/ jueves 8 de julio de 2021

Punto y aparte | La consulta de agosto

“Sólo hay dos cosas que podemos perder: el tiempo y la vida; la segunda es inevitable, la primera imperdonable” - José María Franco

El primer día del próximo mes los mexicanos seremos convocados (no obligados) para acudir a una seudoconsulta popular para responder la siguiente pregunta: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”. Antes de continuar, el lector tiene un minuto para volver a leer la pregunta y tratar de descifrarla, aquí te esperamos, ¿ya?, seguimos pues.

Estas consultas de participación ciudadana para opinar sobre temas que se pudieran considerar trascendentales en la vida nacional pueden ser convocadas por el H. Congreso de la Unión escuchando la solicitud ya sea del primer mandatario del país (este es el caso), el 33% de los integrantes de cualquier cámara, diputados o senadores, o al menos por el 2% de los ciudadanos que se encuentran registrados en la lista nominal de electores. ¿Quién evalúa si es trascendental o no?, ahí está el detalle.

Pero vamos a desmenuzar los elementos de la pregunta, misma que fue modificada a la que originalmente quería don Andrés:

1) En primer lugar, decir que si estás de acuerdo o no resulta un tanto repetitivo y sobrante, basta con mencionar: ¿Estás de acuerdo?

2) La pertinencia tiene que ver con lo oportuno y resulta más que evidente para quién le es oportuno en esta época una acción de esta naturaleza, más cuando su partido fue golpeado en la Ciudad de México de manera contundente y cuando en unos meses más hará un ejercicio similar para ver si procede o no la revocación de mandato.

3) Muchos ubican esta consulta como la de juicio a expresidentes, pero actores políticos no sólo son los expresidentes, el adjetivo incluye a muchos funcionarios, diputados, senadores, alcaldes, síndicos, etc.

4) Esclarecer decisiones políticas de años pasados abarca del 2020 para atrás y pudiera salir contraproducente para quien le urge aplicar la consulta, sobra mencionar los porqués.

5) La parte de garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas cae en la burla, porque las malas decisiones de nuestros gobernantes (todos las han tenido y las seguirán teniendo), sean en el terreno que sean, siempre tendrán como víctima al pueblo, que sigue resistiendo.

Tres de los motivos del porqué se está promoviendo esta consulta son: las concesiones públicas otorgadas de manera ilícita, la errónea estrategia de seguridad pública y los actos de corrupción. La cuestión es: ¿No es esto un autogol en toda su expresión?

Para iniciar una investigación cuando se presume cualquier acto de corrupción o de dolo contra algún ciudadano no se necesita de ninguna consulta; ejercer y aplicar la ley no requiere de gastarse más de quinientos millones de pesos en un ejercicio donde las verdaderas intenciones tienen sabor a venganza, ocurrencia y conveniencia personal.

Secretario de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua

aruedam@hotmail.com

“Sólo hay dos cosas que podemos perder: el tiempo y la vida; la segunda es inevitable, la primera imperdonable” - José María Franco

El primer día del próximo mes los mexicanos seremos convocados (no obligados) para acudir a una seudoconsulta popular para responder la siguiente pregunta: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”. Antes de continuar, el lector tiene un minuto para volver a leer la pregunta y tratar de descifrarla, aquí te esperamos, ¿ya?, seguimos pues.

Estas consultas de participación ciudadana para opinar sobre temas que se pudieran considerar trascendentales en la vida nacional pueden ser convocadas por el H. Congreso de la Unión escuchando la solicitud ya sea del primer mandatario del país (este es el caso), el 33% de los integrantes de cualquier cámara, diputados o senadores, o al menos por el 2% de los ciudadanos que se encuentran registrados en la lista nominal de electores. ¿Quién evalúa si es trascendental o no?, ahí está el detalle.

Pero vamos a desmenuzar los elementos de la pregunta, misma que fue modificada a la que originalmente quería don Andrés:

1) En primer lugar, decir que si estás de acuerdo o no resulta un tanto repetitivo y sobrante, basta con mencionar: ¿Estás de acuerdo?

2) La pertinencia tiene que ver con lo oportuno y resulta más que evidente para quién le es oportuno en esta época una acción de esta naturaleza, más cuando su partido fue golpeado en la Ciudad de México de manera contundente y cuando en unos meses más hará un ejercicio similar para ver si procede o no la revocación de mandato.

3) Muchos ubican esta consulta como la de juicio a expresidentes, pero actores políticos no sólo son los expresidentes, el adjetivo incluye a muchos funcionarios, diputados, senadores, alcaldes, síndicos, etc.

4) Esclarecer decisiones políticas de años pasados abarca del 2020 para atrás y pudiera salir contraproducente para quien le urge aplicar la consulta, sobra mencionar los porqués.

5) La parte de garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas cae en la burla, porque las malas decisiones de nuestros gobernantes (todos las han tenido y las seguirán teniendo), sean en el terreno que sean, siempre tendrán como víctima al pueblo, que sigue resistiendo.

Tres de los motivos del porqué se está promoviendo esta consulta son: las concesiones públicas otorgadas de manera ilícita, la errónea estrategia de seguridad pública y los actos de corrupción. La cuestión es: ¿No es esto un autogol en toda su expresión?

Para iniciar una investigación cuando se presume cualquier acto de corrupción o de dolo contra algún ciudadano no se necesita de ninguna consulta; ejercer y aplicar la ley no requiere de gastarse más de quinientos millones de pesos en un ejercicio donde las verdaderas intenciones tienen sabor a venganza, ocurrencia y conveniencia personal.

Secretario de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua

aruedam@hotmail.com