/ jueves 15 de abril de 2021

Punto y aparte | Autismo

“Si las personas pudieran experimentar por unos minutos lo que es el autismo, podrían saber cómo ayudar”

  • Therese Joliffe -

En esta cascada de posibilidades que nos ha dado el hecho de estar enclaustrados en nuestra casa, nos recetamos en familia una serie cuyo personaje principal es un joven cirujano autista; su marcada y difícil etapa de niñez y el mensaje final de la serie la hacen muy recomendable, se llama “El buen doctor”. Cuando el personaje en cuestión realiza su primera cirugía le pregunté a mi catedrática consorte: “¿Si tuvieras que operarte lo harías con un doctor autista?”, su respuesta formulada también a manera de pregunta fue más que contundente: “¿Y por qué no?”.

Los principales síntomas de quienes tienen autismo son su dificultad para interactuar con terceros y ciertos problemas en el lenguaje; muchos tienden a parecer que no están poniendo atención a lo que se les está diciendo, pero su capacidad de comprensión es sorpresiva. Algunas personalidades con este trastorno neural son Bill Gates, fundador de la empresa Microsoft; Tim Burton, famoso director de “El joven manos de tijera” y de “Alicia en el país de las maravillas” y Anthony Hopkins, el famoso Aníbal Lecter de “El silencio de los inocentes”. También lo sobrellevaron los compositores Amadeus Mozart y Ludwig Van Beethoven, así como los físicos Isaac Newton y Albert Einstein.

A inicios de este mes se conmemoró el Día Internacional de Concienciación sobre el Autismo porque, por difícil que parezca, todavía existen muchas personas que siguen viéndolo como una enfermedad y su trato para quienes lo tienen es discriminatorio, llegando al terreno de la burla.

Existe la creencia que todo aquel que tiene autismo es una persona agresiva y ante esto muchos toman la equivocada decisión de evitarlos o aislarlos contribuyendo así a una verdadera afectación de consecuencias que pueden llegar a ser irremediables. Los autistas son personas con emociones y sentimientos y con los mismos derechos que todos, necesitan una verdadera comprensión para integrarse adecuadamente a la sociedad. Las personas con autismo hablan con honestidad y cuando se topan con alguna persona que les miente experimentan cierto conflicto y prefieren alejarse de ella.

De acuerdo a un estudio realizado por la Fundación Autism Speaks (el organismo de investigación más importante en Estados Unidos sobre este tema) en nuestro querido México el trastorno autista lo tiene 1 de cada 115 niños, siendo el motivo principal el factor genético (no es el único) y los síntomas van desde muy ligeros hasta muy duros que de no detectarse a tiempo se requerirá de terapias de lenguaje y de conducta.

La recomendación de los especialistas es estar atento a las señales de un posible trastorno autista en los primeros tres años de edad del niño, entre las cuales se encuentran: poco o nulo contacto visual, no responde cuando le llaman por su nombre, no sonríe, no balbucea o no pronuncia ninguna palabra.

Si su hijo es diagnosticado con autismo, no hay que alarmarse, se han logrado importantes avances y constantemente se presentan hallazgos que apoyan para la capacitación familiar en miras de que el futuro de los autistas sea cada vez mejor.

Punto y aparte

Hace unos días partió de este mundo terrenal mi amigo el maestro Jaime de las Casas, quien se encuentra nuevamente al lado de su querida Cristina; para sus hijos y familiares mi abrazo solidario, descanse en paz.

“Si las personas pudieran experimentar por unos minutos lo que es el autismo, podrían saber cómo ayudar”

  • Therese Joliffe -

En esta cascada de posibilidades que nos ha dado el hecho de estar enclaustrados en nuestra casa, nos recetamos en familia una serie cuyo personaje principal es un joven cirujano autista; su marcada y difícil etapa de niñez y el mensaje final de la serie la hacen muy recomendable, se llama “El buen doctor”. Cuando el personaje en cuestión realiza su primera cirugía le pregunté a mi catedrática consorte: “¿Si tuvieras que operarte lo harías con un doctor autista?”, su respuesta formulada también a manera de pregunta fue más que contundente: “¿Y por qué no?”.

Los principales síntomas de quienes tienen autismo son su dificultad para interactuar con terceros y ciertos problemas en el lenguaje; muchos tienden a parecer que no están poniendo atención a lo que se les está diciendo, pero su capacidad de comprensión es sorpresiva. Algunas personalidades con este trastorno neural son Bill Gates, fundador de la empresa Microsoft; Tim Burton, famoso director de “El joven manos de tijera” y de “Alicia en el país de las maravillas” y Anthony Hopkins, el famoso Aníbal Lecter de “El silencio de los inocentes”. También lo sobrellevaron los compositores Amadeus Mozart y Ludwig Van Beethoven, así como los físicos Isaac Newton y Albert Einstein.

A inicios de este mes se conmemoró el Día Internacional de Concienciación sobre el Autismo porque, por difícil que parezca, todavía existen muchas personas que siguen viéndolo como una enfermedad y su trato para quienes lo tienen es discriminatorio, llegando al terreno de la burla.

Existe la creencia que todo aquel que tiene autismo es una persona agresiva y ante esto muchos toman la equivocada decisión de evitarlos o aislarlos contribuyendo así a una verdadera afectación de consecuencias que pueden llegar a ser irremediables. Los autistas son personas con emociones y sentimientos y con los mismos derechos que todos, necesitan una verdadera comprensión para integrarse adecuadamente a la sociedad. Las personas con autismo hablan con honestidad y cuando se topan con alguna persona que les miente experimentan cierto conflicto y prefieren alejarse de ella.

De acuerdo a un estudio realizado por la Fundación Autism Speaks (el organismo de investigación más importante en Estados Unidos sobre este tema) en nuestro querido México el trastorno autista lo tiene 1 de cada 115 niños, siendo el motivo principal el factor genético (no es el único) y los síntomas van desde muy ligeros hasta muy duros que de no detectarse a tiempo se requerirá de terapias de lenguaje y de conducta.

La recomendación de los especialistas es estar atento a las señales de un posible trastorno autista en los primeros tres años de edad del niño, entre las cuales se encuentran: poco o nulo contacto visual, no responde cuando le llaman por su nombre, no sonríe, no balbucea o no pronuncia ninguna palabra.

Si su hijo es diagnosticado con autismo, no hay que alarmarse, se han logrado importantes avances y constantemente se presentan hallazgos que apoyan para la capacitación familiar en miras de que el futuro de los autistas sea cada vez mejor.

Punto y aparte

Hace unos días partió de este mundo terrenal mi amigo el maestro Jaime de las Casas, quien se encuentra nuevamente al lado de su querida Cristina; para sus hijos y familiares mi abrazo solidario, descanse en paz.