/ jueves 9 de septiembre de 2021

Punto y Aparte | Hechos, no palabras

Por: Alejandro Rueda Moreno

“La única verdad es la realidad”

Aristóteles -

Debo serles muy honesto, nunca he visto ni escuchado un informe presidencial completo, cuando he querido poner atención, a los diez o quince minutos empiezo a bostezar o a cabecear y decido mejor suspenderlo, no es lo mío, prefiero ver después el resumen en algún noticiero, leerlo en el periódico o que me lo platiquen mis amigos que sí lo vieron (que son pocos, muy pocos)

El destinar tiempo a escuchar del Ejecutivo un informe de gobierno cuando durante el tiempo de su mandato hemos sido testigos de lo que han hecho, pero sobre todo de lo que no, resultaría un poco redundante, sin embargo, entiendo que por ley es una obligación realizarlo y pues que lo escuche quien quiera y que saque sus propias consideraciones al respecto.

Dentro del mensaje que se dio para lo del informe que marca la mitad de la administración de lo que pretende ser una cuarta transformación para nuestro país se dijeron las finas palabras: “Tengan para que aprendan”, presupongo dirigidas a quienes han sido señalados como los neoliberales que tanto daño hicieron a la nación; en los spots de radio y televisión se observó al primer mandatario diciendo que hoy más que nunca hay libertad de expresión, que no se persigue a periodistas y que la corrupción es prácticamente nula y termina con la motivadora frase: “Hechos, no palabras”.

Esos hechos a los que seguramente se refiere el presidente son los que han mantenido la economía del país hasta cierto punto estable en términos macroeconómicos, variables como el índice de la Bolsa de Valores o los movimientos en el tipo de cambio que obedecen a oferta y demanda merecen ser analizados en forma particular en otra entrega.

Pero los hechos que golpean la realidad de nuestro México es que en últimos años los pobres han aumentado y de manera considerable, datos duros del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social indicaron que del 2018 al 2020 la población en pobreza aumentó en casi 4 millones de conciudadanos y esto, por mucho que se diga en un informe, es lo que más se debe observar para emitir una evaluación general de lo que se hace o deshace desde la administración pública.

Otro de los hechos y no palabras de estas fechas que vivimos en peligro son la cantidad de mexicanos que se han contagiado o perdido la vida por el virus asiático bautizado como Covid y que ha puesto en evidencia la errónea estrategia en materia de salud del país teniendo como reciente decisión que lloviera, tronara o relampagueara los niños y adolescentes de primaria y secundaria volverían a clases de manera presencial porque, según don Andrés, hay que arriesgarse en la vida.

El tema del combate a la corrupción fue el que movió la campaña de AMLO hace tres años y prácticamente el que lo llevó a la victoria, sin embargo, por más que se nos diga que ya no hay corruptos en Palacio de Gobierno, los corruptos que lastiman a la nación tienen nombre y apellido y se encuentran muy cerca de él, pero por alguna razón la cobija gubernamental los cubre sobremanera.

Todos los gobiernos tienen aciertos y desaciertos, así es esto, el deseo y la exigencia es que los siguientes tres años sean llevados a cabo con eficiencia y transparencia para no caer en lo que decimos cada seis años: “Todos son iguales”, demuestren que no, el pueblo lo agradecerá.


aruedam@hotmail.com

Por: Alejandro Rueda Moreno

“La única verdad es la realidad”

Aristóteles -

Debo serles muy honesto, nunca he visto ni escuchado un informe presidencial completo, cuando he querido poner atención, a los diez o quince minutos empiezo a bostezar o a cabecear y decido mejor suspenderlo, no es lo mío, prefiero ver después el resumen en algún noticiero, leerlo en el periódico o que me lo platiquen mis amigos que sí lo vieron (que son pocos, muy pocos)

El destinar tiempo a escuchar del Ejecutivo un informe de gobierno cuando durante el tiempo de su mandato hemos sido testigos de lo que han hecho, pero sobre todo de lo que no, resultaría un poco redundante, sin embargo, entiendo que por ley es una obligación realizarlo y pues que lo escuche quien quiera y que saque sus propias consideraciones al respecto.

Dentro del mensaje que se dio para lo del informe que marca la mitad de la administración de lo que pretende ser una cuarta transformación para nuestro país se dijeron las finas palabras: “Tengan para que aprendan”, presupongo dirigidas a quienes han sido señalados como los neoliberales que tanto daño hicieron a la nación; en los spots de radio y televisión se observó al primer mandatario diciendo que hoy más que nunca hay libertad de expresión, que no se persigue a periodistas y que la corrupción es prácticamente nula y termina con la motivadora frase: “Hechos, no palabras”.

Esos hechos a los que seguramente se refiere el presidente son los que han mantenido la economía del país hasta cierto punto estable en términos macroeconómicos, variables como el índice de la Bolsa de Valores o los movimientos en el tipo de cambio que obedecen a oferta y demanda merecen ser analizados en forma particular en otra entrega.

Pero los hechos que golpean la realidad de nuestro México es que en últimos años los pobres han aumentado y de manera considerable, datos duros del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social indicaron que del 2018 al 2020 la población en pobreza aumentó en casi 4 millones de conciudadanos y esto, por mucho que se diga en un informe, es lo que más se debe observar para emitir una evaluación general de lo que se hace o deshace desde la administración pública.

Otro de los hechos y no palabras de estas fechas que vivimos en peligro son la cantidad de mexicanos que se han contagiado o perdido la vida por el virus asiático bautizado como Covid y que ha puesto en evidencia la errónea estrategia en materia de salud del país teniendo como reciente decisión que lloviera, tronara o relampagueara los niños y adolescentes de primaria y secundaria volverían a clases de manera presencial porque, según don Andrés, hay que arriesgarse en la vida.

El tema del combate a la corrupción fue el que movió la campaña de AMLO hace tres años y prácticamente el que lo llevó a la victoria, sin embargo, por más que se nos diga que ya no hay corruptos en Palacio de Gobierno, los corruptos que lastiman a la nación tienen nombre y apellido y se encuentran muy cerca de él, pero por alguna razón la cobija gubernamental los cubre sobremanera.

Todos los gobiernos tienen aciertos y desaciertos, así es esto, el deseo y la exigencia es que los siguientes tres años sean llevados a cabo con eficiencia y transparencia para no caer en lo que decimos cada seis años: “Todos son iguales”, demuestren que no, el pueblo lo agradecerá.


aruedam@hotmail.com