/ viernes 5 de julio de 2019

“Proyecto Iluminemos Chihuahua” vs. la Ley de Extinción de Dominio

Es la Extinción de Dominio…

escudo para Chihuahua;

pues se pondrá como fragua…

proyecto sin escrutinio.


De nuevo los voceros del Proyecto Iluminemos Chihuahua promueven y pontifican sobre las bondades del malhadado proyecto. Y ahora denostan contra “la Ley de Participación Ciudadana”, que faculta a la ciudadanía de toda comunidad, a tomar decisiones conjuntas con la autoridad política y administrativa de las poblaciones correspondientes, en materia de gasto público o transformaciones trascendentes de sus respectivas poblaciones. Pues la ciudadanía chihuahuense y la juarense también, exigen el plebiscito circunstanciado a través del Instituto Estatal Electoral (INE), como institución “balanza”, imparcial y definitoria, de las políticas a seguir respecto al Proyecto Iluminemos Chihuahua, que a las autoridades municipales les ha dado por imponer, “a chaleco”, como lo mencioné en mi artículo del día 22 de mayo de 2019, con el pretexto de mejorar la iluminación citadina; a un costo exorbitante de 6,600 millones de pesos, con una deuda de 15 o más años; la que pagaremos la ciudadanía y nuestros descendientes, para que la ciudad se vea más bonita; y para que con un mega fraude municipal, la actual presidente municipal, Maru Campos, obtenga recursos suficientes para una próxima campaña electoral en pro de la gubernatura de Chihuahua; además de puestos de elección popular para las huestes panistas chihuahuenses.

Por lo menos eso es lo que muchos mal pensados como yo, y por supuesto yo, pensamos.

Pero sólo llevando a cabo el proyecto y probando nuestras suposiciones podremos demostrarlo.

Sin embargo la ciudadanía honesta sin excepción, “estamos quemados con leche, y hasta al jocoque –que es frío- le soplamos”. Pues toda la grey de corruptos nacionales, empezando con los gobernadores que al mando de Peña Nieto saquearon la nación: los huachicoleros, los lamentables casos salariales del sistema judicial, y los incontables desvíos institucionales, nos hacen con toda razón, desconfiar abiertamente de las actuales administraciones políticas, sobre todo de las que tienen expresas ambiciones. Por ello requerimos “un plebiscito”. Diversos grupos sociales lo exigimos; la arquitecta Valeria Villalobos nos explicaba que tenemos que convencer a la sociedad chihuahuense de que exija el plebiscito y que vote… en pro o en contra, pero que haciendo uso y eco de la Ley de Participación Ciudadana, exijamos nuestros derechos. Por supuesto, la administración municipal se opone. Aduciendo un gasto innecesario -que es necesario-; e imponiendo una erogación innecesaria y fabulosa, que a ellos les parece indispensable.

Ahora la tendrán que pensar detenidamente; pues con la nueva Ley de Extinción de Dominio, que afecta y penaliza los actos de corrupción administrativa, se van jugando la libertad y hasta el patrimonio familiar; seremos los primeros en pedir su estricta aplicación para los funcionarios municipales y congresistas, involucrados en actos de corrupción cometidos en el “Proyecto Iluminemos Chihuahua”; votemos en el plebiscito en contra de la remota posibilidad de que autoridades municipales y estatales nos engañen, rechacemos el absurdo proyecto.

Es la Extinción de Dominio…

escudo para Chihuahua;

pues se pondrá como fragua…

proyecto sin escrutinio.


De nuevo los voceros del Proyecto Iluminemos Chihuahua promueven y pontifican sobre las bondades del malhadado proyecto. Y ahora denostan contra “la Ley de Participación Ciudadana”, que faculta a la ciudadanía de toda comunidad, a tomar decisiones conjuntas con la autoridad política y administrativa de las poblaciones correspondientes, en materia de gasto público o transformaciones trascendentes de sus respectivas poblaciones. Pues la ciudadanía chihuahuense y la juarense también, exigen el plebiscito circunstanciado a través del Instituto Estatal Electoral (INE), como institución “balanza”, imparcial y definitoria, de las políticas a seguir respecto al Proyecto Iluminemos Chihuahua, que a las autoridades municipales les ha dado por imponer, “a chaleco”, como lo mencioné en mi artículo del día 22 de mayo de 2019, con el pretexto de mejorar la iluminación citadina; a un costo exorbitante de 6,600 millones de pesos, con una deuda de 15 o más años; la que pagaremos la ciudadanía y nuestros descendientes, para que la ciudad se vea más bonita; y para que con un mega fraude municipal, la actual presidente municipal, Maru Campos, obtenga recursos suficientes para una próxima campaña electoral en pro de la gubernatura de Chihuahua; además de puestos de elección popular para las huestes panistas chihuahuenses.

Por lo menos eso es lo que muchos mal pensados como yo, y por supuesto yo, pensamos.

Pero sólo llevando a cabo el proyecto y probando nuestras suposiciones podremos demostrarlo.

Sin embargo la ciudadanía honesta sin excepción, “estamos quemados con leche, y hasta al jocoque –que es frío- le soplamos”. Pues toda la grey de corruptos nacionales, empezando con los gobernadores que al mando de Peña Nieto saquearon la nación: los huachicoleros, los lamentables casos salariales del sistema judicial, y los incontables desvíos institucionales, nos hacen con toda razón, desconfiar abiertamente de las actuales administraciones políticas, sobre todo de las que tienen expresas ambiciones. Por ello requerimos “un plebiscito”. Diversos grupos sociales lo exigimos; la arquitecta Valeria Villalobos nos explicaba que tenemos que convencer a la sociedad chihuahuense de que exija el plebiscito y que vote… en pro o en contra, pero que haciendo uso y eco de la Ley de Participación Ciudadana, exijamos nuestros derechos. Por supuesto, la administración municipal se opone. Aduciendo un gasto innecesario -que es necesario-; e imponiendo una erogación innecesaria y fabulosa, que a ellos les parece indispensable.

Ahora la tendrán que pensar detenidamente; pues con la nueva Ley de Extinción de Dominio, que afecta y penaliza los actos de corrupción administrativa, se van jugando la libertad y hasta el patrimonio familiar; seremos los primeros en pedir su estricta aplicación para los funcionarios municipales y congresistas, involucrados en actos de corrupción cometidos en el “Proyecto Iluminemos Chihuahua”; votemos en el plebiscito en contra de la remota posibilidad de que autoridades municipales y estatales nos engañen, rechacemos el absurdo proyecto.