos harán avanzar en el logro de nuestros sueños de la vida. Pero aún si en el camino, por alguna razón, no avanzamos, allí es el momento de volver a intentarlo, una y otra vez, hasta que tomemos control de nuestras vidas y podamos avanzar en el logro de los sueños, esto es lo que da sentido a la existencia, lo que motiva a continuar con esta hermosa vida que se nos dio y de la cual nosotros somos los tomadores de decisiones. ¡Año nuevo, vida nueva! Los mejores deseos para este año que inicia.

email: antonio.rios@tec.mx

Inicia un nuevo ciclo en la forma en que administramos nuestras vidas. Tenemos los días, las semanas y los años. Para muchas actividades de mediano plazo y de control en algunas dependencias, empresas, organizaciones, el año ha sido el ciclo de referencia para planear, revisar, reportar y visualizar el futuro. Regularmente durante la semana pasada empezamos a proponer algunos retos y actividades que queremos lograr, como personas u organizaciones, para el próximo año. Seguramente estas propuestas están basadas, primeramente, en la situación actual de cada uno de nosotros, del reconocimiento y valuación de los logros y retos realizados. A partir de allí, y buscando alcanzar los objetivos del propósito de vida de cada uno de nosotros, presentamos acciones a realizar en este año.

Este inicio de ciclo nos da la oportunidad de pensar y reflexionar sobre el sentido de nuestro pasar por este mundo, sobre lo que queremos lograr en nuestras vidas, sobre lo que tenemos que trabajar para poder alcanzar los logros. Mientras no sepamos con claridad quiénes queremos ser, qué queremos hacer y qué queremos tener, desde los puntos de vista de nuestras vidas, difícilmente podremos establecer propósito para avanzar en los objetivos. Aclarando nuestros sueños, podremos establecer las metas de avance o logro que queremos realizar el año que inicia, que conduzcan al sueño de lo que queremos ser, hacer y tener.

Así, establecemos los propósitos, que deben ser realistas en término de tus capacidades o posibilidades de incrementar esas capacidades (bajar de peso, lograr un ahorro, hacer algún viaje, mejorar relaciones, etc.). También estos propósitos no deben ser demasiados para poder enfocarse en ellos, recomiendan alrededor de diez, aproximadamente. Que se pueda medir el avance fácilmente. Además que sean motivantes, esto es, que la persona tenga un deseo o una atracción a realizarlo. Hay que escribirlos, no dejarlos en la mente, y su logro debe depender sólo de la persona para su ejecución. También debe contener la posibilidad de iniciar o reiniciar, cuantas veces sea necesario, para lograrlo. Se sugiere compartirlos con los demás para hacerlos partícipes y apoyen el logro de los mismos. Finalmente debe contener una serie de recompensas por haber logrado lo que te propones, compra de algo que te gusta o viaje, etc.

Este inicio de año es formidable porque plantea la posibilidad de emprender, de cambiar, de innovar, pero sobre todo la posibilidad de ser mejor persona.

En este proceso, no hay que olvidar anteponer lo importante, aquello que aporta al logro de tus sueños, como las relaciones, el dar a los demás, el ayudar a la comunidad, etc. Igualmente pensar con una mentalidad de gratitud y de solidaridad, evitar el individualismo o el grupismo, pensando en los demás al mismo nivel o más de como pensamos por nosotros. Tampoco hay que olvidar incorporar aspectos de salud, ejercicio, buena alimentación. De preparación continua en cultura y conocimientos de la especialidad de cada uno. Un aspecto más dentro de los propósitos está la parte espiritual, momentos de reflexión, de práctica de creencia o de tiempos de introspección.

El principio del año debe ser un parteaguas que nos dé la oportunidad de renovarnos en muchos sentidos. Claro que se requiere una fuerza de voluntad y una disciplina para acompañar a una lista de propósitos que nos harán avanzar en el logro de nuestros sueños de la vida. Pero aún si en el camino, por alguna razón, no avanzamos, allí es el momento de volver a intentarlo, una y otra vez, hasta que tomemos control de nuestras vidas y podamos avanzar en el logro de los sueños, esto es lo que da sentido a la existencia, lo que motiva a continuar con esta hermosa vida que se nos dio y de la cual nosotros somos los tomadores de decisiones. ¡Año nuevo, vida nueva! Los mejores deseos para este año que inicia.

email: antonio.rios@tec.mx