/ viernes 22 de enero de 2021

PRINCIPIOS Y VALORES

Existen personas y partidos que valoran excesivamente el dinero y el poder, como obtener votos privando de medicamentos a los niños con cáncer; manipulando las vacunas, etc., etc. cómo, en base a una codicia perversa y desmedida, perdonan y ayudan al narcotráfico, como el caso de Ovidio, o cancelando las investigaciones de Cienfuegos y nombrándolo asesor de Sedena….


Algunas veces pensamos que es difícil decidir por quién votar. Unos no, por corruptos, otros menos por ser más corruptos; otros sí, por una equivocada percepción de que por fin harán cambiar las cosas y muchos otros por el interés de una pequeña parte del pueblo que se creyó eso de ser “sabios y buenos”, que más bien resultaron ser “ignorantes y perversos”, donde pertenecen los seguidores de López.

Existe una terrible confusión entre la persona con principios o con valores. ¿Qué son entonces los principios? Son verdades fundamentales que tienen una aplicación y una aceptación universal. Son guías para la conducta humana que se han probado como perdurables y permanentes. Los principios son verdades eternas tales como la justicia, la integridad, la honestidad, la dignidad, etc.

En cuanto a los valores, existen muchísimos, buenos, malos, y muy malos. Los valores son cambiantes según el individuo. Son realidades subjetivas, basadas en los paradigmas o mapas mentales de una persona, De aquí nace el “yo tengo otros datos”…. de aquí parte la perversa decisión de Morena de vacunar primero a los “siervos de la nación” que al personal de salud o personas de la tercera edad. O de quitar los apoyos de todo tipo al pueblo.

Los buenos valores son cualidades que en forma estructural y circunstancial conservan, mejoran y perfeccionan la vida de las personas.

Dentro de los buenos valores circunstanciales tenemos el agua, el descanso, el ejercicio, el trabajo; la convivencia, la enseñanza, la estima, la información comprobada. Los buenos consejos mejoran nuestra calidad de vida. La belleza, la verdad, el amor, la ternura, y nos llevan a la perfección de lo humano.

Los buenos valores son captados por la intuición o la sensibilidad humana. Para que exista un valor en nosotros, tenemos que darle vida nosotros mismos. Los maleantes valoran sus “cuernos de chivo”, los secuestradores valoran el placer al torturar al detenido. El pueblo engañado valora las falsas promesas y compromisos y les gusta que les digan “buenos y sabios”.

Existen personas y partidos que valoran excesivamente el poder, como obtener votos privando de medicamentos a los niños con cáncer; manipulando las vacunas, etc., etc., cómo, en base a una codicia perversa y desmedida, perdonan y ayudan al narcotráfico como el caso de Ovidio, o cancelando las investigaciones de Cienfuegos y nombrándolo asesor de Sedena…. o regalando el dinero de la gente necesitada de nuestro país a El Salvador y Honduras.

Para evaluar a candidatos y partidos debemos cuestionar: ¿Van encaminados a incrementar el valor de los ciudadanos? ¿Llevan a las personas a la perfección y la excelencia? ¿Se busca además de lo bueno, lo mejor y lo óptimo de la persona? ¿Existen compromisos personales para lograr lo anterior?


Todos los partidos y sus precandidatos(as) se encuentran faltos de verdaderos principios y buenos valores, de compromisos para ayudar a los demás, pero el que se lleva la medalla de oro es Morena, pues además de no ayudar al pueblo, se empeña en perjudicarlo, muy al estilo de Cuba, Venezuela y Nicaragua.


Existen personas y partidos que valoran excesivamente el dinero y el poder, como obtener votos privando de medicamentos a los niños con cáncer; manipulando las vacunas, etc., etc. cómo, en base a una codicia perversa y desmedida, perdonan y ayudan al narcotráfico, como el caso de Ovidio, o cancelando las investigaciones de Cienfuegos y nombrándolo asesor de Sedena….


Algunas veces pensamos que es difícil decidir por quién votar. Unos no, por corruptos, otros menos por ser más corruptos; otros sí, por una equivocada percepción de que por fin harán cambiar las cosas y muchos otros por el interés de una pequeña parte del pueblo que se creyó eso de ser “sabios y buenos”, que más bien resultaron ser “ignorantes y perversos”, donde pertenecen los seguidores de López.

Existe una terrible confusión entre la persona con principios o con valores. ¿Qué son entonces los principios? Son verdades fundamentales que tienen una aplicación y una aceptación universal. Son guías para la conducta humana que se han probado como perdurables y permanentes. Los principios son verdades eternas tales como la justicia, la integridad, la honestidad, la dignidad, etc.

En cuanto a los valores, existen muchísimos, buenos, malos, y muy malos. Los valores son cambiantes según el individuo. Son realidades subjetivas, basadas en los paradigmas o mapas mentales de una persona, De aquí nace el “yo tengo otros datos”…. de aquí parte la perversa decisión de Morena de vacunar primero a los “siervos de la nación” que al personal de salud o personas de la tercera edad. O de quitar los apoyos de todo tipo al pueblo.

Los buenos valores son cualidades que en forma estructural y circunstancial conservan, mejoran y perfeccionan la vida de las personas.

Dentro de los buenos valores circunstanciales tenemos el agua, el descanso, el ejercicio, el trabajo; la convivencia, la enseñanza, la estima, la información comprobada. Los buenos consejos mejoran nuestra calidad de vida. La belleza, la verdad, el amor, la ternura, y nos llevan a la perfección de lo humano.

Los buenos valores son captados por la intuición o la sensibilidad humana. Para que exista un valor en nosotros, tenemos que darle vida nosotros mismos. Los maleantes valoran sus “cuernos de chivo”, los secuestradores valoran el placer al torturar al detenido. El pueblo engañado valora las falsas promesas y compromisos y les gusta que les digan “buenos y sabios”.

Existen personas y partidos que valoran excesivamente el poder, como obtener votos privando de medicamentos a los niños con cáncer; manipulando las vacunas, etc., etc., cómo, en base a una codicia perversa y desmedida, perdonan y ayudan al narcotráfico como el caso de Ovidio, o cancelando las investigaciones de Cienfuegos y nombrándolo asesor de Sedena…. o regalando el dinero de la gente necesitada de nuestro país a El Salvador y Honduras.

Para evaluar a candidatos y partidos debemos cuestionar: ¿Van encaminados a incrementar el valor de los ciudadanos? ¿Llevan a las personas a la perfección y la excelencia? ¿Se busca además de lo bueno, lo mejor y lo óptimo de la persona? ¿Existen compromisos personales para lograr lo anterior?


Todos los partidos y sus precandidatos(as) se encuentran faltos de verdaderos principios y buenos valores, de compromisos para ayudar a los demás, pero el que se lleva la medalla de oro es Morena, pues además de no ayudar al pueblo, se empeña en perjudicarlo, muy al estilo de Cuba, Venezuela y Nicaragua.