/ jueves 30 de diciembre de 2021

Próspero Año Nuevo…??          

No se requiere ser genio en los distintos rubros de economía, política y seguridad pública para avizorar hacia dónde caminamos con este gobierno, que, al menos podemos afirmar sobre las agudas dificultades que nos esperan en 2022 pese al discurso “tesonero” indicando: “Vamos muy bien” como dice el presidente. Entendemos sus deseos y de los 126 millones de mexicanos, pero sin atender las recomendaciones de expertos nacionales ni extranjeros para subir a los rieles de un desarrollo con mejor futuro. En educación la nación no ha logrado conciliar el vertiginoso cambio científico y tecnológico como lo están haciendo los países desarrollados; peor si el Conacyt limita becas de estudiantes al extranjero a pesar de una relación académica de un siglo con EU. Por ejemplo: hay un mar incontenible de casi medio millón estudiantes chinos a EU, Canadá y Europa con infinidad de capacidades físicas e intelectuales concentradas en economías exitosas. De ellos 362,486 se inscribieron en 2017 en EU contra 18, 835 mexicanos (SRE). Es decir 19 chinos por un estudiante mexicano. China promueve esa migración al tener claro que emigran los más aptos para estudiar y conseguir un trabajo, cuyas remesas fortalecen millones de familias. Los mexicanos migran por necesidad y adquirir trabajos que nadie quiere. Somos el penúltimo lugar en educación de los 38 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En Salud con las enfáticas palabras del presidente de que estaría el sistema nacional de salud a la par de Dinamarca, no fue así y prueba de ello es la desaparición del Seguro Popular, donde más de 15 millones de mexicanos se quedaron sin una aspirina. The Lancet ubicó a México en el lugar 91 de 195 países en servicios de salud. No conforme con los estragos de la pandemia del Covid; en 2020 fuimos el país con mayor tasa de letalidad del mundo con 8.7 por cada 100 pacientes, clasificándonos la OMS como una de las peores estrategias en el manejo de la pandemia.

En materia de seguridad de las 10 ciudades más peligrosas del mundo 8 son mexicanas y de las 50 enlistadas, 18 también son mexicanas (donde por supuesto están Ciudad Juárez y Chihuahua). Lo que hace suponer un rotundo fracaso de las políticas gubernamentales de combate a la delincuencia, sin que existan indicios de que esto cambiará. De continuar así, habrá de registrarse al concluir este sexenio el doble de los homicidios que en el régimen de Calderón. También la problemática de la crisis humanitaria por la migración de centroamericanos cuya política inicial fue abrir las frontera sur provocando una agria reacción del gobierno de Trump para finalmente utilizar el gobierno mexicano 27 mil efectivos de la Guardia Nacional en las tareas de policía migratoria.

Sobre el empleo pese a que la tasa de desempleo disminuyó al 4.2% en 2021 el poder adquisitivo significa comprar lo mismo pero más caro. Para un mejor entender: Alrededor de 16 horas diarias son las que un trabajador, que gana el salario mínimo, debe trabajar para poder comprar los 121 productos que integran la canasta básica. La gasolina se ha incrementado en 11.2% desde el inicio de esta administración y con ella todos los productos que son transportados. Los tiempos que marcan el desarrollo de los pueblos no pueden estar sujetos al –populismo- que por desgracia está ligado al paupérrimo crecimiento de la educación que es puntal de la riqueza global de una nación.


No se requiere ser genio en los distintos rubros de economía, política y seguridad pública para avizorar hacia dónde caminamos con este gobierno, que, al menos podemos afirmar sobre las agudas dificultades que nos esperan en 2022 pese al discurso “tesonero” indicando: “Vamos muy bien” como dice el presidente. Entendemos sus deseos y de los 126 millones de mexicanos, pero sin atender las recomendaciones de expertos nacionales ni extranjeros para subir a los rieles de un desarrollo con mejor futuro. En educación la nación no ha logrado conciliar el vertiginoso cambio científico y tecnológico como lo están haciendo los países desarrollados; peor si el Conacyt limita becas de estudiantes al extranjero a pesar de una relación académica de un siglo con EU. Por ejemplo: hay un mar incontenible de casi medio millón estudiantes chinos a EU, Canadá y Europa con infinidad de capacidades físicas e intelectuales concentradas en economías exitosas. De ellos 362,486 se inscribieron en 2017 en EU contra 18, 835 mexicanos (SRE). Es decir 19 chinos por un estudiante mexicano. China promueve esa migración al tener claro que emigran los más aptos para estudiar y conseguir un trabajo, cuyas remesas fortalecen millones de familias. Los mexicanos migran por necesidad y adquirir trabajos que nadie quiere. Somos el penúltimo lugar en educación de los 38 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En Salud con las enfáticas palabras del presidente de que estaría el sistema nacional de salud a la par de Dinamarca, no fue así y prueba de ello es la desaparición del Seguro Popular, donde más de 15 millones de mexicanos se quedaron sin una aspirina. The Lancet ubicó a México en el lugar 91 de 195 países en servicios de salud. No conforme con los estragos de la pandemia del Covid; en 2020 fuimos el país con mayor tasa de letalidad del mundo con 8.7 por cada 100 pacientes, clasificándonos la OMS como una de las peores estrategias en el manejo de la pandemia.

En materia de seguridad de las 10 ciudades más peligrosas del mundo 8 son mexicanas y de las 50 enlistadas, 18 también son mexicanas (donde por supuesto están Ciudad Juárez y Chihuahua). Lo que hace suponer un rotundo fracaso de las políticas gubernamentales de combate a la delincuencia, sin que existan indicios de que esto cambiará. De continuar así, habrá de registrarse al concluir este sexenio el doble de los homicidios que en el régimen de Calderón. También la problemática de la crisis humanitaria por la migración de centroamericanos cuya política inicial fue abrir las frontera sur provocando una agria reacción del gobierno de Trump para finalmente utilizar el gobierno mexicano 27 mil efectivos de la Guardia Nacional en las tareas de policía migratoria.

Sobre el empleo pese a que la tasa de desempleo disminuyó al 4.2% en 2021 el poder adquisitivo significa comprar lo mismo pero más caro. Para un mejor entender: Alrededor de 16 horas diarias son las que un trabajador, que gana el salario mínimo, debe trabajar para poder comprar los 121 productos que integran la canasta básica. La gasolina se ha incrementado en 11.2% desde el inicio de esta administración y con ella todos los productos que son transportados. Los tiempos que marcan el desarrollo de los pueblos no pueden estar sujetos al –populismo- que por desgracia está ligado al paupérrimo crecimiento de la educación que es puntal de la riqueza global de una nación.