/ lunes 15 de febrero de 2021

Que la chamba perdure

Una de las tareas que se debería realizar siempre en las etapas finales de las administraciones públicas, es el ver como hacer perdurar los programas, acciones o tareas que fueron exitosas, para que trasciendan en el tiempo y no sea borrón y cuenta nueva cada que llega una nueva administración.

Desde la ciudadanía es totalmente inexplicable y ridículo que llegue un gobierno de un partido y pinte todos los parques, patrullas y todo lo que se pueda del color de su partido, y luego, cuando gana otro, vuelva a cambiar los colores. Ese vicio de la vida partidista de querer que la ciudad se pinte de su color sin importar los costos y el hartazgo social es ya muy conocido.

Eso mismo también sucede con la obra pública, los programas sociales, fideicomisos, festivales, etc. Llega una nueva administración y quieren eliminar todo lo que hizo la anterior. Tenemos que terminar con esto. No podemos ser literalmente los cangrejos en la cubeta que tanto se refieren a los mexicanos. Eso sí es ir para atrás. Todos los gobiernos tienen cosas buenas y malas, erradiquemos las malas y construyamos sobre las buenas.

Este tema me ha estado dando vueltas en la cabeza en los últimos meses. La pregunta de: ¿Cómo puedo hacer para blindar las cosas positivas construidas por el equipo de la Sindicatura? Tenemos claro que hay acciones de transparencia, participación ciudadana y vigilancia municipal que nos gustaría que perduren, pero más importante, que organizaciones nacionales y locales nos han pedido que cuidemos. Esto no nace desde el egoísmo o la vanidad, pero hay herramientas que fueron ganadoras del Premio Nacional de Transparencia 2019 y fueron reconocidas también internacionalmente por el Observatorio Internacional de la Democracia Participativa, que consideramos poco razonable que se borren por mala voluntad.

Una de las formas para preservar estas acciones es pasarle la metodología y herramientas a organizaciones de la sociedad civil que estén interesadas en continuar con esta chamba, pero lo ideal es que se siguiera haciendo desde el gobierno. Esto creo que es lo más bonito del trabajo, que desde el gobierno existan las ganas de transparentar la información de forma proactiva y que la ciudadanía pueda entender fácilmente. Cosa que aún es rara. Lo que si es necesario que se haga desde la sociedad civil es comprometer a las personas que se candidatean para espacios públicos a continuar con las buenas prácticas y solo mejorarlas, no desecharlas.

La otra es la vía de la reglamentación, sin embargo, ni las leyes y mucho menos los reglamentos, están escritos en piedra. Además, muchos reglamentos no se respetan desde el mismo gobierno por lo que es necesario que siempre existan funcionarios que pongan el dedo en la llaga para que se cumplan. O que las OSC´s también presionen.

Pero la vía que más creemos que funciona es que muchas personas utilicen la información y los mecanismos que se crearon desde la sindicatura para que sean las mismas personas las que exijan cuando estas ya no se emitan. Esos consumidores de servicios son los que hacen que las cosas perduren y mejoren cada vez. Ese ha sido nuestro enfoque para lograr que lo construido en estos 2 años y medio al frente de la Sindicatura, permanezca y mejore constantemente. Lo vamos a lograr y continuaremos reivindicando el servicio público.

Una de las tareas que se debería realizar siempre en las etapas finales de las administraciones públicas, es el ver como hacer perdurar los programas, acciones o tareas que fueron exitosas, para que trasciendan en el tiempo y no sea borrón y cuenta nueva cada que llega una nueva administración.

Desde la ciudadanía es totalmente inexplicable y ridículo que llegue un gobierno de un partido y pinte todos los parques, patrullas y todo lo que se pueda del color de su partido, y luego, cuando gana otro, vuelva a cambiar los colores. Ese vicio de la vida partidista de querer que la ciudad se pinte de su color sin importar los costos y el hartazgo social es ya muy conocido.

Eso mismo también sucede con la obra pública, los programas sociales, fideicomisos, festivales, etc. Llega una nueva administración y quieren eliminar todo lo que hizo la anterior. Tenemos que terminar con esto. No podemos ser literalmente los cangrejos en la cubeta que tanto se refieren a los mexicanos. Eso sí es ir para atrás. Todos los gobiernos tienen cosas buenas y malas, erradiquemos las malas y construyamos sobre las buenas.

Este tema me ha estado dando vueltas en la cabeza en los últimos meses. La pregunta de: ¿Cómo puedo hacer para blindar las cosas positivas construidas por el equipo de la Sindicatura? Tenemos claro que hay acciones de transparencia, participación ciudadana y vigilancia municipal que nos gustaría que perduren, pero más importante, que organizaciones nacionales y locales nos han pedido que cuidemos. Esto no nace desde el egoísmo o la vanidad, pero hay herramientas que fueron ganadoras del Premio Nacional de Transparencia 2019 y fueron reconocidas también internacionalmente por el Observatorio Internacional de la Democracia Participativa, que consideramos poco razonable que se borren por mala voluntad.

Una de las formas para preservar estas acciones es pasarle la metodología y herramientas a organizaciones de la sociedad civil que estén interesadas en continuar con esta chamba, pero lo ideal es que se siguiera haciendo desde el gobierno. Esto creo que es lo más bonito del trabajo, que desde el gobierno existan las ganas de transparentar la información de forma proactiva y que la ciudadanía pueda entender fácilmente. Cosa que aún es rara. Lo que si es necesario que se haga desde la sociedad civil es comprometer a las personas que se candidatean para espacios públicos a continuar con las buenas prácticas y solo mejorarlas, no desecharlas.

La otra es la vía de la reglamentación, sin embargo, ni las leyes y mucho menos los reglamentos, están escritos en piedra. Además, muchos reglamentos no se respetan desde el mismo gobierno por lo que es necesario que siempre existan funcionarios que pongan el dedo en la llaga para que se cumplan. O que las OSC´s también presionen.

Pero la vía que más creemos que funciona es que muchas personas utilicen la información y los mecanismos que se crearon desde la sindicatura para que sean las mismas personas las que exijan cuando estas ya no se emitan. Esos consumidores de servicios son los que hacen que las cosas perduren y mejoren cada vez. Ese ha sido nuestro enfoque para lograr que lo construido en estos 2 años y medio al frente de la Sindicatura, permanezca y mejore constantemente. Lo vamos a lograr y continuaremos reivindicando el servicio público.