/ jueves 13 de enero de 2022

Punto y aparte | El INE y la consulta

“Las instituciones democráticas se diseñaron para paralizar ambiciones peligrosas”

Steven Pinker -

Resalta y resulta irónico e ilógico escuchar a políticos pertenecientes a Morena decir que el Instituto Estatal Electoral (INE) no respeta los derechos políticos de los compatriotas mexicanos y que lejos de eso no protege a la democracia del país, es decir, la institución que validó los resultados donde López Obrador, varios gobernadores, diputados, senadores, síndicos y presidentes municipales de este partido salieron ganadores en las urnas está siendo cuestionada por los mismos finos integrantes de la incorrectamente llamada cuarta transformación.


Lo lamentable de lo anterior es que la actuación de gran parte de estos políticos no obedece a su propio criterio (?), sino que su modalidad robotizada los coloca a tener que seguir las órdenes de quien creen que es su patrón, olvidándose por completo que el sueldo que reciben proviene de todos los mexicanos.


La ociosa consulta a la que se convocará el próximo mes de abril para la revocación de mandato del presidente AMLO (candidato electo en el 2018 para 6 años) representa, de alguna manera, una práctica dolosa para golpear al INE, organismo que, aunque tiene sus fallas (¿cuál organismo no las tiene?) mucho ha avanzado en considerar la participación ciudadana en miras a fortalecer esa democracia que se conquista día con día. A ningún mexicano le conviene desaparecer al INE, bueno, ya sabemos quién es la excepción.


Pero ¿por qué la consulta es ociosa?, muy sencillo, ¿ustedes creen que después de la consulta, sea cual sea el resultado, las cosas cambiarán en nuestro querido México?, para nada, de ello no depende que se solucionen los problemas económicos, de seguridad y ahora los de salud, no, este costoso seudoejercicio no dejará ningún beneficio al pueblo, el que la consulta se lleve a cabo obedece más a un capricho de un señor cuya confianza en sí mismo pareciera desmoronarse y ve a esta consulta como un importante salvavidas, porque, todos conocemos cuál será el resultado. ¿Ustedes creen que más de 6 millones de personas firmaron libremente para que se lleve a cabo la consulta?, por favor. Pero el primer mandatario piensa que con su ratificación en el Poder Ejecutivo se marcará una diferencia en el gobierno en miras a preparar a su sucesor o sucesora, donde, hasta ahora, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México y el canciller son los que suenan por parte de Morena, mientras que los partidos de oposición preparan motores para identificar los mejores perfiles hacia las elecciones del 2024.


Un gobierno que se presume como austero realizó en agosto del año pasado otra inútil consulta popular sobre el juicio a expresidentes y cuyo resultado ni quien se acuerde, a nadie le importó, porque además de que no salió vinculante, carecía de sentido (en todo sentido) y sólo sirvió a “ya saben quién” para tratar de descalificar al organizador como para preparar el terreno de sus intenciones actuales de desaparecerlo.


El INE no es el villano, sigue siendo una institución autónoma y como tal tenemos que levantar la voz para que siga siéndolo. Pos luego.


Presidente de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua.


aruedam@hotmail.com







“Las instituciones democráticas se diseñaron para paralizar ambiciones peligrosas”

Steven Pinker -

Resalta y resulta irónico e ilógico escuchar a políticos pertenecientes a Morena decir que el Instituto Estatal Electoral (INE) no respeta los derechos políticos de los compatriotas mexicanos y que lejos de eso no protege a la democracia del país, es decir, la institución que validó los resultados donde López Obrador, varios gobernadores, diputados, senadores, síndicos y presidentes municipales de este partido salieron ganadores en las urnas está siendo cuestionada por los mismos finos integrantes de la incorrectamente llamada cuarta transformación.


Lo lamentable de lo anterior es que la actuación de gran parte de estos políticos no obedece a su propio criterio (?), sino que su modalidad robotizada los coloca a tener que seguir las órdenes de quien creen que es su patrón, olvidándose por completo que el sueldo que reciben proviene de todos los mexicanos.


La ociosa consulta a la que se convocará el próximo mes de abril para la revocación de mandato del presidente AMLO (candidato electo en el 2018 para 6 años) representa, de alguna manera, una práctica dolosa para golpear al INE, organismo que, aunque tiene sus fallas (¿cuál organismo no las tiene?) mucho ha avanzado en considerar la participación ciudadana en miras a fortalecer esa democracia que se conquista día con día. A ningún mexicano le conviene desaparecer al INE, bueno, ya sabemos quién es la excepción.


Pero ¿por qué la consulta es ociosa?, muy sencillo, ¿ustedes creen que después de la consulta, sea cual sea el resultado, las cosas cambiarán en nuestro querido México?, para nada, de ello no depende que se solucionen los problemas económicos, de seguridad y ahora los de salud, no, este costoso seudoejercicio no dejará ningún beneficio al pueblo, el que la consulta se lleve a cabo obedece más a un capricho de un señor cuya confianza en sí mismo pareciera desmoronarse y ve a esta consulta como un importante salvavidas, porque, todos conocemos cuál será el resultado. ¿Ustedes creen que más de 6 millones de personas firmaron libremente para que se lleve a cabo la consulta?, por favor. Pero el primer mandatario piensa que con su ratificación en el Poder Ejecutivo se marcará una diferencia en el gobierno en miras a preparar a su sucesor o sucesora, donde, hasta ahora, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México y el canciller son los que suenan por parte de Morena, mientras que los partidos de oposición preparan motores para identificar los mejores perfiles hacia las elecciones del 2024.


Un gobierno que se presume como austero realizó en agosto del año pasado otra inútil consulta popular sobre el juicio a expresidentes y cuyo resultado ni quien se acuerde, a nadie le importó, porque además de que no salió vinculante, carecía de sentido (en todo sentido) y sólo sirvió a “ya saben quién” para tratar de descalificar al organizador como para preparar el terreno de sus intenciones actuales de desaparecerlo.


El INE no es el villano, sigue siendo una institución autónoma y como tal tenemos que levantar la voz para que siga siéndolo. Pos luego.


Presidente de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua.


aruedam@hotmail.com