/ sábado 15 de enero de 2022

¿Qué esperamos de quienes gobiernan?

:ULTIMALETRA ES COMPOL:.

Por: Luis Rubén Maldonado Alvídrez

Han pasado las campañas y ya casi cumplen un semestre al frente de los gobiernos municipales los alcaldes, así como síndicos y diputados en el congreso local y, por supuesto, la primera mujer en gobernar el estado de Chihuahua. Es un momento perfecto para reflexionar: ¿Qué expectativas teníamos al momento de votar de quienes hoy nos gobiernan?

Y empieza una lista larga de virtudes esperadas de la candidata o candidato: que sea honesto, que cumpla, que vuelva a las colonias, que gobierne para todos, que sea cercano, que sea amable pero firme, que sepa ejercer el poder con dureza y no con tibieza y un larguísimo etcétera.

Cada uno de nosotros tenemos una expectativa en la cabeza sobre cómo debe ser la alcaldesa o alcalde ideal; lo mismo pasa con legisladores, síndicos, regidores y por supuesto, para quienes ocupan las gubernaturas y la Presidencia de la República.

Son expectativas diferentes, pero todas pueden reducirse a dos categorías principales: desempeño en el cargo e imagen personal.

Cuando son candidatos, la expectativa varía en ambas categorías, porque durante la campaña la expectativa tiene mucho que ver con las promesas que se hacen para ganar el voto; una vez obtenido el triunfo, se espera que sea un ejecutor inmediato para hacer realidad esas promesas de los discursos.

Quizás la expectativa que se modifica más es la relacionada con la imagen personal, del candidato en campaña se tiene una expectativa muy clara de que debe ser una persona carismática, popular y ganadora. Una vez en el gobierno se espera que siempre su aspecto físico sea poderoso, es decir, el de un líder.

Son expectativas muy grandes y toman forma en cada persona por las experiencias sociales, relaciones personales, los medios de comunicación y los referentes de gobernantes previos.

El filtro partidista es definitivo para llegar a los prototipos de cómo debe comportarse y verse un gobernante.

La gran directriz que históricamente da forma a las expectativas de los gobernantes más cercanos (alcaldes o gobernadores) es sin duda la de quienes han ocupado la presidencia del país. En el caso mexicano, esa directriz presidencial ha tomado forma por los hombres que han ocupado la silla del águila; no hay un referente femenino.

Entonces el comportamiento y la apariencia “presidencial” la queremos ver replicada en cada presidente municipal, gobernadora o legisladores, dado lo dominante que es tal figura en la comunicación política de México.

Con algunos matices, nacen de este prototipo “presidencial”, los prototipos de alcaldesas, alcaldes, gobernadoras, gobernadores, legisladores; con sus variantes partidistas, que son las expectativas en suma, que tenemos de cada uno al iniciar su mandato.

ULTIMALETRA

Con esto en mente, lo invito a recordar las expectativas que usted tenía de quienes ahora gobiernan: qué esperaba de ellos en campaña y qué espera de ellos en el gobierno.

lrmaldonado@uach.mx

Consultor en comunicación política y coordinador de Comunicación de la UACh.

:ULTIMALETRA ES COMPOL:.

Por: Luis Rubén Maldonado Alvídrez

Han pasado las campañas y ya casi cumplen un semestre al frente de los gobiernos municipales los alcaldes, así como síndicos y diputados en el congreso local y, por supuesto, la primera mujer en gobernar el estado de Chihuahua. Es un momento perfecto para reflexionar: ¿Qué expectativas teníamos al momento de votar de quienes hoy nos gobiernan?

Y empieza una lista larga de virtudes esperadas de la candidata o candidato: que sea honesto, que cumpla, que vuelva a las colonias, que gobierne para todos, que sea cercano, que sea amable pero firme, que sepa ejercer el poder con dureza y no con tibieza y un larguísimo etcétera.

Cada uno de nosotros tenemos una expectativa en la cabeza sobre cómo debe ser la alcaldesa o alcalde ideal; lo mismo pasa con legisladores, síndicos, regidores y por supuesto, para quienes ocupan las gubernaturas y la Presidencia de la República.

Son expectativas diferentes, pero todas pueden reducirse a dos categorías principales: desempeño en el cargo e imagen personal.

Cuando son candidatos, la expectativa varía en ambas categorías, porque durante la campaña la expectativa tiene mucho que ver con las promesas que se hacen para ganar el voto; una vez obtenido el triunfo, se espera que sea un ejecutor inmediato para hacer realidad esas promesas de los discursos.

Quizás la expectativa que se modifica más es la relacionada con la imagen personal, del candidato en campaña se tiene una expectativa muy clara de que debe ser una persona carismática, popular y ganadora. Una vez en el gobierno se espera que siempre su aspecto físico sea poderoso, es decir, el de un líder.

Son expectativas muy grandes y toman forma en cada persona por las experiencias sociales, relaciones personales, los medios de comunicación y los referentes de gobernantes previos.

El filtro partidista es definitivo para llegar a los prototipos de cómo debe comportarse y verse un gobernante.

La gran directriz que históricamente da forma a las expectativas de los gobernantes más cercanos (alcaldes o gobernadores) es sin duda la de quienes han ocupado la presidencia del país. En el caso mexicano, esa directriz presidencial ha tomado forma por los hombres que han ocupado la silla del águila; no hay un referente femenino.

Entonces el comportamiento y la apariencia “presidencial” la queremos ver replicada en cada presidente municipal, gobernadora o legisladores, dado lo dominante que es tal figura en la comunicación política de México.

Con algunos matices, nacen de este prototipo “presidencial”, los prototipos de alcaldesas, alcaldes, gobernadoras, gobernadores, legisladores; con sus variantes partidistas, que son las expectativas en suma, que tenemos de cada uno al iniciar su mandato.

ULTIMALETRA

Con esto en mente, lo invito a recordar las expectativas que usted tenía de quienes ahora gobiernan: qué esperaba de ellos en campaña y qué espera de ellos en el gobierno.

lrmaldonado@uach.mx

Consultor en comunicación política y coordinador de Comunicación de la UACh.