/ sábado 27 de abril de 2019

¿Qué es ser un ciudadano neoliberal

Para los chairos (socialistas) del siglo XXI, como los de Venezuela, Nicaragua y ahora México, lo peor que puede manifestarse en su existencia, es conocer a un “neoliberal”, por lo que intentaré definir un auténtico neoliberal como la lógica lo exige: Los grandes premios de la vida, son ganados por los que valen, por los que han entrenado en las privaciones y se han vigorizado en el esfuerzo constante, en actividades útiles y lícitas.


La simpatía del mundo no está del lado de las almas tímidas y frías que no conocen de victorias ni de derrotas, como tampoco del lado del crítico sistemático, que a toda hora está señalando los yerros y defectos de otros y encontrando faltas reales o imaginarias como lo hace López en todo lo que él está haciendo y diciendo. El mérito se le reconoce al que está luchando valientemente en empresas útiles, que se equivoca y rectifica sus errores; que hace suyos los grandes entusiasmos y las grandes devociones, y que si al final y a pesar de todo, no consigue el triunfo, ha demostrado al menos, haber puesto toda su alma y todo su ser en alcanzarlo.

El mérito del ciudadano neoliberal está en su eficiencia, en su habilidad para pensar sin creer en las mentiras del que se ve y se siente profeta y mesías, en su habilidad para trabajar, para estudiar y para ejecutar cuanto emprende. Es cierto que todo hombre puede hacer lo que otro hace, pero en la época actual, quien recibe las grandes recompensas no es el que solamente hace bien las cosas, sino quien lo hace mejor que ningún otro. Hacer algo tan bien como cualquiera no es suficiente.

Dentro de los enemigos del neoliberalismo sobra gente que por unos cuantos pesos haga cualquier trabajo “posible”. Las mejores recompensas quedan reservadas para los capaces de hacer también lo “imposible”, para los neoliberales. En el estilo “socialista del siglo XXI”, manejado por López, para hacer “lo que se puede”, basta la habilidad manual. Para hacer “lo que no se puede” se necesitan habilidades totalmente diferentes.

Los antiguos modelos socialistas como el de López, Taibo, Noroña y Clouthier, se tienen que ir, no son para México ni para el mundo. Se necesita una nueva era en los negocios; nuevos métodos, nuevas competencias, la iniciativa y la energía de hoy; la cultura moderna…

Lo que puede diferenciar a un neoliberal de un morenista es sólo la capacidad, el trabajo, las ideas y el espíritu del neoliberal, versus del que espera recibir todo del falso mesías del que sólo ofrece promesas y “da” para obtener simpatías para ganar votos.



Para los chairos (socialistas) del siglo XXI, como los de Venezuela, Nicaragua y ahora México, lo peor que puede manifestarse en su existencia, es conocer a un “neoliberal”, por lo que intentaré definir un auténtico neoliberal como la lógica lo exige: Los grandes premios de la vida, son ganados por los que valen, por los que han entrenado en las privaciones y se han vigorizado en el esfuerzo constante, en actividades útiles y lícitas.


La simpatía del mundo no está del lado de las almas tímidas y frías que no conocen de victorias ni de derrotas, como tampoco del lado del crítico sistemático, que a toda hora está señalando los yerros y defectos de otros y encontrando faltas reales o imaginarias como lo hace López en todo lo que él está haciendo y diciendo. El mérito se le reconoce al que está luchando valientemente en empresas útiles, que se equivoca y rectifica sus errores; que hace suyos los grandes entusiasmos y las grandes devociones, y que si al final y a pesar de todo, no consigue el triunfo, ha demostrado al menos, haber puesto toda su alma y todo su ser en alcanzarlo.

El mérito del ciudadano neoliberal está en su eficiencia, en su habilidad para pensar sin creer en las mentiras del que se ve y se siente profeta y mesías, en su habilidad para trabajar, para estudiar y para ejecutar cuanto emprende. Es cierto que todo hombre puede hacer lo que otro hace, pero en la época actual, quien recibe las grandes recompensas no es el que solamente hace bien las cosas, sino quien lo hace mejor que ningún otro. Hacer algo tan bien como cualquiera no es suficiente.

Dentro de los enemigos del neoliberalismo sobra gente que por unos cuantos pesos haga cualquier trabajo “posible”. Las mejores recompensas quedan reservadas para los capaces de hacer también lo “imposible”, para los neoliberales. En el estilo “socialista del siglo XXI”, manejado por López, para hacer “lo que se puede”, basta la habilidad manual. Para hacer “lo que no se puede” se necesitan habilidades totalmente diferentes.

Los antiguos modelos socialistas como el de López, Taibo, Noroña y Clouthier, se tienen que ir, no son para México ni para el mundo. Se necesita una nueva era en los negocios; nuevos métodos, nuevas competencias, la iniciativa y la energía de hoy; la cultura moderna…

Lo que puede diferenciar a un neoliberal de un morenista es sólo la capacidad, el trabajo, las ideas y el espíritu del neoliberal, versus del que espera recibir todo del falso mesías del que sólo ofrece promesas y “da” para obtener simpatías para ganar votos.