Por: María de los Ángeles Ruíz
Si acudimos al diccionario de la Real Academia Española la definición de verdad nos refiere provenir del latín veritas, -atis y nos enuncia varios significados:
Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente.
Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa.
Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la misma sin mutación alguna.
Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
Cualidad de veraz.
Expresión clara, sin rebozo ni lisonja, con que a alguien se le corrige o reprende.
Un enunciado es verdadero si su significado coincide con la realidad, es decir, que se adecúa a la realidad, esta es una verdad como adecuación, un enunciado es correcto cuando respeta las reglas del sistema en el que se inscribe, esta verdad es verdad como coherencia.
Las ciencias formales buscan enunciados correctos, es decir, enunciados coherentes con las reglas del sistema, mientras que las ciencias empíricas buscan enunciados que describan el comportamiento regular de las cosas naturales, es decir, sus enunciados deben coincidir con la realidad.
En el origen de la palabra verdad podemos encontrar varios significados, en el griego utiliza la palabra aletheia, que significa “lo que no está oculto”, por lo que podría entenderse como “descubrimiento”, así que podemos decir que en griego significa descubrir cosas, develar lo que son.
En latín el término es veritas, que se refiere a la “exactitud y el rigor en el decir”. Verum es “lo exacto y completo”. Veritas hace referencia directa al decir, matiz que recoge la palabra castellana “veracidad”.
En hebreo la palabra emuná expresa la verdad en el sentido de confianza de que se cumpla algo que esperamos, designa aquello que es firme, digno de confianza, estable, fiel, un hecho veraz o establecido.
Como buenos humanos a lo largo del desarrollo de la historia, por lo menos en cuanto a Europa se refiere ha existido un desarrollo filosófico de este concepto, tenemos algunas posturas como lo es el dogmatismo, que viene del latín dogma y del griego dógma, que es una proposición tenida por cierta y como principio innegable, los dogmáticos afirman que podemos obtener principios con total seguridad y utilizarlos como principio de conocimiento, Descartes defendió esta postura.
El pragmatismo considera la verdad desde el punto de vista de la utilidad social, William James y Charles Sanders son considerados los creadores de esta corriente filosófica.
El criticismo es una postura intermedia entre el dogmatismo y escepticismo para la cual el conocimiento es posible, pero no incuestionable ni definitivo, sino que debe ser revisado y criticado continuamente para detectar posibles falsificaciones o errores.
El criticismo Kantiano nos lleva a aclarar hasta dónde se puede llegar nuestras facultades de conocer, y en el racionalismo crítico de Popper, sostiene que todo saber es falible, y por eso tiene que ser puesto a prueba, contrastar críticamente nuestros conocimientos con la realidad.
Aristóteles decía: Decir de lo que es que es y de lo que no es que no es, eso es verdadero.
Pues la neta del planeta es que la neta o la verdad es muy subjetiva, y mucho tiene que ver desde qué perspectiva la estemos tratando de conocer.
Se lo dejo de reflexión, faltaron muchas teorías, muchas posturas, pero la verdad le pertenece a los ojos que creen mirarla, dependerá del consenso del contexto si la aceptan o no.
Buen fin de semana y nos encontramos en otra ocasión, su amiga María de los Ángeles Ruiz Almeyda @MarAlmeyda en tw. AECH
