/ jueves 1 de julio de 2021

Punto y aparte | Experiencias que forman el carácter

“El carácter de un hombre traza su destino”: Johan Strindberg

Las personas estamos integradas por un conjunto de experiencias y ajetreos que con el transcurso del tiempo van forjando nuestro carácter y tejiendo nuestro temperamento. Lo importante de estas experiencias es tomar lo positivo de ellas en la búsqueda de ser un mejor ser humano para consigo mismo como para terceros.

La vida nos brinda día con día un escenario con diversas vicisitudes y con una realidad que en ocasiones se acomodará a nuestros requerimientos, pero la mayoría de las veces no, pero sus elementos no podemos modificarlos, en nosotros estará el responder adecuadamente para intentar llevar con tolerancia y tranquilidad lo que se nos vaya presentando.

En ocasiones caemos en la consideración de que la vida cambia o de que se requiere de cambios en la forma de gobierno, cambios en la educación o cambios en la tecnología, cuando la verdad es que el cambio somos nosotros, de nosotros depende si avanzamos en la búsqueda de un mejor mañana para nuestro país y nuestra familia o si cambiamos metiéndole reversa a lo que ya se ha logrado. En nosotros está acostarnos en una cómoda cama o ejercitar nuestras piernas y nuestra mente ideando acciones para mejorar la perspectiva de nuestro futuro.

El mundo está pasando por la peor crisis de los últimos años, la globalización nos ha llevado a que lo que acontece en el continente asiático o europeo nos origine consecuencias a los que vivimos de este lado del charco. Hoy, un estornudo de un chino afecta a un ecuatoriano; una explosión en Beirut tiene consecuencias en Paraguay; un atentado en Nueva York hace que retiemble en su centro la tierra. No podemos, ni debemos, ser ajenos a los acontecimientos que ocurren a miles de kilómetros, mañana nos puede ocurrir a nosotros.

El orden mundial se está sacudiendo, se está reacomodando. Los países considerados más poderosos están analizando los valores cruciales de las democracias y consideran al cambio climático y a la problemática sanitaria mundial como oportunidades para ocupar su lugar dominante en el universo y esto en el camino dejará miles de afectados (ya lo estamos viendo).

Conforme avanza el tiempo las personas dejamos de preocuparnos por la edad que se nos va acumulando, los problemas que teníamos empiezan a convertirse en trivialidades y la preocupación la enfocamos en la huella que vamos dejando y en el ejemplo que seremos para las generaciones que vienen detrás.

Cada una de las experiencias que acumulamos en el transcurso de nuestro kilometraje de vida nos forjan el carácter y el temperamento; en el camino por supuesto que tendremos caídas y momentos difíciles que con el tiempo nos daremos cuenta que son indispensables para cada uno de nosotros, los aspiracionistas que buscamos un mejor futuro, pos luego.

Secretario de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua.

aruedam@hotmail.com

“El carácter de un hombre traza su destino”: Johan Strindberg

Las personas estamos integradas por un conjunto de experiencias y ajetreos que con el transcurso del tiempo van forjando nuestro carácter y tejiendo nuestro temperamento. Lo importante de estas experiencias es tomar lo positivo de ellas en la búsqueda de ser un mejor ser humano para consigo mismo como para terceros.

La vida nos brinda día con día un escenario con diversas vicisitudes y con una realidad que en ocasiones se acomodará a nuestros requerimientos, pero la mayoría de las veces no, pero sus elementos no podemos modificarlos, en nosotros estará el responder adecuadamente para intentar llevar con tolerancia y tranquilidad lo que se nos vaya presentando.

En ocasiones caemos en la consideración de que la vida cambia o de que se requiere de cambios en la forma de gobierno, cambios en la educación o cambios en la tecnología, cuando la verdad es que el cambio somos nosotros, de nosotros depende si avanzamos en la búsqueda de un mejor mañana para nuestro país y nuestra familia o si cambiamos metiéndole reversa a lo que ya se ha logrado. En nosotros está acostarnos en una cómoda cama o ejercitar nuestras piernas y nuestra mente ideando acciones para mejorar la perspectiva de nuestro futuro.

El mundo está pasando por la peor crisis de los últimos años, la globalización nos ha llevado a que lo que acontece en el continente asiático o europeo nos origine consecuencias a los que vivimos de este lado del charco. Hoy, un estornudo de un chino afecta a un ecuatoriano; una explosión en Beirut tiene consecuencias en Paraguay; un atentado en Nueva York hace que retiemble en su centro la tierra. No podemos, ni debemos, ser ajenos a los acontecimientos que ocurren a miles de kilómetros, mañana nos puede ocurrir a nosotros.

El orden mundial se está sacudiendo, se está reacomodando. Los países considerados más poderosos están analizando los valores cruciales de las democracias y consideran al cambio climático y a la problemática sanitaria mundial como oportunidades para ocupar su lugar dominante en el universo y esto en el camino dejará miles de afectados (ya lo estamos viendo).

Conforme avanza el tiempo las personas dejamos de preocuparnos por la edad que se nos va acumulando, los problemas que teníamos empiezan a convertirse en trivialidades y la preocupación la enfocamos en la huella que vamos dejando y en el ejemplo que seremos para las generaciones que vienen detrás.

Cada una de las experiencias que acumulamos en el transcurso de nuestro kilometraje de vida nos forjan el carácter y el temperamento; en el camino por supuesto que tendremos caídas y momentos difíciles que con el tiempo nos daremos cuenta que son indispensables para cada uno de nosotros, los aspiracionistas que buscamos un mejor futuro, pos luego.

Secretario de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua.

aruedam@hotmail.com