/ jueves 16 de junio de 2022

Punto y aparte | Hay tiro, claro que sí

“La elección determina los resultados” -Jim Rohn -

Los campos en el que este escribidor se maneja son el financiero y el académico, así lo constatan 29 años como asesor financiero en prestigiada institución y 26 años como catedrático en mi querida Facultad de Contaduría y Administración de la UACh. La parte de columnista de opinión la encamino a temas sociales y culturales acompañados de alguna experiencia de vida y buscando dejar algo en el respetado lector, ocasionalmente nos da por entrarle a opinar sobre el polémico tema de la política, siempre tratando de ver las cuestiones positivas del asunto, porque también las hay, desde luego.


El pasado domingo 5 de junio se llevaron a cabo votaciones para gobernador en seis estados de la República (Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo), que en su conjunto representan alrededor del 12% del padrón electoral de nuestro país. El interés se concentró principalmente en dos aspectos: ver cuánto avanzaba la presencia del partido que controla el primer mandatario de la nación y conocer los resultados de las alianzas de partidos que se formaron para la contienda. Esto definitivamente cambiaría la composición política de México con todo lo que ello implica.


Nuevamente el abstencionismo representó el enemigo más fuerte para la democracia del país. En el hermoso estado de Oaxaca acudió a votar sólo el 38% del padrón registrado, en Tamaulipas el abstencionismo rondó el 48% y en Hidalgo sobre el 50%, es decir, los que por apatía, enojo, decepción o enfermedad no acudieron a las urnas pudieron mover los resultados hacia otra dirección, pero el hubiera dicen que no existe, así que a pensar en lo que viene. Las elecciones del próximo año (siempre estamos en elecciones), en donde se elegirán nuevos gobernadores, presidentes municipales, síndicos y legisladores, serán cruciales para cuando en 2024 renovemos al Ejecutivo federal, de aquí la importancia de que los partidos políticos tengan candidatos fuertes que despierten el interés del electorado.


El presidente López hasta el momento ha dado a entender que los posibles abanderados de su partido para sucederlo son: la jefa de Gobierno de la Ciudad de México (con todo y la tragedia de la línea 12 del metro); el secretario de Relaciones Exteriores (a quien tras un inconcebible berrinche enviaron a representarnos en la Cumbre de las Américas) y su fiel secretario de Gobernación (que por cierto hace unos días anduvo por estas tierras).


La ventaja de quien abandere la candidatura opositora hacia la presidencia de México para el próximo sexenio es que ya conoce los perfiles de sus posibles oponentes; la cuestión sigue siendo, ¿quién será ese candidato o candidata de la oposición?, ¿vendrá de un partido político o de la sociedad civil? El reto se antoja difícil y más con una maquinaria federal en contra que ya hemos sido testigos de que hace y deshace todo lo posible y lo imposible por entrometerse en las elecciones.


Los pasados triunfos de la alianza opositora en Durango y Aguascalientes los llevaron a concluir que “hay tiro” pensando en lo que viene. Entre las posibilidades que hasta el momento se presentan para estar en la boleta de 2024 se encuentra el nombre de nuestra gobernadora y veámoslo por donde lo veamos, independientemente de simpatías partidistas, bien por ella, bien por Chihuahua. Pos luego.


aruedam@hotmail.com





“La elección determina los resultados” -Jim Rohn -

Los campos en el que este escribidor se maneja son el financiero y el académico, así lo constatan 29 años como asesor financiero en prestigiada institución y 26 años como catedrático en mi querida Facultad de Contaduría y Administración de la UACh. La parte de columnista de opinión la encamino a temas sociales y culturales acompañados de alguna experiencia de vida y buscando dejar algo en el respetado lector, ocasionalmente nos da por entrarle a opinar sobre el polémico tema de la política, siempre tratando de ver las cuestiones positivas del asunto, porque también las hay, desde luego.


El pasado domingo 5 de junio se llevaron a cabo votaciones para gobernador en seis estados de la República (Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo), que en su conjunto representan alrededor del 12% del padrón electoral de nuestro país. El interés se concentró principalmente en dos aspectos: ver cuánto avanzaba la presencia del partido que controla el primer mandatario de la nación y conocer los resultados de las alianzas de partidos que se formaron para la contienda. Esto definitivamente cambiaría la composición política de México con todo lo que ello implica.


Nuevamente el abstencionismo representó el enemigo más fuerte para la democracia del país. En el hermoso estado de Oaxaca acudió a votar sólo el 38% del padrón registrado, en Tamaulipas el abstencionismo rondó el 48% y en Hidalgo sobre el 50%, es decir, los que por apatía, enojo, decepción o enfermedad no acudieron a las urnas pudieron mover los resultados hacia otra dirección, pero el hubiera dicen que no existe, así que a pensar en lo que viene. Las elecciones del próximo año (siempre estamos en elecciones), en donde se elegirán nuevos gobernadores, presidentes municipales, síndicos y legisladores, serán cruciales para cuando en 2024 renovemos al Ejecutivo federal, de aquí la importancia de que los partidos políticos tengan candidatos fuertes que despierten el interés del electorado.


El presidente López hasta el momento ha dado a entender que los posibles abanderados de su partido para sucederlo son: la jefa de Gobierno de la Ciudad de México (con todo y la tragedia de la línea 12 del metro); el secretario de Relaciones Exteriores (a quien tras un inconcebible berrinche enviaron a representarnos en la Cumbre de las Américas) y su fiel secretario de Gobernación (que por cierto hace unos días anduvo por estas tierras).


La ventaja de quien abandere la candidatura opositora hacia la presidencia de México para el próximo sexenio es que ya conoce los perfiles de sus posibles oponentes; la cuestión sigue siendo, ¿quién será ese candidato o candidata de la oposición?, ¿vendrá de un partido político o de la sociedad civil? El reto se antoja difícil y más con una maquinaria federal en contra que ya hemos sido testigos de que hace y deshace todo lo posible y lo imposible por entrometerse en las elecciones.


Los pasados triunfos de la alianza opositora en Durango y Aguascalientes los llevaron a concluir que “hay tiro” pensando en lo que viene. Entre las posibilidades que hasta el momento se presentan para estar en la boleta de 2024 se encuentra el nombre de nuestra gobernadora y veámoslo por donde lo veamos, independientemente de simpatías partidistas, bien por ella, bien por Chihuahua. Pos luego.


aruedam@hotmail.com