/ sábado 20 de julio de 2019

¡Prostituyendo la tierra donde sus hijos juegan!

Querido lector, lectora, y yo que ya no quería escribir de crítica política, pero ah, son tiempos en los que brota la roña que traen dentro los políticos, en este triste caso me refiero a los del PAN, a los bajacalifornianos, traidores a su partido, a este partido de bien establecidos estatutos humanistas, pero que en cuanto llegó al poder se le pegó cierta escoria, escoria como esta, que prostituye la tierra donde sus hijos juegan.

Lector, lectora, en Baja California se vivió lo indecible, un grupo de parlamentarios del PAN votaron por que el gobernador entrante Jaime Bonilla (procedente de Morena y que le correspondían sólo dos años de investidura), alargara su mandato de gobierno a cinco años. Luego se soltó el rumor de que este morenista lo logró porque dio un millón de dólares (quesque se los dieron los gringos a cambio de agua) a cada uno de los legisladores panistas y priistas para que votaran a favor del periodo largo; es un rumor, pero cuando el río suena, piedras trae.

El PAN, resquebrajado por la derrota presidencial es, pese a quien le pese, la mejor opción administrativa para México, AMLO se ha encargado de demostrarlo estos primeros seis meses. Y ante este evento de corrupción panista, los simpatizantes necesitamos que escarmienten a estos Judas Iscariotes, y que los saquen del partido, que los avergüencen a ellos y a sus familias (como en China) y que les quiten el dinero.

Es inadmisible que viendo cómo la nueva administración está deshaciendo las nobles instituciones que se forjaron con años y años de prueba y error, y que más o menos funcionaban, beneficiando a los más necesitados, como es el Seguro Popular, las guarderías y los apoyos al campo, entre muchas otras, todavía se atrevan, estos legisladores panistas, a votar por quién está deshaciendo el país.

Esta experiencia es crucial para Acción Nacional, es el momento de que los líderes saquen la casta y castiguen a estos hambrientos legisladores que tan fácilmente comercian su dignidad y la tierra donde sus hijos juegan, para que la ciudadanía vuelva a creer.

¡Que los quemen con leña verde!

www.silviagonzalez.com.mx

Querido lector, lectora, y yo que ya no quería escribir de crítica política, pero ah, son tiempos en los que brota la roña que traen dentro los políticos, en este triste caso me refiero a los del PAN, a los bajacalifornianos, traidores a su partido, a este partido de bien establecidos estatutos humanistas, pero que en cuanto llegó al poder se le pegó cierta escoria, escoria como esta, que prostituye la tierra donde sus hijos juegan.

Lector, lectora, en Baja California se vivió lo indecible, un grupo de parlamentarios del PAN votaron por que el gobernador entrante Jaime Bonilla (procedente de Morena y que le correspondían sólo dos años de investidura), alargara su mandato de gobierno a cinco años. Luego se soltó el rumor de que este morenista lo logró porque dio un millón de dólares (quesque se los dieron los gringos a cambio de agua) a cada uno de los legisladores panistas y priistas para que votaran a favor del periodo largo; es un rumor, pero cuando el río suena, piedras trae.

El PAN, resquebrajado por la derrota presidencial es, pese a quien le pese, la mejor opción administrativa para México, AMLO se ha encargado de demostrarlo estos primeros seis meses. Y ante este evento de corrupción panista, los simpatizantes necesitamos que escarmienten a estos Judas Iscariotes, y que los saquen del partido, que los avergüencen a ellos y a sus familias (como en China) y que les quiten el dinero.

Es inadmisible que viendo cómo la nueva administración está deshaciendo las nobles instituciones que se forjaron con años y años de prueba y error, y que más o menos funcionaban, beneficiando a los más necesitados, como es el Seguro Popular, las guarderías y los apoyos al campo, entre muchas otras, todavía se atrevan, estos legisladores panistas, a votar por quién está deshaciendo el país.

Esta experiencia es crucial para Acción Nacional, es el momento de que los líderes saquen la casta y castiguen a estos hambrientos legisladores que tan fácilmente comercian su dignidad y la tierra donde sus hijos juegan, para que la ciudadanía vuelva a creer.

¡Que los quemen con leña verde!

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