/ sábado 9 de julio de 2022

Qué copas usar para el vino y la novela que estoy escribiendo

Por: Silvia González

Aprender a usar las copas adecuadas para tomar vino y para beber agua es importante en estos tiempos en que aquí, en Chihuahua, estamos ganando premios mundiales con nuestros vinos, pues este año también hubo medallas en el concurso de Bruselas, esta vez para la vinícola Tres Ríos. Y en cuanto a México fueron 23 etiquetas las que se trajeron el oro y 37 de plata. Esto nos dice que nuestra economía debe caminar por la siembra y cosecha de uva y su industrialización, y un buen comienzo es aprender la cultura del vino empezando por servirlo en la copa apropiada.

Las copas para vino tinto son de tallo largo, de vidrio o cristal, pero abultadas, tienen un cáliz más grande y la boca abierta para que al mover el vino se oxigene mejor. Sabemos que la oxigenación es importante porque cuando el oxígeno toca el vino provoca que se le desprendan aromas y sabores deliciosos, el famoso buqué.

Hay diminutas diferencias entre la copa para vino tinto y la de blanco o rosado, pero básicamente son iguales. La copa que sí es diferente es la copa para el agua, porque es más corta, más gruesa y más ancha. Además es tendencia acomodar la copa de agua junto a la de vino porque las generaciones actuales quieren pasarla bien bebiendo sin resaca, así que tomar una copa de agua entre una y otra de vino nos proporcionará hidratación y, además, evitaremos los excesos. La copa de vino espumoso es fácil de distinguir por ser larga y estilizada tipo flauta para evitar el derrame de la espuma.

Y fíjese usted, amable lector, lectora, que en la novela que estoy escribiendo una escena trata de esto, precisamente, pues la bella protagonista es amante de un hombre muy exigente en cuestión de etiqueta y cuando ella, en una reunión, sirve el vino en una copa de agua, él se la arrebata, la quiebra y la amenaza de que si se vuelve a equivocarse le va a cortar la cara. No se asuste, es sólo una escena, finalmente la chica se queda con otro loco que ya estaba curado de sus neurosis y son felices para siempre, como cualquiera de nosotros, digo por lo del loco curado.

¡Salud! Búsqueme en Face como Vinícola Diez González y sígame.

Miembro AECHI


Por: Silvia González

Aprender a usar las copas adecuadas para tomar vino y para beber agua es importante en estos tiempos en que aquí, en Chihuahua, estamos ganando premios mundiales con nuestros vinos, pues este año también hubo medallas en el concurso de Bruselas, esta vez para la vinícola Tres Ríos. Y en cuanto a México fueron 23 etiquetas las que se trajeron el oro y 37 de plata. Esto nos dice que nuestra economía debe caminar por la siembra y cosecha de uva y su industrialización, y un buen comienzo es aprender la cultura del vino empezando por servirlo en la copa apropiada.

Las copas para vino tinto son de tallo largo, de vidrio o cristal, pero abultadas, tienen un cáliz más grande y la boca abierta para que al mover el vino se oxigene mejor. Sabemos que la oxigenación es importante porque cuando el oxígeno toca el vino provoca que se le desprendan aromas y sabores deliciosos, el famoso buqué.

Hay diminutas diferencias entre la copa para vino tinto y la de blanco o rosado, pero básicamente son iguales. La copa que sí es diferente es la copa para el agua, porque es más corta, más gruesa y más ancha. Además es tendencia acomodar la copa de agua junto a la de vino porque las generaciones actuales quieren pasarla bien bebiendo sin resaca, así que tomar una copa de agua entre una y otra de vino nos proporcionará hidratación y, además, evitaremos los excesos. La copa de vino espumoso es fácil de distinguir por ser larga y estilizada tipo flauta para evitar el derrame de la espuma.

Y fíjese usted, amable lector, lectora, que en la novela que estoy escribiendo una escena trata de esto, precisamente, pues la bella protagonista es amante de un hombre muy exigente en cuestión de etiqueta y cuando ella, en una reunión, sirve el vino en una copa de agua, él se la arrebata, la quiebra y la amenaza de que si se vuelve a equivocarse le va a cortar la cara. No se asuste, es sólo una escena, finalmente la chica se queda con otro loco que ya estaba curado de sus neurosis y son felices para siempre, como cualquiera de nosotros, digo por lo del loco curado.

¡Salud! Búsqueme en Face como Vinícola Diez González y sígame.

Miembro AECHI